Proyectos en marcha junto a otros abandonados

Una sola imagen sirve para mostrar las dos caras de las obras p¨²blicas: la plaza de Cerd¨¤, en el l¨ªmite entre Barcelona y L'Hospitalet, con una inmensa mancha central donde no hay nada ni se espera nada. Un d¨ªa, hace ya siete a?os, estuvo previsto que all¨ª se instalara una escultura de Javier Mariscal. El proyecto result¨® inviable, se busc¨® una soluci¨®n distinta que tampoco lleg¨® a buen puerto, y ah¨ª est¨¢ el vac¨ªo que nadie se atreve a llenar ni sirve para otra cosa que para regular un tr¨¢fico que ya regulan los sem¨¢foros.

A escasos metros, progresa la transformaci¨®n de la ciudad con dos proyectos de envergadura, ambos con retraso, aunque de ¨ªndole diversa. A un lado, la Ciudad de la Justicia, revisada al completo por el tripartito al entender que el proyecto del Gobierno de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) era fara¨®nico e inviable. Otro, la transformaci¨®n de la calzada central de la Gran Via, ya en L'Hospitalet, en un paseo urbano. Obras inmensas, largas y molestas que, sin embargo, esconden la promesa de un cambio radical: lo que no fue sino una v¨ªa r¨¢pida hacia un futuro que acaba llegando a la misma hora, se convertir¨¢ en un n¨²cleo compartido por viviendas y comercios, con buena parte del tr¨¢fico soterrado.

El proyecto de soterramiento ya estaba impl¨ªcito en el que supuso la supresi¨®n de scalexctric que antes era la plaza de Cerd¨¤ y ahora se lleva a cabo, con mayor lentitud de la deseable, pero sin pausas estridentes. En comparaci¨®n con estas obras, las del puerto y el aeropuerto son desesperantes.