Ch¨¢vez socarra a Bush
A mi amigo Jordi le contaba su hermano c¨®mo funcionaba aquello, lo del petr¨®leo venezolano, casi todo en manos de las compa?¨ªas norteamericanas. ?l trabajaba en una de ellas, en Mobil Oil, creo, y lleg¨® a un buen puesto. Cu¨¢ntas perforaciones, cu¨¢ntos pozos, cu¨¢ntos millones de barriles, cu¨¢nta riqueza, y, sin embargo, el pueblo viv¨ªa en la miseria y sin ning¨²n derecho, que los dictadores no eran m¨¢s que t¨ªteres de Washington y mamones de Wall Street. ?Qu¨¦ co?o madres!, exclamaba el hermano de mi amigo, para sus adentros, o sus afueras, si estaba en Espa?a, de vacaciones. Pero aguant¨® por a?os, hasta que se jubil¨®, y ahora vive por Matur¨ªn y apenas si tiene ¨¢nimos para volar hasta su Mediterr¨¢neo. Lo a?oro, pero ya ando viejito, le escribe a mi amigo Jordi, y el pa¨ªs est¨¢ muy jodido, hermano, pero, mira, con todo, estamos sac¨¢ndolo de ese patio trasero de los Estados Unidos, y ustedes quiz¨¢ no sepan lo que eso supone, despu¨¦s de tanto saqueo y de tantos intereses como han dejado por ac¨¢, entre los privilegiados y los lameculos, que son, no veas los que son, y los recursos que se manejan, y las patra?as que inventan y difunden. S¨¦ -le escribe a su hermano Jordi- que al presidente Ch¨¢vez lo desacreditan por donde pueden: exagerando sus gestos y sus extravagancias, hasta dejarlo en una mera caricatura. Lo que se me hace una vileza. Porque f¨ªjate t¨² c¨®mo la gente lo vota, una y otra vez, y eso es democracia, y democracia de buena ley, de esa que viene de abajo, de los m¨¢s pobres y explotados, que ya tienen escuelas y hospitales, y no excluye a nadie, ni siquiera a los caciques de siempre y a los aficionados al peloteo y la lisonja. Ignoro qu¨¦ opinar¨¢s t¨², pero me divert¨ª con el env¨ªo de combustible, a bajo precio, que hizo Ch¨¢vez, a los norteamericanos, a los neoyorquinos con pocos recursos, puede que as¨ª tengan calefacci¨®n y entren en calor, aunque Bush se queme un poco m¨¢s. Y hasta me han llamado de Caracas para felicitarme, por la venta de barcos y aviones del Gobierno espa?ol a Venezuela. Mira, hermano, el imperio del norte se desinfla y su administraci¨®n est¨¢ en manos de un genocida en serie. Qu¨¦ alivio, ?no te parece?
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