L¨®pez Caro, un hombre de palabra
Juan Ram¨®n L¨®pez Caro (Sevilla, 1963), nuevo entrenador del Madrid, es un tipo particular. Un t¨¦cnico distinto. Grita desde la banda, s¨ª. Exige "profesionalidad" a sus jugadores, por supuesto. Gasta gorra y visera en cuanto sale el sol, por qu¨¦ no. Pero L¨®pez Caro, los banquillos del Lebrijana, el Dos Hermanas, el Melilla y el Mallorca B a sus espaldas, tambi¨¦n se entrena duro: nunca se perdona su diaria sesi¨®n de carrera continua, nada m¨¢s terminar los entrenamientos. Es un hombre sentimental. Y de palabra: "He comentado al club la posibilidad de marcharme y ha sido rotundamente rechazada", reconoci¨® en el verano de 2004, cuando quer¨ªa fichar por el Xerez y abandonar el Madrid B, al que hab¨ªa llegado en 2001 de la mano de Ram¨®n Mart¨ªnez, secretario t¨¦cnico del club. "No tengo cl¨¢usula de rescisi¨®n y el club me ha dicho que ser¨ªa imposible. Es una pena, porque tanto mi familia como yo ten¨ªamos ganas de estar cerca de casa. Otra vez ser¨¢. Soy un hombre de palabra y no puedo faltar a ella".
L¨®pez Caro, que se jug¨® el cargo en la eliminatoria de ascenso a Segunda ganada por el filial este verano -hab¨ªa perdido las dos anteriores-, grita mucho cuando entrena. "?Vamos!", "?M¨¢s fuerte!", suele exigir en las sesiones preparatorias del filial, donde son famosas sus series de potencia. Dispone un circuito de picas, por ejemplo. Por turnos, una pareja de jugadores empieza a correr para ver qui¨¦n termina antes. Y todo el mundo se entera de qui¨¦n pierde: un sensor, pitido mediante, avisa de qui¨¦n pasa primero por cada tramo.
Luxemburgo ten¨ªa una misma respuesta cada vez que le preguntaban si estaba contento con que su equipo venciese sin jugar bien: "Ganar es lo importante. El buen juego ya llegar¨¢". La respuesta, por diplom¨¢tica, no se puede esperar de L¨®pez Caro, acostumbrado a entrenar en Segunda B, alejado de las c¨¢maras: "No hemos estado a la altura", dijo cuando el filial se impuso con un juego horrible al Alcorc¨®n; "nos llevamos una recompensa fuera de los l¨ªmites. Hay que hacer cr¨ªtica sobre nuestro juego, porque el resultado de hoy puede ser engordar para morir".
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