La epopeya de un hombre vulgar

El gal¨¦s Arthur Machen (18631947) es sin duda uno de los grandes autores del g¨¦nero de terror aunque, de manera m¨¢s precisa, habr¨ªa que considerarlo como un maestro de esa clase de horror que se desarrolla en un mundo en el que la amenaza de lo mal¨¦fico implica la inquietante presencia de lo sobrenatural. Tambi¨¦n se le considera un precursor de la fantas¨ªa de corte g¨®tico, no lejos de su contempor¨¢neo Lovecraft. Pero lo que le caracteriza -y donde se encuentra la ra¨ªz de su concepci¨®n del mundo y de la escritura- es un gusto por el mundo de la naturaleza que lo retrotrae a la mentalidad inglesa preindustrial en la que es decisiva su vida de infancia en su Gales natal. Ese mundo misterioso y salvaje del campo es el caldero donde se cuece su imaginaci¨®n y ser¨¢ siempre la representaci¨®n de sus anhelos de felicidad.

Darnell, el protagonista de Un fragmento de vida, piensa hacia el final del libro que "nuestros est¨²pidos mayores nos han ense?ado que podemos llegar a sabios estudiando libros cient¨ªficos y manipulando tubos de ensayo, muestras geol¨®gicas, preparaciones microsc¨®picas o cosas parecidas; pero los que se han liberado de tales extrav¨ªos prefieren leer, no libros cient¨ªficos, sino libros sagrados, y saben que el alma alcanza la sabidur¨ªa contemplando ceremonias m¨ªsticas y ritos complejos y singulares". Hoy en d¨ªa, que el mito del progreso ha sufrido un duro rev¨¦s, esta actitud no suena tan reaccionaria en la medida que expresa la nostalgia del hombre tecnol¨®gico por la p¨¦rdida de los dioses con los que se relacionaba, para bien y para mal, a trav¨¦s de la naturaleza. El g¨¦nero de terror se ha nutrido frecuentemente de los misterios insondables y amenazantes de la naturaleza, atribuyendo a ¨¦sta un papel maligno, un poder de temblor e incertidumbre que se alimenta de los miedos at¨¢vicos del ser humano. Machen, gran conocedor de temas de ocultismo y metaf¨ªsica, hizo oscilar su mundo literario entre el anhelo de libertad unido a la naturaleza y la ominosa presencia de lo maligno en la vida cotidiana; pero este libro, publicado en 1906, es decir, en el asentamiento en la madurez, no pertenece propiamente al g¨¦nero terror sino al g¨¦nero fantas¨ªa; y es un libro verdaderamente singular.

Edward Darnell es un "escribiente ingl¨¦s de la City florecido a finales del siglo XIX" al que la vida "le afirmaba con toda seguridad que el mundo real y verdadero era el que pod¨ªa verse y palparse". Por ello y en sus circunstancias, su vida es ¨¢tona, mon¨®tona, su subsistencia es precaria, su horizonte se limita a un modesto barrio londinense del que s¨®lo saldr¨¢ camino de su tumba. Y lo que este libro va a contarnos es la extraordinaria transformaci¨®n de este hombre, el cambio de conciencia que va a producirse en ¨¦l. En el primer cap¨ªtulo, Machen pinta de manera tan convincente como abrumadora la peque?ez de la vida del matrimonio Darnell. En el segundo, Edward le cuenta a su esposa (son un matrimonio que se quiere sobre su propia mediocridad) un paseo juvenil por Londres y el recuerdo de ese paseo en el que vio otro Londres, en el que invent¨® su propio Londres al recorrerlo y, al hacerlo as¨ª, pase¨® por el otro lado de la vida, por el lado de la felicidad y la libertad de sensaciones, caminando "como si llevara puestas las gafas m¨¢gicas del cuento y, justo como el personaje del cuento, y segu¨ª avanzando y adentr¨¢ndome en esa nueva luz". A partir de aqu¨ª, su conciencia se abre.

?se es el cambio. Las tinieblas no pueden enga?ar ya al que ha visto la luz. Y por entre la tiniebla triste de su vida emerge el deseo en busca del conocimiento. Lee y lee, busca y busca. Ahora se dedica a perseguir lo que quiz¨¢ parezca un sue?o, pero ¨¦l sabe que pertenece tambi¨¦n a la realidad. Y as¨ª, entre deseo y realidad, su vida se ve afectada por la necesidad de distinguirse de los dem¨¢s y ser ¨¦l mismo, y en ese punto acuden en su ayuda no s¨®lo su infancia sino la cadena familiar que le lleva hacia sus antepasados, es decir, hacia aquel mundo en el que los ritos pertenec¨ªan a una relaci¨®n sagrada entre el hombre y las cosas. Ah¨ª es donde revela a su esposa el origen de sus antepasados, olvidado entre las sombras de su vida actual, "y tambi¨¦n le cont¨® que, siglo tras siglo, la raza hab¨ªa ido empobreci¨¦ndose, hasta que por fin nada les qued¨® sino el caser¨®n gris y unos pocos acres de tierra bordeando el r¨ªo". A ese caser¨®n del Oeste es adonde desea volver Darnell. Cuando su esposa interrumpe su relato para que vuelva a la salita de su casa donde ¨¦l le est¨¢ contando su cambio de conciencia, responde: "Es la antigua sangre que me llama a la antigua tierra. Me olvidaba de que soy un escribiente de la City".

La aventura de Darnell em-

pieza y termina en Londres y lo que nos cuenta Machen es un cambio de esp¨ªritu capaz de trascender la mediocridad y la sumisi¨®n y de recuperar una vida en el orgullo del cual procede ya que, "a partir de entonces su leyenda est¨¢ llena de hechos imposibles y parece adquirir la semblanza de los relatos del Grial". ?sta es la sencilla historia de un hombre vulgar en busca de su imaginaci¨®n perdida. Un relato breve, desnudo, simb¨®lico, sentimental y encantador.