La desaparici¨®n pol¨ªtica del l¨ªder israel¨ª abre un periodo de gran incertidumbre
Las encuestas daban como gran favorito al partido de Sharon en las elecciones de marzo
Las decisiones de Ariel Sharon durante su trayectoria de m¨¢s de medio siglo han sido habitualmente traum¨¢ticas. Y el adi¨®s involuntario del primer ministro israel¨ª a la pol¨ªtica tambi¨¦n causar¨¢ probablemente una convulsi¨®n electoral. Hace s¨®lo mes y medio abandon¨® el Likud para fundar Kadima, el partido que se perfilaba como contundente triunfador en las elecciones del 28 de marzo y que ahora busca un l¨ªder que no podr¨¢ suplir el carisma del ex general. El Likud ser¨¢ el m¨¢s beneficiado por la ausencia de un dirigente que desata pasiones y que concita la confianza de la poblaci¨®n.
Desaparece de la escena israel¨ª el hombre que ha dominado a su antojo la vida pol¨ªtica del Estado jud¨ªo en el ¨²ltimo lustro. Hace s¨®lo seis semanas, Sharon caus¨® un cataclismo al abandonar el Likud, el partido que fund¨® en compa?¨ªa de Menahem Begin a comienzos de los setenta. Arrastrados por el l¨ªder carism¨¢tico, 13 diputados del Likud, tres dirigentes laboristas -entre ellos, el Nobel de la Paz Sim¨®n Peres-, parlamentarios de otros partidos y personalidades del mundo acad¨¦mico ingresaron en Kadima, que significa Adelante en lengua hebrea. En un sistema pol¨ªtico en el que prima el personalismo, el nuevo partido se ha quedado hu¨¦rfano; con las listas electorales a¨²n por confeccionar, y a la b¨²squeda de candidato para primer ministro. El futuro pol¨ªtico de los dirigentes que siguieron los pasos de Sharon es ahora incierto.
La totalidad de las encuestas otorgaban desde noviembre a Kadima 40 o m¨¢s diputados en el Parlamento de 120 esca?os. Y situaban al Likud con entre 12 y 15 asientos en la Kneset frente a los 40 que logr¨® en 2003, en una tesitura casi desesperada tras la fuga de varios de sus m¨¢s prominentes dirigentes, entre ellos el presidente del partido, Tzaji Hanegbi, y el ministro de Defensa, Saul Mofaz. El viceprimer ministro, Ehud Olmert, siempre fiel a Sharon y que ha asumido la jefatura del Gobierno, se perfila como el candidato de Kadima para la jefatura del Gobierno.
Una encuesta de ayer del diario Haaretz mostraba que Kadima manten¨ªa un nivel de apoyo similar, en torno a los 40 esca?os, ya sin Sharon como candidato. Pero el propio peri¨®dico subrayaba que el sondeo se hizo con la poblaci¨®n conmocionada por lo sucedido y que es demasiado pronto para sacar conclusiones.
El nuevo partido afronta el reto de demostrar que Kadima no es s¨®lo Sharon. Akiva Eldar, analista de Haaretz, comentaba ayer que "la elecci¨®n del heredero de Sharon es el reto principal. Si logran mantener la unidad y elaborar las listas electorales, podr¨¢n conservar gran parte del apoyo" que le ofrecen las encuestas. Sin el primer ministro al frente, es aventurado pronosticar cu¨¢l ser¨¢ el resultado de Kadima. Sobre todo porque algunos de los l¨ªderes que se sumaron al carro de Sharon tras abandonar sus anteriores partidos carecen del prestigio del enfermo. Meir Shitrit, ministro de Transportes y uno de los se?alados como probable sucesor de Sharon, afirm¨® ayer en contra de la opini¨®n m¨¢s extendida: "Kadima no es un hombre, sino un camino. Estamos en condiciones de sacar adelante el legado de Sharon". Va a ser complicado en un partido en el que el jefe del Ejecutivo acaparaba casi toda la atenci¨®n y en el que los dirigentes como Peres y Mofaz se han mantenido en un plano m¨¢s que discreto despu¨¦s de desertar del Partido Laborista y del Likud.
La desaparici¨®n pol¨ªtica del primer ministro ha abierto una carrera electoral que se antojaba poco re?ida. Ser¨¢ el Likud, encabezado por el ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, el m¨¢s beneficiado por el internamiento en el hospital del ex militar. Pero tambi¨¦n el liberal y laico Shinui, que cuenta con una quincena de esca?os, podr¨¢ conservar a buena parte de los votantes que promet¨ªan en los sondeos su preferencia por Sharon. La incertidumbre se ha adue?ado de una precampa?a que el nuevo l¨ªder del Partido Laborista, Amir Peretz, pretende centrar en los aspectos sociales.
Proceso de paz
El derrame cerebral sufrido por el gobernante tampoco favorecer¨¢ el proceso de paz con los palestinos, aunque, en la pr¨¢ctica, el propio Sharon lo manten¨ªa paralizado. Israel exige a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el desarme de las milicias antes de reanudar las negociaciones. Pero a 20 d¨ªas de las elecciones palestinas y a casi tres meses de las israel¨ªes, la convalecencia del ¨²nico dirigente con los arrestos necesarios para ejecutar medidas como la retirada de Gaza no augura avances a corto plazo en el proceso de paz.
Sharon nunca fue demasiado preciso sobre sus intenciones respecto a las colonias de la Cisjordania ocupada. Pero sus rivales -especialmente el ultraconservador Netanyahu, que se opuso a la retirada de Gaza y que encabez¨® la rebeli¨®n en el Likud que desemboc¨® en la fractura del partido- le acusaban de planear nuevas evacuaciones de asentamientos. Y los colaboradores pr¨®ximos al primer ministro tampoco se empe?aban en desmentir eventuales retiradas. Sin Sharon, ?qu¨¦ dirigente osar¨ªa llevar a cabo nuevas evacuaciones unilaterales? "S¨®lo Sharon puede impulsar el proceso de paz", asegur¨® Peres cuando anunci¨® que abandonaba el laborismo.
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