Una ley muy necesaria

El Gobierno aprob¨® ayer el anteproyecto de Ley de Dependencia con la que se pretende universalizar el derecho de toda persona dependiente a recibir asistencia gratuita del Estado. Adem¨¢s, introduce, muy justamente, la figura del "cuidador familiar", que recibir¨¢ una prestaci¨®n econ¨®mica y tendr¨¢ seguridad social. El 83% de esos cuidadores son mujeres. La norma, que entrar¨¢ en vigor en 2007 una vez sea aprobada por el Parlamento, beneficiar¨¢ directamente a m¨¢s de un mill¨®n de personas que necesitan ayuda para realizar las tareas m¨¢s b¨¢sicas. Sin duda es una legislaci¨®n de gran trascendencia, probablemente m¨¢s necesaria y urgente que otras aprobadas en la presente legislatura. Se la ha calificado como el "cuarto pilar del Estado" despu¨¦s de la sanidad, la educaci¨®n y las pensiones.

La importancia de esta ley obliga al consenso entre partidos, especialmente de PSOE y PP. Ojal¨¢ que el gesto del l¨ªder popular, Mariano Rajoy, proponiendo un pacto de Estado para impulsar el desarrollo del futuro Sistema Nacional de Dependencia (SND) sea el que gu¨ªe la actitud del principal grupo de la oposici¨®n en el debate parlamentario, y no las desabridas palabras de su responsable de Pol¨ªtica Social, Ana Pastor, que acus¨® ayer al Gobierno socialista de falta de di¨¢logo. Esa cr¨ªtica resulta un tanto contradictoria, sobre todo despu¨¦s de que el ministro de Trabajo, Jes¨²s Caldera, haya anunciado un acuerdo con las centrales sindicales y las organizaciones empresariales sobre los fundamentos de la futura red.

El SND contemplar¨¢ el car¨¢cter universal y p¨²blico de las prestaciones sociales y econ¨®micas del Estado, a las que se acceder¨¢ en condiciones de igualdad. Seg¨²n el anteproyecto, las ayudas ser¨¢n sufragadas en un 50% por el Estado y en otro 50% por las comunidades aut¨®nomas. La parte que pagar¨¢ la Administraci¨®n central proceder¨¢, al menos hasta 2015, del actual super¨¢vit de la Seguridad Social (10.000 millones de euros) y, posteriormente, v¨ªa impuestos.

Es deseable que el texto final precise con bastante mayor exactitud el m¨¦todo de financiaci¨®n, y en particular la aportaci¨®n de los usuarios, porque es harto dif¨ªcil que s¨®lo con las arcas p¨²blicas pueda costearse el plan. El Gobierno ha optado por el modelo universal de asistencia antes que por el existente en los pa¨ªses n¨®rdicos, donde el Estado cubre la necesidad de todos los dependientes de igual forma, pero los beneficiarios contribuyen a los gastos en funci¨®n de su renta. Es un gran reto nada f¨¢cil de cumplir, que exigir¨¢ a largo plazo un enorme esfuerzo del erario p¨²blico ante el creciente envejecimiento de la poblaci¨®n y la mayor esperanza de vida.