Nuevas rutas en tierras trashumantes

Las tierras riojanas de Cameros tienen en su parque natural de Cebollera el espacio geogr¨¢fico mejor conservado de la comarca, con un paisaje que ha recuperado los bosques despu¨¦s de varios siglos de intensa actividad trashumante, una cultura pastoril que ha dejado su huella integrada en el horizonte a trav¨¦s de corrales, chozos y ermitas.

En la alta Edad Media naci¨® el Honrado Concejo de la Mesta, una organizaci¨®n que defend¨ªa los intereses comunes de los ganaderos merineros y propici¨® un aumento espectacular de la caba?a. La sierra de Cebollera alberga dos poblaciones de gran relevancia en el Cameros trashumante: Villoslada y Lumbreras. El n¨²mero de cabezas de ganado que llegaron a albergar entre ambas rondaba las 200.000 a finales del siglo XVII, pero con el inicio del XIX comenz¨® la decadencia de la cultura trashumante y la desaparici¨®n de los reba?os, aunque los ¨²ltimos vestigios de esta milenaria cultura pastoril han llegado hasta finales del siglo XX. Hoy, los bosques pinariegos constituyen la base territorial de la actividad econ¨®mica en la zona, con los retazos de las arboledas primigenias entre los hayedos, acebales y robledales que crecen a la sombra de los pinos en el suelo regenerado.

Las formaciones glaciares, aqu¨ª denominadas hoyos, salpican las altitudes superiores a los 2.000 metros, otorgando a la sierra de Cebollera caracter¨ªsticas geol¨®gicas muy especiales dentro del Sistema Ib¨¦rico. Por debajo de los perfiles de las cumbreras montanas predominan los extensos bosques de pino silvestre, haya y roble rebollo, con destacados valores ecol¨®gicos y paisaj¨ªsticos en el curso de los arroyos de monta?a Iregua, Puente Ra, Lavieja y Lumbreras, salpicados de numerosos saltos de agua y peque?as cascadas en un excepcional entorno ribere?o.

Hacia la ermita de Lomos de Orio.

Tras un pausado vagabundeo por la soledad de las calles y plazuelas de Villoslada de Cameros, con la imaginaci¨®n puesta en los viejos tiempos de la mesta, la visita al centro de interpretaci¨®n del parque natural se hace ineludible. Un poco de historia y un poco de geolog¨ªa, de biolog¨ªa y de bot¨¢nica ponen al visitante al corriente de las principales caracter¨ªsticas de la sierra de Cebollera. Pero para conocer sus hechuras hay que internarse en ella y elegir alguno de los senderos naturales que la surcan.

El parque natural cuenta con una red de seis senderos se?alizados que suman m¨¢s de 70 kil¨®metros de recorrido, localizados con paneles met¨¢licos en los que un mapa detallado muestra el itinerario. Las rutas var¨ªan en su duraci¨®n, pero todas son de dificultad media o baja, y en el centro de interpretaci¨®n se pueden obtener unos cuadernillos con todas las explicaciones necesarias para recorrerlas. Los senderos m¨¢s demandados son: el del Achichuelo, que parte del ¨¢rea recreativa del mismo nombre y remonta el r¨ªo Iregua entre hayas y pinos silvestres hasta el encuentro con el arroyo de Puente Ra, para seguir su orilla al encuentro de la ermita de la Virgen de Lomos de Orio; el sendero de las Cascadas, que desde la ermita lleva faldeando las laderas de la majada de Las Desecadas hasta la cabecera del arroyo de Puente Ra y su fabuloso rosario de cascadas encadenadas, y, por ¨²ltimo, el sendero de la V¨ªa Romana, que sigue la antigua calzada que un¨ªa Varea con Numancia a trav¨¦s del parque natural y la Venta de Piqueras.

Una ermita barroca.

La pista principal del parque sube a la ermita de la Virgen de Lomos de Orio, a la que se puede llegar con el coche, aunque es mucho m¨¢s interesante hacerlo caminando por las sendas marcadas. Esta ermita barroca del siglo XVII tiene su origen en las tradiciones culturales de los pastores trashumantes, que levantaron este santuario en honor a la Virgen por salvar, en este mismo lugar de Lomos de Orio, a unos pastores del ataque de unos bandidos. Desde entonces, los vecinos de Villoslada ofrecen varias ovejas a la ermita, cada primer domingo de julio, y celebran la romer¨ªa mariana de la Caridad Grande o de Las Corderas, que concentra cada a?o a m¨¢s de 10.000 personas procedentes de toda La Rioja y de las provincias vecinas de Soria y Burgos.

Venta y puerto de Piqueras.

Otro enclave de gran relevancia para los habitantes de la comarca es la Venta de Piqueras, lugar tradicional de reuni¨®n de pastores y descanso de viajeros. Se encuentra a los pies del puerto de Piqueras, junto a la carretera N-111. El conjunto edificado re¨²ne un restaurante y un hostal rural, la ermita de la Virgen de la Luz y una amplia estancia recientemente restaurada que alberga el Centro de la Trashumancia, con un museo etnogr¨¢fico muy interesante. Pertenece a la Hermandad de las Trece Villas, que agrupa desde la Edad Media a las localidades del valle del Iregua.