Cinco t¨¦cnicos en 30 meses
Desde que despidi¨® a Del Bosque, Florentino P¨¦rez ha reducido su paciencia con los entrenadores
Florentino P¨¦rez, el presidente del Real Madrid ha destituido a cinco entrenadores en cinco a?os y medio. A t¨¦cnico por a?o, m¨¢s o menos. Eso, si la estad¨ªstica sirviera para explicar la realidad. No es el caso. Porque Vicente del Bosque ocup¨® el puesto, con P¨¦rez al mando, tres temporadas. Por lo tanto, los otros cuatro, Carlos Queiroz, Jos¨¦ Antonio Camacho, Mariano Garc¨ªa Remon y Vanderlei Luxemburgo, se reparten en dos a?os y medio. Conclusi¨®n: uno cada siete meses y medio. Segunda conclusi¨®n: el ritmo de destituciones ha aumentado en progresi¨®n geom¨¦trica. Tercera conclusion: ello se debe a que el Madrid no ha ganado un s¨®lo t¨ªtulo importante desde la marcha de Del Bosque, que fue despedido tras ganar la Liga 2002-2003 porque su "librillo" estaba anticuado.
A Sacchi se le imputa elegir a Luxemburgo y el despido de Garc¨ªa Rem¨®n
As¨ª, lleg¨® el portugu¨¦s Carlos Queiroz, hasta entonces ayudante de Alex Ferguson en el Manchester United. Queiroz supon¨ªa un cambio radical, al menos de imagen, con respecto a Del Bosque. Con Queiroz, el Madrid no despleg¨® un f¨²tbol brillante, pero estuvo muy cerca de ganar la Liga. Estonces, el nivel de exigencia en el club blanco era m¨¢s alto que ahora. El equipo no jugaba, ni de lejos, tan mal como en la actualidad. Pero no deslumbraba y adem¨¢s no consigui¨® ning¨²n campeonato. Queiroz termin¨® la campa?a, as¨ª que su relevo no fue traum¨¢tico.
Ese verano se celebraron elecciones en el club blanco. P¨¦rez arras¨®, con el 98% de los votos, a Lorenzo Sanz. Una de sus bazas electorales, aunque manifiestamente innecesaria vista su ventaja, fue la contrataci¨®n de Jos¨¦ Antonio Camacho. Un regreso al esp¨ªritu de Del Bosque, un tipo cercano a la gente y muy ligado a la historia del Madrid. La apuesta sali¨® mal. Fatal. Camacho se march¨® de manera sorprendente cuando s¨®lo se llevaban disputadas tres jornadas de Liga. No le gust¨® lo que vio en el vestuario. Confes¨® que se sent¨ªa incapaz de reconducir a unos jugadores en los que no confiaba y dio un portazo.
Como medida de urgencia, P¨¦rez "ascendi¨®" a uno de los t¨¦cnicos de la casa, a Mariano Garc¨ªa Rem¨®n. As¨ª hab¨ªa accedido al cargo Del Bosque en 1999, bajo el mandato de Sanz, y despu¨¦s hab¨ªa permanecido en el puesto cuatro temporadas, en las que gan¨® dos Ligas y dos Champions, entre otros t¨ªtulos. "?Por qu¨¦ no se iba a repetir la historia?", dec¨ªa entonces Garc¨ªa Rem¨®n. "?Porqu¨¦ no?", le respaldaba P¨¦rez. Trece jornadas de Liga despu¨¦s, Garc¨ªa Rem¨®n ya no se sentaba en el banquillo blanco.
Su puesto lo ocup¨® Vanderlei Luxemburgo. Un tipo prestigioso, dec¨ªan. Gan¨® muchos partidos la campa?a pasada usando, para un club como el Madrid, el sorprendente plan del contrataque. Renov¨® su cr¨¦dito, prometi¨® grandes cosas, se trajo m¨¢s ayudantes brasile?os, m¨¢s jugadores brasile?os. Pero el juego no s¨®lo no mejor¨®, sino que ha ido de mal en peor. Luxemburgo es un t¨¦cnico muy volcado en su tarea, un apasionado del f¨²tbol. Pero su aproximaci¨®n al juego es muy conservadora. Mejor un delantero, que dos. Su trabajo se refleja mejor en el forjado de la personalidad de los chicos j¨®venes que en la administraci¨®n de la creatividad de su plantilla. Algo poco apreciado en el Bernab¨¦u.
Arrigo Sacchi tambi¨¦n fue contratado, en diciembre de 2004, como medida de refuerzo urgente tras la espantada de Camacho. El italiano ejercer¨ªa las funciones de director deportivo, relevando a Emilio Butrague?o, que pasaba a ser el vicepresidente del club. Pero nunca se ha sabido de su labor, de los consejos de Sacchi, de sus decisiones. Aunsiempre se ha atribuido la elecci¨®n de Luxemburgo y la destituci¨®n de Garc¨ªa Rem¨®n. As¨ª como la contrataci¨®n de Gravesen.
As¨ª, P¨¦rez, por segunda campa?a consecutiva, cambia de t¨¦cnico antes del ecuador de la Liga.
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