El bajo perfil de Espa?a en Estados Unidos
La creciente importancia de la comunidad hispana en Estados Unidos (su n¨²mero es superior a la poblaci¨®n de Espa?a) y el consiguiente aumento del aprendizaje del espa?ol por los no hispanos est¨¢n generando un sustancial flujo de relaciones e intercambios de tipo cultural y educativo. El espa?ol es con mucho la lengua extranjera que m¨¢s se estudia en las escuelas de ense?anza secundaria y en las universidades de EE UU. Espa?a es el tercer pa¨ªs m¨¢s popular del mundo, tras el Reino Unido e Italia, entre los estudiantes americanos que estudian fuera, y el programa Fulbright para Espa?a, iniciado en este pa¨ªs en 1958, es actualmente el tercero m¨¢s grande del mundo, por presupuesto y n¨²mero de estudiantes espa?oles que van a Estados Unidos y de americanos que van a Espa?a cada a?o, tras Alemania y Jap¨®n.
Sin embargo, dados estos factores, as¨ª como la historia compartida -Espa?a jug¨® un papel decisivo en la Revoluci¨®n Americana de 1775-1783 luchando contra Gran Breta?a-, resulta extra?a la escasa presencia en Estados Unidos de instituciones espa?olas dedicadas a promover la lengua, la historia y la cultura espa?olas, y para qu¨¦ hablar de la visi¨®n unidireccional de la participaci¨®n extranjera en la Revoluci¨®n. Los ni?os americanos aprenden en la escuela qui¨¦n fue el franc¨¦s Gilbert du Montier, marqu¨¦s de Lafayette, que luch¨® en la Revoluci¨®n contra los brit¨¢nicos, pero poco o nada, por nombrar a alguien, sobre el espa?ol Bernardo de G¨¢lvez, que fue gobernador de Luisiana, y cuyas tropas ocasionaron serios da?os al poder naval brit¨¢nico en el Caribe y el Golfo de M¨¦xico, ayudando as¨ª de forma indirecta a la causa de los rebeldes. Desde 2002, Lafayette es ciudadano honorario de los EE UU (si esta decisi¨®n se hubiera dejado para m¨¢s tarde, probablemente no habr¨ªa tenido lugar porque el presidente Chirac neg¨® el apoyo a la invasi¨®n de Irak liderada por EE UU). S¨®lo seis personajes han recibido esta distinci¨®n (Winston Churchill es otro de ellos). Todo lo que G¨¢lvez tiene es una ciudad en Texas que recuerda a su nombre (Galveston).
La presencia cultural espa?ola en Estados Unidos consiste b¨¢sicamente en el Instituto Cervantes, con centros en Nueva York, Albuquerque y Chicago. El Instituto Cervantes empieza con una gran ventaja en Estados Unidos, pues de las 190 lenguas que hablan hijos de inmigrantes en las escuelas en zonas como Nueva York, s¨®lo el espa?ol es tan universal como el ingl¨¦s. Pero el Cervantes tiene un presupuesto global de s¨®lo 60 millones de euros y 42 centros, frente a los 500 millones y 430 centros por todo el mundo del Instituto Franc¨¦s y la Alliance Fran?aise, estando el franc¨¦s en declive (180 millones lo tienen como lengua materna, frente a m¨¢s de 350 millones el espa?ol).
Aparte del Cervantes, est¨¢n la embajada en Washington y diez consulados incluyendo San Juan (Puerto Rico). Pero la capacidad operativa de las instituciones oficiales con cometidos culturales son -para las dimensiones de Estados Unidos- de una insignificancia lastimosa. Y esto en un pa¨ªs con una larga tradici¨®n de hispanismo, que se inicia a finales del siglo XVIII, y con el reciente enfriamiento de las relaciones entre Madrid y Washington. Espa?a hoy s¨®lo tiene unos 200 diplom¨¢ticos m¨¢s que bajo Franco, n¨²mero claramente insuficiente, si tenemos en cuenta que con Franco no hab¨ªa relaciones con muchos pa¨ªses.
