Llega la calefacci¨®n alimentada con huesos de aceituna

Al menos 300 viviendas de la regi¨®n disfrutan este invierno de calefacci¨®n y agua caliente gracias a calderas que queman huesos de aceituna. Tambi¨¦n pueden usar c¨¢scaras de almendra, pero ¨¦stas est¨¢n este a?o m¨¢s caras.

La Consejer¨ªa de Econom¨ªa promueve la instalaci¨®n de estas calderas como parte del Plan Energ¨¦tico 2004-2012, que pretende impulsar el uso de biomasa como fuente de energ¨ªa. Por ello, subvenciona la instalaci¨®n de calderas de biomasa con hasta el 30% del coste de la inversi¨®n. La calefacci¨®n por biomasa sale hasta un 60% m¨¢s barata que la de gas¨®leo, y no contamina.

La biomasa constituye una de las fuentes de energ¨ªa m¨¢s respetuosas con el medio ambiente y su impulso es uno de los objetivos del mencionado plan energ¨¦tico de la Comunidad de Madrid. Aunque hasta el momento no es aplicable ni rentable en otros usos, como el transporte o la generaci¨®n de electricidad, s¨ª empieza a hacerse un hueco en los sistemas de calefacci¨®n de los hogares, donde tiene un gran potencial de crecimiento, seg¨²n fuentes del Gobierno regional.

El uso de subproductos alimentarios es uno de los objetivos del Plan Energ¨¦tico 2004-2012

La calefacci¨®n de biomasa quema dos subproductos de la industria alimentaria, como son los huesos de aceituna resultantes de la producci¨®n de aceite de oliva o las c¨¢scaras de almendra. De ellos, el primero es el m¨¢s utilizado en los dos ¨²ltimos a?os, porque, adem¨¢s de ser m¨¢s barato, tiene mayor poder calor¨ªfico.Otras fuentes de biomasa mucho menos utilizadas hasta el momento son los residuos agrarios (restos de cultivos o de la limpieza de bosques), o los cultivos energ¨¦ticos de plantaciones como el chopo o el cardo, dedicadas a producir energ¨ªa.

Econom¨ªa defiende el uso de los huesos de aceituna y las c¨¢scaras de almendra en los sistemas de calefacci¨®n por "su menor coste y su nula contaminaci¨®n ambiental, ya que, a pesar de que su quema emite di¨®xido de carbono [gas que contribuye al efecto invernadero], la cantidad emitida es la misma que emitir¨ªa igualmente en su descomposici¨®n natural, por lo que no altera artificialmente el equilibrio de gases en la atm¨®sfera", explica un portavoz. Adem¨¢s, no emite gases contaminantes como los derivados del azufre o el di¨®xido de nitr¨®geno.

Tambi¨¦n, destaca Econom¨ªa, es una fuente de energ¨ªa con grandes posibilidades de crecimiento por la enorme producci¨®n agr¨ªcola espa?ola y que deja muy pocos residuos: la quema de una tonelada de hueso de aceituna genera 100 gramos de ceniza, que los vecinos pueden utilizar como abono para las plantas.

Juan Cabello es el gerente de la empresa Calordom, la ¨²nica que por el momento instala en la regi¨®n este tipo de calderas. ?l destaca, adem¨¢s de los beneficios medioambientales de la calefacci¨®n por biomasa, su menor coste: "La factura por la calefacci¨®n por hueso de aceituna es un 60% m¨¢s barata que la de gas¨®leo o gas y un 20% que la de carb¨®n. Un vecino de un edificio de 40 vecinos pagar¨¢ una factura mensual de unos 30 euros al mes a pleno uso. Lo ¨²nico que es m¨¢s caro es la inversi¨®n en su instalaci¨®n, entre un 20% y un 30% m¨¢s cara que una de gas, por ejemplo". Pero esta diferencia coincide m¨¢s o menos con la subvenci¨®n del Gobierno regional. "Y se amortiza en tres o cuatro a?os por el menor coste del combustible", explica.

Seg¨²n Cabello, el sistema de aprovisionamiento es sencillo: "Los edificios reciben la carga de biomasa con un cami¨®n cisterna, que la descarga en un silo en menos de 45 minutos. El consumo anual en un edificio de 40 viviendas que tenga la calefacci¨®n funcionando 16 horas al d¨ªa durante seis meses es de unas 70 u 80 toneladas al a?o".

Cabello admite que el n¨²mero de calderas instalado es a¨²n peque?o en la regi¨®n, unas 35, pero que crece muy r¨¢pido: "En el ¨²ltimo a?o instalamos 15 en chal¨¦s unifamiliares y en comunidades de vecinos. Para el pr¨®ximo a?o ya tenemos encargos por la misma cantidad, que instalaremos durante los meses de verano".

Uno de los edificios que disfrutan de este tipo de calefacci¨®n es la comunidad de propietarios del paseo de La Habana, n¨²mero 12, de 16 viviendas y cuyo presidente es Jorge Turell. "Ten¨ªamos una antigua calefacci¨®n de carb¨®n y cuando decidimos cambiarla optamos por la de biomasa por dos razones. La primera es por conciencia ecol¨®gica, pero la de mayor peso fue la econ¨®mica", explica. "Hicimos n¨²meros y los comparamos con la calefacci¨®n a gas. Pero entre la subvenci¨®n del Gobierno regional y el menor coste del combustible, no tuvimos ninguna duda. Seg¨²n los c¨¢lculos del administrador, este a?o nos ahorraremos 6.000 euros", a?ade.

El mayor obst¨¢culo que encuentran las calderas de biomasa es legal. Un portavoz de Econom¨ªa explica que "en algunos casos estas instalaciones tienen dif¨ªcil encaje con el Reglamento Nacional de Instalaciones T¨¦rmicas en los Edificios del Gobierno central. La Comunidad est¨¢ estudiando desarrollar una normativa auton¨®mica que permita la expansi¨®n de estas instalaciones".