Las bases de Batasuna ratificar¨¢n en enero la apuesta por el proceso de paz

Las bases de la ilegalizada Batasuna ratificar¨¢n el pr¨®ximo 21 de enero, en una gran asamblea, la apuesta por el proceso de paz anunciada por su l¨ªder, Arnaldo Otegi, el 14 de noviembre del pasado a?o en Anoeta (Guip¨²zcoa). La asamblea culminar¨¢ el debate interno desarrollado en Batasuna en los ¨²ltimos meses, y que ha tenido como base la ponencia Bide Eginez (Haciendo camino), que desarrolla los principios de Anoeta. La misma asamblea elegir¨¢ la nueva Mesa Nacional de Batasuna, a la que corresponder¨¢ liderar a la izquierda abertzale en ese proceso de paz. Las fuentes consultadas confirman que los principales dirigentes de Batasuna, defensores del proceso, ser¨¢n ratificados.

El proceso de paz y la sustituci¨®n de la estrategia armada por la pol¨ªtica es ya irreversible para toda la izquierda abertzale, se?alan fuentes de Batasuna, que subrayan el hecho de que ETA lleve dos a?os y medio sin cometer atentados mortales. Batasuna mantiene su aspiraci¨®n a concurrir con sus propias listas en las elecciones municipales de mayo de 2007, pero para ello se requiere que se haya iniciado el proceso de paz, con el cese total de la violencia de ETA. "El pr¨®ximo a?o ser¨¢ clave para que se inicie el proceso", aseguran las mismas fuentes.

El consejero del Interior vasco asegura que no hay riesgo de escisi¨®n en ETA porque su postura es un¨¢nime

Expertos del Gobierno destacan las similitudes del proceso iniciado por Batasuna y el impulsado por el Sinn Fein

"La sustituci¨®n de la estrategia armada por la pol¨ªtica es irreversible y aceptada por todos", se?alan fuentes de la formaci¨®n

Prudencia y esperanza

Desde el Gobierno se contempla con "prudencia y esperanza" esta iniciativa. Los expertos gubernamentales destacan las similitudes entre el proceso iniciado por Batasuna en Euskadi y el Sinn Feinn en Irlanda del Norte, que culmin¨® con ¨¦xito el pasado mes de julio, despu¨¦s de 12 a?os de vicisitudes.

En Irlanda del Norte se produjo una sincron¨ªa de movimientos entre el Sinn Feinn y el IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s), de modo que el partido fue ocupando el espacio pol¨ªtico y el brazo armado fue pasando a la inactividad. Aunque hay que observarlo con prudencia, este mismo proceso se estar¨ªa desarrollando entre Batasuna desde noviembre de 2004. La formaci¨®n liderada por Otegi est¨¢ ganando protagonismo pol¨ªtico respecto a ETA, cuya actividad terrorista se va reduciendo, seg¨²n se?alan los expertos gubernamentales.

?ste es un proceso in¨¦dito en Euskadi, donde la falta de sincron¨ªa entre ETA y Batasuna condujo al fracaso de los anteriores intentos de paz, seg¨²n los expertos. En esta ocasi¨®n, se produce la particularidad de que no hay disensiones ni en Batasuna ni tampoco, y lo que es m¨¢s importante, en ETA, donde existe un apoyo generalizado al proceso puesto en marcha por Batasuna. El consejero vasco del Interior, Javier Balza, ratific¨® ayer que ETA est¨¢ unida en este criterio. En declaraciones a la cadena SER, Balza a?adi¨®: "ETA no es un ente que vive de forma marginal, sino que conoce perfectamente la realidad de Euskadi. Sabe que su tiempo ha pasado, que su forma de vida, de pensar, de trabajar, de vivir en familia... ha superado hace ya bastante tiempo cualquier comprensi¨®n, incluso respecto a quien utiliza la violencia para defender par¨¢metros pol¨ªticos".

En esta l¨ªnea, el consejero est¨¢ convencido de que no hay posibilidades de escisi¨®n en ETA. "En el tiempo actual, por lo menos, por los indicadores que tenemos, hay que hablar de una posici¨®n un¨¢nime dentro de la organizaci¨®n". No obstante, Balza advierte de que la direcci¨®n de la Ertzaintza no ha abandonado la hip¨®tesis de que ETA pueda volver a perpetrar atentados contra personas.

Las similitudes del proceso a que aspira Batasuna y el irland¨¦s no acaban ah¨ª. Los l¨ªderes de Batasuna anunciaron en Anoeta su apoyo a la separaci¨®n de dos procesos en la estrategia por la paz: las conversaciones entre el Gobierno y ETA, por un lado, y el di¨¢logo entre las fuerzas pol¨ªticas, por otro. Esta separaci¨®n supone la cesi¨®n por parte de ETA a Batasuna del papel de interlocutor pol¨ªtico.

