Argentina pone fin a medio siglo de deudas y conflictos con el FMI
El Banco Central abona en un solo pago cerca de 8.000 millones de euros
La decisi¨®n de cancelar por anticipado y en un solo pago la deuda fue anunciada el pasado 15 de diciembre por el presidente argentino, N¨¦stor Kirchner, dos d¨ªas despu¨¦s de que Brasil tomara una determinaci¨®n similar.
La cancelaci¨®n se realiz¨® con reservas de libre disponibilidad del Banco Central argentino, que ascend¨ªan hasta ayer a 28.045 millones de d¨®lares (23.400 millones de euros), de los que se destin¨® un 34% al pago al FMI. El abono se materializ¨® desde dep¨®sitos en el Banco Internacional de Pagos de Basilea y la Reserva Federal de Estados Unidos.
Con esta operaci¨®n, el Fondo se embols¨® el equivalente a 9.513 millones de d¨®lares, que sumados a pagos de vencimientos efectuados la semana pasada llevan el monto de la cancelaci¨®n a 9.574 millones de d¨®lares.
Reforma del sistema
El Gobierno argentino dijo que esta cancelaci¨®n anticipada de los compromisos que Argentina deb¨ªa saldar con el Fondo hasta 2008 abre una nueva etapa en la relaci¨®n con ese organismo y anticip¨® que bregar¨¢ por la reforma de la arquitectura financiera internacional.
La ministra de Econom¨ªa, Felisa Miceli, consider¨® que la cancelaci¨®n permite al pa¨ªs "mejorar su situaci¨®n econ¨®mica, financiera y fiscal, y tiene un alto valor pol¨ªtico y simb¨®lico ya que se recupera autonom¨ªa en las decisiones econ¨®micas".
Los analistas han considerado que la decisi¨®n tiene m¨¢s impacto pol¨ªtico que econ¨®mico, ya que con el pago Argentina suma mayor autonom¨ªa y poder de negociaci¨®n con otros acreedores y con las empresas de servicios p¨²blicos privatizadas, que ya no contar¨¢n con la fuerte presi¨®n que el FMI ejerc¨ªa en su favor.
Adem¨¢s, si bien Argentina, como afiliada al FMI, seguir¨¢ siendo sometida a revisiones anuales de su econom¨ªa, ya no estar¨¢ sujeta a duros ex¨¢menes trimestrales a sus cuentas p¨²blicas ni a las imposiciones de metas.
Argentina se incorpor¨® al FMI en 1956 y desde entonces ambas partes han firmado una veintena de programas financieros. Los primeros cortocircuitos con el FMI surgieron en la presidencia de Arturo Illia, tras la crisis econ¨®mica de 1962-1963, pero el golpe militar de Juan Carlos Ongan¨ªa en 1966 puso fin a las discrepancias y se aplic¨® un nuevo plan de estabilizaci¨®n.
El Gobierno peronista que lleg¨® al poder en 1973 cuestion¨® la permanencia en el FMI, pero mantuvo relaciones, hasta que la dictadura militar (1976-1983) fortaleci¨® los lazos con el organismo. Ya en los noventa, durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y la llegada de la convertibilidad entre el peso y el d¨®lar, la relaci¨®n se fortaleci¨® y Argentina se convirti¨® para el FMI en el "mejor ejemplo" de la aplicaci¨®n de sus recetas.
Pero este modelo comenz¨® a hacer aguas, y en 2001 el Fondo destin¨® unos 10.000 millones de d¨®lares a sostener el r¨¦gimen de convertibilidad, que finalmente feneci¨® por la crisis de 2002.
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