Falta de seguridad

He llevado a mi sobrina Teresa, de 10 a?os, al Palacio de Ferias y Congresos de M¨¢laga con el fin de pasar unas horas de ocio y disfrute a la muestra infantil de M¨¢laga. Todo un despliegue de actividades pensadas para la diversi¨®n de los ni?os y, por tanto, se supone, que con garant¨ªa de seguridad f¨ªsica. Teresa decide participar en una gymkana, una especie de recinto guiado por varios monitores donde los ni?os -en grupos o por parejas- pasaban por una serie de pruebas. Una de ellas consist¨ªa en que dos ni?os deb¨ªan luchar sobre un mont¨ªculo elevado de goma con sendos barrotes del mismo material.

La monitora que atend¨ªa dicha actividad, en vez de vigilar la seguridad del juego, estaba muy entretenida hablando con una compa?era, mientras mi sobrina fue derribada por su contrincante antes de ponerse de pie sobre dicho mont¨ªculo, con tal fuerza que sali¨® disparada de la colchoneta de seguridad y aterriz¨® de cabeza en el suelo. La respuesta por parte del responsable del Palacio de Ferias ha sido peor que la seguridad de la muestra, sencillamente se ha limitado a pedirme disculpas.

Pienso que una organizaci¨®n de este tipo, debe ofrecer una calidad en prevenci¨®n de riesgos y, como no, una calidad de servicio -especialmente cuando organiza actividades para ni?os-, tener prevista la atenci¨®n sanitaria y, por ¨²ltimo, disponer de un personal adecuado que sepa tratar este tipo de incidencias con profesionalidad y eficacia, y no se limite a pedir disculpas ante una falta de responsabilidad que ha puesto en peligro la vida de una ni?a -mi sobrina- y quien sabe si de m¨¢s ni?os.