?Viva M¨¦xico!

Juan y La Bruja parece una de esas locuras musicales que se materializan milagrosamente. La materia prima son los torrenciales temas del cantautor mexicano Juan Carre¨®n, que en Madrid convoc¨® a m¨²sicos de su pa¨ªs; todos juntos -m¨¢s el productor Alejandro Marcovich, ex caifanes- transformaron un repertorio trovadoresco en rock intenso. Lo del lunes era la presentaci¨®n en sociedad de No vinimos de shopping, su estreno discogr¨¢fico, con todo lo que eso comporta: mucho p¨²blico encorbatado, mucha f¨¦mina piropeando al carism¨¢tico Carre¨®n, muchas c¨¢maras. Tambi¨¦n hubo cierto agarrotamiento, propio de m¨²sicos que llevan dos a?os encerrados y desean complacer (y que prescinden del material m¨¢s denso, como ese escalofr¨ªo llamado La yegua, a favor de las piezas con mayor pirotecnia). Aun as¨ª, aparte del magnetismo del cantante, impresion¨® el potencial de los instrumentistas, con menci¨®n especial al guitarrista Jorge Drag¨®n Pointel¨ªn y al percusionista Eros Ortega. Y cuando parec¨ªa que el recital terminaba, salt¨® la magia. Aparentemente, Rafael Basurto apadrinaba el acto. El cabecilla de Los Panchos subi¨® al escenario y, nada intimidado por el anterior despliegue de decibelios, se apoder¨® del recinto. Cont¨® alg¨²n chiste, ironiz¨® con la diferencia de a?os y alturas, se lanz¨® a cantar. Con el acompa?amiento de unos espont¨¢neos y del propio Juan Carre¨®n, bord¨® un bolero, una ranchera y el himno M¨¦xico lindo y querido. Apote¨®sico: en las mesas reson¨® el cl¨¢sico "?Viva M¨¦xico, cabrones!", mientras desde arriba se respond¨ªa con el no menos sentido "?Viva Espa?a!".

A Basurto se le llevaron sus representantes, temerosos de que aquello desembocara en una actuaci¨®n completa. Juan y La Bruja volvieron a salir e intentaron reconducir el delirio, tocando Que no calle el mariachi, su homenaje a Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez, memorablemente evocado por Carre¨®n como "el rolling stone que nunca lleg¨® a tocar con los Rolling Stones". Y, tal como dice la letra, "el Dios de la parranda" nos arrebat¨®.