Alliance One cierra en Espa?a

La multinacional estadounidense Alliance One International (AOI) ha decidido cerrar las dos f¨¢bricas de procesado de tabaco que tiene en Benavente (Zamora) y Malpartida de Plasencia (C¨¢ceres), lo que supondr¨¢ el despido de m¨¢s de 200 trabajadores y un ajuste dr¨¢stico en el mercado de primera transformaci¨®n en Espa?a, ya que, de no aparecer nuevos operadores, la compa?¨ªa p¨²blica Cetarsa quedar¨¢ en situaci¨®n de oligopolio. AOI, con sede en Farmville (Virginia, EE UU), es fruto de la fusi¨®n en mayo de este a?o de Dimon Incorporated y de Standard Commercial Corporation, que operaban en Espa?a a trav¨¦s de sus filiales Agroexpansi¨®n y World Wide Tobacco Espa?a (WWTE), respectivamente.

La multinacional dice que los n¨²meros no le salen en Espa?a y que ha perdido ocho millones de euros antes de impuestos en los dos ¨²ltimos a?os

Las empresas de primera transformaci¨®n compran, pesan, clasifican y baten las hojas de tabaco en rama. Es decir, son el paso intermedio entre la producci¨®n y la elaboraci¨®n de cigarrillos. La marcha de AOI supone una alteraci¨®n importante en un mercado con muy pocos operadores. La Compa?¨ªa Espa?ola de Tabaco en Rama (Cetarsa) est¨¢ participada por Altadis y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y domina el 69% del mercado. Le sigue AOI, que tiene en torno a un 30% de cuota en Espa?a. Finalmente, se encuentra Tabacos Espa?oles (Taes), con apenas un 1%.

Intranquilidad

El anuncio de AOI ha generado un ambiente de intranquilidad entre los productores que vend¨ªan su cosecha a la multinacional. La condici¨®n de empresa p¨²blica de Cetarsa ha llevado ya a alg¨²n representante de la Junta de Extremadura, donde la compa?¨ªa tiene su actividad y sede, a afirmar que ¨¦sta estar¨ªa dispuesta a adquirir el tabaco que dejara de elaborar Alliance One en Malpartida de Plasencia. En Espa?a hay unos 6.000 productores de tabaco, de los que 4.000 est¨¢n en Extremadura. Esta comunidad representa el 90% de la producci¨®n nacional.

Las razones esgrimidas por AOI, que compra tabaco en rama en 45 pa¨ªses, para abandonar las plantas espa?oles hacia febrero, cuando acaba esta campa?a, son variadas, pero lo cierto es que no es un momento boyante para su negocio.

El grupo argumenta que el consumo de cigarrillos desciende en los pa¨ªses desarrollados, mientras aumenta en los pa¨ªses emergentes, sobre todo de Asia. Adem¨¢s, los clientes de AOI, que son los grandes fabricantes mundiales de pitillos, est¨¢n cerrando sus f¨¢bricas en los pa¨ªses desarrollados (Altadis ha clausurado plantas en Espa?a y Francia, y BAT ha hecho lo propio en Reino Unido) y abri¨¦ndolas en aquellas zonas del mundo con consumos de tabaco al alza. A esto hay que sumar la competencia que para los productores espa?oles est¨¢ suponiendo el tabaco de pa¨ªses con costes salariales y de producci¨®n m¨¢s bajos, as¨ª como el aumento en los ¨²ltimos a?os del tabaco procesado y sin vender en los almacenes.

Alliance One asegura que los n¨²meros no le salen y que ha perdido ocho millones de euros en Espa?a antes de impuestos en los dos ¨²ltimos ejercicios. Tambi¨¦n esgrime como raz¨®n para el cese de sus operaciones en Espa?a la m¨¢s que previsible reducci¨®n de la producci¨®n de tabaco a medio plazo como consecuencia del recorte de las ayudas comunitarias a los cultivadores. Ahora, el tabaco es un cultivo muy subvencionado, pues los 6.000 productores espa?oles se reparten m¨¢s de 120 millones de euros en primas anuales, que representan m¨¢s o menos el 85% de sus ingresos.