Javier Coma confecciona su lista de la caza de brujas de Hollywood
El estudioso del cine publica un completo diccionario del fen¨®meno
Trescientos sesenta y un represaliados, 64 delatores, 34 inquisidores y colaboradores, 23 entradas tem¨¢ticas ('Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas', 'Los Diez de Hollywood'), 90 ilustraciones... ?stos son algunos de los contenidos del completo Diccionario de la caza de brujas (In¨¦dita Editores), que el estudioso del cine Javier Coma ha consagrado al fen¨®meno inquisitorial y represivo llamado com¨²nmente macartismo, que sacudi¨® a Hollywood y en general a la cultura estadounidense entre 1947 y 1960.
Ese "tiempo de los canallas", como lo denomin¨® Lillian Hellman, se concret¨® especialmente en una purga de profesionales de Hollywood sospechosos de ser comunistas o simplemente de tendencias izquierdistas.
En total, m¨¢s de 500 personajes tienen entrada directa en el diccionario, en el que Coma ha querido ir m¨¢s all¨¢ de lo puramente documental para adem¨¢s entretener al lector con historias que incluyen hechos dram¨¢ticos, por supuesto -entre ellos, varios suicidios-, pero tambi¨¦n extravagantes y hasta c¨®micos (como el que la actriz Nancy Davis fuera incluida en la lista negra al confund¨ªrsela con otra actriz; luego llegar¨ªa a la Casa Blanca con el apellido de su marido, Ronald Reagan).
Entre los que disponen de entrada propia hay encarcelados por aquella ola de fanatismo paranoico como Edward Dmytryk, Howard Fast, Dashiell Hammet o Dalton Trumbo y blacklisted (insertos en las famosas listas negras) como Lillian Hellman, Harry Belafonte, Aaron Copland, Pete Seeger o Uta Hagen, a la que curiosamente le toc¨® hacer de criminal de guerra nazi en Los ni?os del Brasil. Aparecen personajes obligados a irse de Estados Unidos como Bertolt Brecht y Jules Dassin o a no regresar (Charlie Chaplin). Hay tambi¨¦n miembros del comit¨¦, como Richard Nixon, denunciantes, como el m¨¢s espectacular, Martin Berkeley, que proporcion¨® un centenar y medio de nombres al comit¨¦ de actividades antiamericanas, y testigos cooperativos como Lee J. Cob, que dio nombres (es verdad, sin embargo, que despu¨¦s de declarar sufri¨® un infarto).
Figuran, asimismo, casos especiales como el de Humphrey Bogart, que, pese a su fama de duro y su posici¨®n radical inicial de apoyo a los acusados junto con su mujer Lauren Bacall, "arri¨® bandera" y recul¨®. O el de Lucille Ball, a la que, no obstante sus v¨ªnculos con los comunistas, salvaron sus aparentes candor e ingenuidad ante el comit¨¦ (y el que su marido Desi Arnaz declarase que nada era rojo en la chica, excepto su cabello, "y ni siquiera eso es aut¨¦ntico").
Tiene entrada en el libro, claro, Elia Kazan, que delat¨® a sus ex camaradas comunistas. Y Walt Disney, obsesionado en luchar contra la "infiltraci¨®n". No est¨¢, en cambio, John Wayne. "Es un t¨®pico que colaborara con la caza de brujas, se neg¨® a hacerlo", se?al¨® Coma en la presentaci¨®n de su libro el martes en Barcelona.
Grandes personajes, pues, y tambi¨¦n peque?os, como Larry Adler, ejecutante de arm¨®nica (al que debemos la m¨²sica de la maravillosa Viento en las velas), que, citado por el comit¨¦ cuando estaba de gira en Reino Unido, decidi¨® quedarse all¨ª por si acaso.
Javier Coma estuvo arropado en la presentaci¨®n de su libro por Rom¨¢n Gubern (autor del pr¨®logo del libro y que calific¨® el mismo de "companion book ideal para adentrarse en la caza de brujas"), Juan Mars¨¦, Enrique Vila-Matas y Joan de Sagarra. Coma subraya que Hollywood "no fue s¨®lo v¨ªctima, sino tambi¨¦n un monstruo cobarde, est¨²pido y suicida que se hiri¨® a s¨ª mismo y no tuvo piedad con centenares de sus hijos".
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