El Prado adelanta la exposici¨®n de su colecci¨®n moderna con Fortuny

El Museo del Prado presentar¨¢ con la apertura de la ampliaci¨®n, en oto?o de 2006, las piezas m¨¢s significativas de la colecci¨®n moderna, pero ayer hizo un anticipo con la exposici¨®n del legado Ram¨®n de Errazu, al cumplirse el centenario del ingreso de 25 obras de Mariano Fortuny, Mart¨ªn Rico y Raimundo de Madrazo, junto con los franceses Ernest Meissonier y Paul Baudry. El director del museo, Miguel Zugaza, declar¨® que el Prado tiene una perspectiva hist¨®rica abierta y quiere integrar en su discurso general el arte del siglo XIX con la colecci¨®n hist¨®rica.

El retrato de Ram¨®n de Errazu, realizado por Raimundo de Madrazo en 1879, preside las salas de exposiciones temporales del Prado (www.museoprado.es) donde se cuelgan las 25 pinturas que el empresario entreg¨® al museo hace un siglo. Unas reproducciones recogen el testimonio de las salas con la disposici¨®n de las obras de su legado, en la apertura, el 16 de mayo de 1905. El gabinete ochavado del edificio Villanueva, donde hoy se muestran esculturas cl¨¢sicas, se llam¨® Sala Errazu y en su momento se consider¨® "un verdadero santuario de arte moderno".

"El Prado no es un museo cerrado", se?al¨® Miguel Zugaza al comentar la incorporaci¨®n junto a las colecciones reales de las obras procedentes del museo de arte moderno, en los a?os finales del siglo XIX. Los nuevos espacios de la ampliaci¨®n del edificio Villanueva con el proyecto del claustro de los Jer¨®nimos, previsto para el oto?o de 2006, seg¨²n el Ministerio de Cultura, presentar¨¢n los cuadros de historia, en una integraci¨®n con la colecci¨®n permanente en los dos edificios.

Gabriele Finaldi, director adjunto de conservaci¨®n e investigaci¨®n, se refiri¨® a la "investigaci¨®n ardua" del equipo que dirige el conservador Javier Bar¨®n, comisario de la exposici¨®n, sobre la figura de Ram¨®n de Errazu, en M¨¦xico, Par¨ªs y Espa?a, y la situaci¨®n de los artistas en Par¨ªs. La biograf¨ªa de Errazu (San Luis Potos¨ª, M¨¦xico, 1840-Par¨ªs, 1904) sirve para ilustrar el coleccionismo de la ¨¦poca, sus relaciones con los artistas y el legado entregado al Prado, que conoc¨ªa por sus visitas al director, Federico de Madrazo, padre de Raimundo. Ram¨®n de Errazu perteneci¨® a una familia de grandes empresarios espa?oles que hicieron fortuna en M¨¦xico, siendo su abuelo uno de los fundadores de la industria textil y salinera. Contribuy¨® a la consolidaci¨®n de esta industria, con continuos viajes a M¨¦xico desde Par¨ªs, donde estaba la residencia familiar. Form¨® parte de la clase social m¨¢s adinerada, con bodega propia, afici¨®n a los caballos y coleccionista de arte.

El legado Errazu est¨¢ formado por 10 obras de Mariano Fortuny (1838-1874), entre las que figuran Desnudo en la playa de Portici y Viejo desnudo al sol. La captaci¨®n de la luz tambi¨¦n se manifiesta en la obra art¨ªstica de Mart¨ªn Rico (1833- 1908), del que se muestran cuatro paisajes, y de Raimundo de Madrazo (1841-1920), con nueve obras, entre ellas el retrato del propio coleccionista, en la tradici¨®n velazque?a.

El montaje incluye tambi¨¦n La perla y la ola, un pol¨¦mico desnudo de Paul Baudry (1828- 1886) en el Par¨ªs de la ¨¦poca, y un retrato de la marquesa de Manzanedo, realizado por Ernest Meissonier (1815-1891). Estos pintores del segundo imperio franc¨¦s estaban pr¨®ximos al c¨ªrculo de Madrazo y Fortuny.

Javier Bar¨®n considera que el legado Errazu es uno de los m¨¢s importantes de las colecciones del siglo XIX, que ahora se puede documentar, junto con la biograf¨ªa y la restauraci¨®n de las obras, en los textos del cat¨¢logo. "Es una colecci¨®n muy pr¨®xima al gusto de los pintores, un conjunto muy homog¨¦neo que demuestra un gusto muy refinado y muy hecho a la percepci¨®n de las calidades. Es un coleccionista que apoy¨® a sus amigos y que vive la pintura de cerca".

Tras la presentaci¨®n de la exposici¨®n Fortuny, Madrazo y Rico (hasta el 12 de marzo), Miguel Zugaza se refiri¨® a la informaci¨®n de El Mundo de ayer sobre la situaci¨®n de las obras reunidas fuera de los almacenes de los s¨®tanos. "Desde la fundaci¨®n del museo hay una severa limitaci¨®n de espacio para almacenar las obras que no se exponen, y quiero tranquilizar porque los fondos no expuestos est¨¢n en las mejores condiciones de conservaci¨®n y seguridad", afirm¨®.

Adem¨¢s de los dos dep¨®sitos en el edificio Villanueva, otros espacios del museo se han habilitado como almacenes, una pr¨¢ctica que Zugaza considera tradicional y habitual en los grandes museos que carecen de sitio para los fondos no expuestos y deciden mantenerlos en los edificios del propio museo. Las obras de ampliaci¨®n, que se realizan sin cerrar el museo, tendr¨¢n grandes salas con peines visitables que enlazar¨¢n con los actuales almacenes.