Fue el escritor Washington Irving (1783-1859) quien llev¨® a Espa?a al gran p¨²blico; su rom¨¢ntica imagen del pa¨ªs (toros, flamenco y gitanos) desafortunadamente persiste todav¨ªa hoy, aunque en los ¨²ltimos 30 a?os pocos pa¨ªses han experimentado tantos cambios, y en todos los frentes -econ¨®mico, pol¨ªtico y cultural- como Espa?a. No se trata tanto de que la imagen de Espa?a sea especialmente negativa como de que el pa¨ªs sea un tablero en blanco.
Ya es hora de invertir m¨¢s en crear una imagen m¨¢s acorde con la realidad de Espa?a, y no hablo de gastar dinero en publicidad en la prensa americana como hizo, por ejemplo, el Gobierno de Navarra, que provoc¨® la risa de los entendidos cuando, en febrero, insert¨® un anuncio en la revista Time Out para difundir la participaci¨®n de sus principales cocineros en la semana gastron¨®mica de Nueva York. El anuncio estaba encabezado por las palabras "Spanish fly", expresi¨®n desafortunada que tiene, entre otros significados, el de la mosca mediterr¨¢nea de la fruta que llev¨® a la prohibici¨®n de exportar tomates y c¨ªtricos espa?oles. Tendr¨ªa que haber dicho "Spain flies/takes off" (Espa?a vuela/despega) o algo as¨ª. O la Junta de Castilla y Le¨®n, que envi¨® una misi¨®n a Nueva York, y al no poner Espa?a en su documentaci¨®n promocional, mucha gente con conocimiento del espa?ol pens¨® que se trataba de algo que ten¨ªa que ver con un gobierno militar de Am¨¦rica Latina, debido a la palabra Junta.
Lo que hace falta, por ejemplo, son m¨¢s centros del Instituto Cervantes. Nada existe en Washington DC, la capital federal, aparte de un agregado cultural. Hay un proyecto de convertir la antigua residencia del embajador espa?ol en un centro del Instituto Cervantes, pero no es probable que se haga realidad, pues tiene un elevado coste y otras ciudades tambi¨¦n aspiran a acoger una sede del Cervantes. El presupuesto del Cervantes es muy bajo, no ya para seguir abriendo centros al mismo ritmo que hasta ahora, sino para mantener con dignidad los existentes. Un centro en Washington ser¨ªa la localizaci¨®n ideal para el retrato de cuerpo entero de George Washington pintado en 1796 por Josef Perovani para Manuel Godoy, que est¨¢ en la Real Academia de Bellas Artes de Madrid, y pudiera ser el foco de una especie de museo que cuente la historia de Espa?a en Estados Unidos.
Una de las consecuencias econ¨®micas m¨¢s preocupantes de la d¨¦bil imagen de Espa?a en Estados Unidos es que, fuera de las pocas zonas donde el pa¨ªs es bien conocido, sus productos son frecuentemente identificados como procedentes de Am¨¦rica Latina y no de Europa. ?ste es uno de los factores que hay detr¨¢s del bajo nivel de exportaciones espa?olas a Estados Unidos -el 4% del total, la mitad de las que van al vecino Portugal-. Es normal que se comercie m¨¢s con los vecinos m¨¢s pr¨®ximos, pero lo que revela la debilidad de la situaci¨®n espa?ola es que el Reino Unido, Alemania, Italia y Francia comercian mucho m¨¢s con Estados Unidos en proporci¨®n a su comercio total. Las exportaciones espa?olas representan un insignificante 0,5% (0,7% en 1989) de las compras exteriores totales de Estados Unidos, una sexta parte de la cuota del Reino Unido, una cuarta parte de la francesa y una cuarta parte de la italiana. Ni siquiera los intentos de Aznar de arrimarse a la Casa Blanca levantaron las exportaciones, ni mucho menos el perfil de Espa?a all¨ª.
William Chislett es autor del libro Espa?a y Estados Unidos: en busca del redescubrimiento mutuo (Real Instituto Elcano y Ariel).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.