Uribe acepta negociar con las FARC en una zona desmilitarizada de Colombia

El presidente colombiano, ?lvaro Uribe, dio marcha atr¨¢s en su posici¨®n inmodificable de no desmilitarizar ni un cent¨ªmetro de territorio para negociar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla del pa¨ªs, la libertad de 62 secuestrados canjeables. Lo hizo al aceptar una propuesta de los Gobiernos de Espa?a, Francia y Suiza para intentar buscar una salida a este drama: Uribe ha aceptado establecer una zona desmilitarizada de 180 kil¨®metros cuadrados cerca de Pradera, en el departamento del Valle, al suroeste del pa¨ªs.

Algunos de los secuestrados llevan siete a?os en poder de las FARC; con ellos pretenden lograr la libertad de 500 de sus militantes que est¨¢n en las c¨¢rceles del pa¨ªs. "Aceptamos esta modificaci¨®n a la postura que hemos tenido tradicionalmente porque confiamos en la comunidad internacional", dijo Uribe, al hacer el anuncio, el martes por la noche. Entre los canjeables hay 25 pol¨ªticos, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancurt, quien tiene tambi¨¦n la ciudadan¨ªa francesa, 3 norteamericanos y 34 miembros de la fuerza p¨²blica.

Los emisarios de los tres pa¨ªses estuvieron en el pa¨ªs del 28 de noviembre al 2 de diciembre. Inspeccionaron el lugar, levantaron planos y se reunieron con comandantes guerrilleros. El martes presentaron a las dos partes una propuesta: "Sistema de seguridad para un encuentro humanitario en la cordillera central". Es un punto intermedio entre las dos posiciones: Pradera es uno de los dos municipios que exigen las FARC para el di¨¢logo con el Gobierno.

El Retiro, un peque?o caser¨ªo encaramado en la monta?a donde viven apenas 30 familias junto a una iglesia y una cancha de f¨²tbol, ser¨ªa el escenario del di¨¢logo. Es un sitio clave para las FARC, pues lo usan como corredor para comunicarse con los departamentos del otro lado de la cordillera central.

Cuarenta observadores internacionales, ubicados en cuatro puntos estrat¨¦gicos, se encargar¨ªan de controlar el acceso desde siete d¨ªas antes del encuentro hasta siete despu¨¦s. La propuesta no determina cu¨¢nto tiempo durar¨ªan las conversaciones. La guerrilla ha repetido que necesita un mes para que sus delegados puedan llegar, hablar y salir sin temer por su seguridad.

En la zona desmilitarizada no podr¨¢ haber fuerzas de seguridad, pero tampoco guerrilleros. En el caser¨ªo s¨®lo estar¨ªan los negociadores, la Cruz Roja y delegados de los tres pa¨ªses garantes. Esto, dijo el presidente, ?lvaro Uribe, fue determinante para que aceptara la f¨®rmula.

La marcha atr¨¢s del presidente en su posici¨®n ha sido interpretada por algunos como una jugada electoral, puesto que Uribe se presenta a la reelecci¨®n en mayo. La presi¨®n, tanto nacional como internacional, para que el Gobierno diera su brazo a torcer era cada d¨ªa mayor. "Es una oportunidad para que las FARC demuestren al pa¨ªs su voluntad de paz", dijo Fabiola Perdomo, familiar de uno de los 12 pol¨ªticos del Valle que forman parte del grupo de canjeables.