Los expertos estiman que al asumir Batasuna la interlocuci¨®n pol¨ªtica se salva el tradicional escollo que llev¨® al fracaso los anteriores procesos de paz. El de Argel, de 1989, protagonizado por el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y ETA, y el de Suiza, de 1999, que afront¨® el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con la banda armada, fracasaron al no estar legitimados los Gobiernos para decidir cuestiones pol¨ªticas con un grupo armado.

El Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en sus conversaciones con ETA, s¨®lo abordar¨¢ el futuro de los presos de la banda, lo que tambi¨¦n sucedi¨® en el proceso irland¨¦s. Las cuestiones pol¨ªticas las debatir¨¢n todos los partidos en una mesa, en Euskadi. Pero el arranque de esa mesa requiere de una condici¨®n previa, que tambi¨¦n es asumida hoy por Batasuna, y es que ETA declare p¨²blicamente el cese de toda violencia.

Estas condiciones las fij¨®, a su vez, la resoluci¨®n del Congreso de mayo de este a?o, que aboga por un final dialogado de la violencia una vez que ETA anuncie su cese. La resoluci¨®n cont¨® con el apoyo de todos los partidos menos el PP, y est¨¢ basada, a su vez, en el pacto de Ajuria Enea, de enero de 1988, suscrito por los partidos vascos. El pacto de Ajuria Enea lo suscribieron Julen Guimon, como representante popular de entonces, as¨ª como Alfredo Marco Tabar, en nombre del CDS, el partido de Adolfo Su¨¢rez. Quien no lo suscribi¨® fue la Mesa Nacional de Herri Batasuna de entonces.

El Gobierno y los partidos vascos esperan, sin ninguna definici¨®n de plazos, que "ETA mueva pieza", una vez que Batasuna ratifique el proceso de paz en enero. En el momento en que ETA declare el cese de la violencia, Zapatero acudir¨¢ al Congreso para certificar la apertura oficial del proceso de paz.

En cuanto al cese de la violencia de ETA, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ha reclamado que debe ser certificada por el Gobierno y todos los partidos antes de abrir el proceso de paz. Con ello pretende cerrar el paso a que ETA practique alg¨²n tipo de "violencia de baja intensidad" o que contin¨²e cobrando el llamado impuesto revolucionario.

El futuro de los presos ser¨¢ el eje de las conversaciones entre el Gobierno y la banda. Ser¨¢ la clave de esa parte de la negociaci¨®n. Los expertos conf¨ªan en que la previa declaraci¨®n del cese de la violencia terrorista cambie el clima de opini¨®n sobre esta cuesti¨®n. Las encuestas reflejan hoy una opini¨®n mayoritaria reacia a la adopci¨®n de medidas de gracia para presos condenados por terrorismo.

En cuanto a la mesa de partidos, su constituci¨®n se equipara, en medios de Batasuna, con el acuerdo irland¨¦s de Stormont, de 1998, que all¨ª abri¨® el proceso pol¨ªtico. Sobre la mesa de partidos ya ha habido numerosos contactos previos entre las fuerzas pol¨ªticas vascas, incluida Batasuna, de los que, hasta el momento, s¨®lo se ha autoexcluido el PP.

Rectificaci¨®n del PNV

La pretensi¨®n de los partidos es establecer en esa mesa unas reglas de juego aceptadas por todos. A partir de ah¨ª, cada partido llevar¨¢ su proyecto pol¨ªtico. Batasuna pretende alg¨²n tipo de reconocimiento sobre los "cuatro territorios", incluida Navarra, y sobre el "derecho a decidir" de los vascos.

Sobre al papel resolutorio de la mesa, que abordar¨¢ el nuevo marco pol¨ªtico vasco, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, se?al¨® en Madrid, hace 15 d¨ªas, que debe tener un consenso, al menos, como el que tuvo el Estatuto de Gernika. La consecuencia es que en el acuerdo debe participar, al menos, uno de los dos partidos con representaci¨®n nacional.

Esta posici¨®n supone una rectificaci¨®n del PNV sobre la que mantuvo en 1998, con motivo del Pacto de Lizarra, planteado como un acuerdo s¨®lo entre nacionalistas y que fue la base en que se apoy¨® el fracasado proceso de paz de aquel a?o. Tambi¨¦n Batasuna ha roto los moldes del Pacto de Lizarra al asumir una mesa con participaci¨®n del PSE y del PP.

Los expertos del Gobierno conf¨ªan en que los juicios que se celebran en la Audiencia Nacional contra dirigentes de Batasuna por presuntas vinculaciones con ETA no afectar¨¢n al futuro del proceso de paz. "Si la apuesta por la paz es firme, como parece, estos hechos relacionados con la justicia no deben ser un obst¨¢culo", se?alan.