Fondos UE para animar el debate

Menos mal que el presidente del PP, Javier Arenas, no es parlamentario andaluz. Esta circunstancia le va a suponer ahorrarse un berrinche m¨¢s si es que, finalmente, se abordan en la C¨¢mara los resultados de la negociaci¨®n sobre las perspectivas financieras de la UE 2007-2013 y sus consecuencias en Andaluc¨ªa. Lo que en la Junta ya apuntan como todo un ¨¦xito, ya que nuestra comunidad seguir¨¢ recibiendo ayudas en los pr¨®ximos a?os, es, en cambio, pura ruina a juicio de los populares que estipulan en m¨¢s de 6.000 millones de euros la merma de ingresos que sufrir¨¢ nuestra comunidad. Se trata de la l¨®gica disparidad de criterios y valoraci¨®n que se debe producir entre los que gobiernan y aquellos que est¨¢n en la oposici¨®n. A pesar de todo, no es, precisamente, Arenas el m¨¢s indicado para elevar esas quejas, m¨¢xime cuando ¨¦l ha formado parte de un Ejecutivo, presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que desat¨® durante a?os toda una ofensiva contra Andaluc¨ªa "birl¨¢ndole" miles de millones de euros con el burdo argumento de no reconocer el censo real de su poblaci¨®n.

Est¨¢ legitimado para hacer esas cr¨ªticas sobre lo que considera como todo un fracaso de la negociaci¨®n pero sus argumentos flaquean cuando se le puede reprochar, abiertamente, lo poco que colabor¨® en su momento para que Andaluc¨ªa dejara de ser v¨ªctima del arbitrario trato que le daba un gobierno del que form¨® parte de manera destacada. A lo mejor tendr¨ªa que haberle dejado desempe?ar ese papel de an¨¢lisis al tambi¨¦n ex ministro, Miguel Arias Ca?ete, cuyos conocimientos y experiencia sobre pol¨ªtica presupuestaria europea son reconocidos por todos, incluso por sus contrincantes.

Pero el pol¨ªtico jerezano no cuenta con el favor de Arenas, de ah¨ª el escaso protagonismo que le otorga en Andaluc¨ªa a pesar de ser el responsable del ¨¢rea econ¨®mica del PP. Tal vez sea porque al mismo Arias Ca?ete no le gustan ni pizca los asesores que se ha buscado Arenas quien ha confiado, nada m¨¢s y nada menos, que la estrategia del PP andaluz en materia econ¨®mica al que fuera presidente de El Monte, Isidoro Beneroso, hombre, al parecer, de importante val¨ªa y prestigio en ¨¢mbitos financieros y empresariales andaluces.

Con todo, y dado los precedentes, puede que esta semana sepamos si se accede a esa petici¨®n de Arenas, diputado en el Congreso, a que se celebre en el Parlamento andaluz un pleno monogr¨¢fico sobre los fondos europeos que se van a recibir a partir de ahora. Mientras tanto, asistimos al juego de esgrima que est¨¢n desplegando Gobierno central y el tripartito catal¨¢n en torno a la financiaci¨®n. Maragall se escandaliza por el rechazo que ha sufrido su propuesta en este cap¨ªtulo. Se rasga las vestiduras al conocer la alternativa que plantea el ministro Solbes y que se basa en la negativa a que se fije un sistema de financiaci¨®n de forma unilateral, sin tener en cuenta al resto de comunidades y por no aceptar, tampoco, esa idea de que el Gobierno central renuncie a recaudar sus propios impuestos en esa comunidad. Cabe preguntarse qu¨¦ esperaban dado que esos planteamientos ya hab¨ªan sido fijados por Madrid con la debida antelaci¨®n como aut¨¦nticas l¨ªneas rojas que no se pod¨ªa traspasar.

Por tanto, no hay lugar a la sorpresa, todo puede que sea puro teatro. En Andaluc¨ªa se debe seguir con atenci¨®n lo que suceda en esta negociaci¨®n mientras que se avanza en los acuerdos con IU y PA para cerrar el ¨¢mbito competencial que se ha de regular en el nuevo estatuto andaluz. Todo ello, cuando siguen silbando los o¨ªdos a los populares con nuevas y reiteradas cr¨ªticas hacia el papel abstencionista que est¨¢n jugando en este trascendental episodio.

Metidos en esa deriva de no quedarse atr¨¢s en la que est¨¢n inmersos los socialistas andaluces, sorprende el choque abierto que ya se evidencia entre la Junta y el Gobierno central a cuenta de las transferencias que se reclama de la gesti¨®n del Guadalquivir. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, no s¨®lo no se queda atr¨¢s en expresar su opini¨®n contraria a esta petici¨®n sino que, adem¨¢s, pone en dificultades a la Administraci¨®n andaluza con el asunto del hotel Algarrobico, de Almer¨ªa. Si nadie pone remedio antes, aqu¨ª van a saltar chispas con la ministra.