El alcance del nuevo salto

La semana que se inicia se dibuja como la decisiva respecto al futuro del nuevo Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a. El plazo de presentaci¨®n de enmiendas al texto enviado por el Parlamento catal¨¢n finaliza el martes 27, pero eso no significa que para esa fecha tenga que haberse llegado a un acuerdo completo entre el Gobierno y el PSOE, por un lado, y el "cuatripartito" catal¨¢n, por otro. Lo l¨®gico es que se hayan establecido algunos acuerdos importantes y, sobre todo, que el desacuerdo haya quedado limitado a un peque?o n¨²mero de apartados.

El deslinde entre un gran paquete de acuerdos y un peque?o grupo de desacuerdos suele ser la primera t¨¦cnica en cualquier negociaci¨®n especialmente dif¨ªcil. Ese objetivo deber¨ªa ser, pues, el primero de la reuni¨®n multibanda que est¨¢ previsto celebrar en Madrid antes de que se inicie el debate en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso de los Diputados.

A la espera de c¨®mo quede el proceso del Estatut, muchos analistas coinciden en que ¨¦ste es uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de calibrar desde la transici¨®n

Intereses

La enorme dificultad del nuevo estatuto catal¨¢n reside, como siempre, en compaginar los intereses de comunidades aut¨®nomas que son ricas, como Catalu?a (pero tambi¨¦n como Madrid, Baleares y Comunidad Valenciana), con comunidades que precisan un fuerte transvase de fondos, sin el que no es posible garantizar la cohesi¨®n territorial del conjunto de la naci¨®n. Y hacerlo a trav¨¦s de un ¨²nico mecanismo, que satisfaga y mejore a las ricas, pero que sea tambi¨¦n aplicable a las pobres, sin desmejorarlas.

El Partido Popular basa toda su estrategia de desgaste del Gobierno en la idea de que no existe soluci¨®n posible, porque para ganar unos, otros tendr¨ªan que perder. Si esa idea se instala en el imaginario pol¨ªtico nacional, los populares creen que el coste para el partido gobernante y para el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero podr¨ªa ser muy elevado.

Los socialistas, por su parte, son conscientes de la dificultad y no ocultan su preocupaci¨®n. Pero la gran mayor¨ªa de ellos ha cre¨ªdo tambi¨¦n que se pod¨ªa llegar a firmar un nuevo acuerdo con Catalu?a, girando, como siempre, en torno al porcentaje de la recaudaci¨®n del IRPF que se podr¨ªa ceder a cada comunidad aut¨®noma. Del 15% que autoriz¨® Felipe Gonz¨¢lez se pas¨® a m¨¢s de un 30% con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El PSOE ha confiado en que era posible llegar a un nuevo pacto dando un nuevo salto. El mecanismo, afirman, es irreprochable (fue utilizado por unos y por otros). Lo ¨²nico importante ahora es la categor¨ªa, el alcance del nuevo salto.

El ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, habl¨® la semana pasada de un 50% del IRPF, pero enseguida qued¨® claro que ese list¨®n era considerado insuficiente por los nacionalistas y por el propio PSC. La cuesti¨®n era ?hasta d¨®nde? El cuatripartito reclamar¨ªa, sin duda, un salto francamente espectacular (?por qu¨¦ no el 90%?). La duda sobre una decisi¨®n semejante se ha mezclado a lo largo de toda la semana con el c¨¢lculo de las consecuencias, no s¨®lo t¨¦cnicas, para equilibrar los mecanismos de solidaridad, sino tambi¨¦n pol¨ªticas. ?Percibir¨ªan los ciudadanos ese porcentaje como una cesi¨®n excesiva? ?Podr¨ªa presentarse como un adelgazamiento excesivo del Estado central?

Inquietud popular

La negociaci¨®n del nuevo estatuto catal¨¢n causa inquietud entre las filas socialistas, pero tambi¨¦n, y mucha, por m¨¢s que se intente ocultarla, entre las filas populares, aunque por motivos diametralmente opuestos. Los dirigentes del PP consideran que un posible ¨¦xito en la negociaci¨®n del Estatut permitir¨ªa al Gobierno jugar con la imagen de la oposici¨®n como un grupo alarmista, permanentemente pronosticando la cat¨¢strofe. "Sin ninguna duda", asegura un dirigente socialista. "Si el Estatut se aprueba ahora y tenemos dos a?os, antes de las elecciones, para demostrar que no ha pasado nada terrible, los socialistas le reprocharemos siempre al PP su actitud agorera y siniestra".

A la espera de c¨®mo se desarrolle finalmente todo el proceso, muchos especialistas en an¨¢lisis pol¨ªtico coinciden en que ¨¦ste es, probablemente, uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de calibrar desde la ¨¦poca de la transici¨®n. "Apasionante pol¨ªticamente, pero muy dif¨ªcil de valorar porque est¨¢n implicados muchos grupos y con muchos intereses contrapuestos", reconoce un analista pr¨®ximo a los socialistas. "Hac¨ªa mucho tiempo que la situaci¨®n pol¨ªtica de fondo, es decir, la que afecta a temas b¨¢sicos, no estaba tan abierta. Coincido con el colega: uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de analizar desde la primera ¨¦poca democr¨¢tica", mantiene un experto pr¨®ximo al PP.