Un libro y una exposici¨®n reivindican la figura del escultor Manolo Hugu¨¦

"Lo primero era desbrozar. Barrer toda esta basura anecd¨®tica, acumulada sobre la referencia a un vivir de artista por los explotadores del chisme, por los fr¨ªvolos del comadreo. Cu¨¢nto m¨¢s en la de un hombre que, si no se ha expresado enteramente en su arte, ha dado a ¨¦l lo mejor de sus enso?aciones, ya que no de sus energ¨ªas". Eugeni D'Ors escribi¨® este texto el a?o de la muerte del escultor Manolo Hugu¨¦ (Barcelona, 1872-Caldes de Montbui, 1945) y podr¨ªan asumirlo hoy el editor Jaume Vallcorba y el galerista Artur Ramon, autores de un sorprendente y fascinante ?lbum Manolo Hugu¨¦ (Quaderns Crema), que re¨²ne ¨¦ste y otros documentos de amigos, cr¨ªticos, escritores, galeristas y del propio artista escritos casi todos ellos en vida del escultor. "Se trata de ver c¨®mo era visto Manolo en su ¨¦poca, sin intermediarios, por eso hemos recurrido a documentos de ¨¦poca, algunos de los cuales eran in¨¦ditos o no se hab¨ªan traducido nunca hasta ahora", explica Vallcorba, que cita las cartas que le envi¨® al escultor el galerista Daniel-Henry Kahnweiler o las que el artista le mandaba a su esposa Tototte. "Est¨¢ bien huir de tanta interpretaci¨®n que se hace siempre de todo para recurrir a las fuentes primeras", a?ade Artur Ramon. Los dos se reconocen fervientes "manolistas" y su objetivo es reivindicar la figura de Hugu¨¦ como uno de los artistas m¨¢s relevantes del siglo XX.

Cada uno de los seis grandes apartados cronol¨®gicos del libro se inicia con un fragmento de la biograf¨ªa del escultor que escribi¨® Josep Pla, Vida de Manolo contada per ell mateix (Vida de Manolo contada por ¨¦l mismo), publicada por primera vez en 1927, que, indica Vallcorba, "le ha hecho bien y mal a Manolo". "Da la imagen de un perdulario simp¨¢tico, pero no entra tanto en el tema art¨ªstico ya que todo el ¨¦nfasis se pone en la personalidad del escultor", a?ade.

Jugosas an¨¦cdotas

Simp¨¢tico, locuaz, brillante y extravagante, la biograf¨ªa de Hugu¨¦ est¨¢ repleta de an¨¦cdotas jugosas. Desde el padre militar que, tras despreocuparse de ¨¦l, le hizo buscar para recriminarle las malas compa?¨ªas de su adolescencia, hasta su relaci¨®n con los modernistas de los 4 Gats o su etapa en Par¨ªs, donde frecuent¨® a Picasso, Apollinaire y Max Jacob. Siempre escaso de dinero, rob¨® y sable¨®. Su vida alcanz¨® cierta estabilidad de 1912 a 1932 al convertirse en uno de los artistas de Kanhweiler. Vinyet Panyella, autora de la biograf¨ªa que completa el volumen, indica que en su ¨²ltima etapa Hugu¨¦ sufri¨® las consecuencias de la Guerra Civil y la posguerra, desastrosas para el mercado del arte.

Buena parte de los documentos usados pertenecen a la Diputaci¨®n de Barcelona, que los tiene depositados en la Biblioteca de Catalu?a. La instituci¨®n ha realizado una edici¨®n especial para regalo del libro y ha organizado una exposici¨®n que recoge parte de esos fondos en el vest¨ªbulo de su sede de Can Serra. La exposici¨®n es modesta y consiste en varios plafones que siguen los apartados del libro y muestran en vitrinas las cartas, fotograf¨ªas y objetos personales del escultor.