La raz¨®n es de los clientes
El 15% de los establecimientos de hosteler¨ªa no permiten fumar y asumen que aplicar la ley les acarrear¨¢ p¨¦rdidas
El cliente siempre tiene la raz¨®n, a no ser que se encienda un cigarrillo. Son pocos, quiz¨¢ menos del 15%, seg¨²n los hosteleros, pero una parte de los bares y restaurantes espa?oles se han convertido en espacios libres de humo desde el pasado 1 de enero, d¨ªa en que entr¨® en vigor la ley antitabaco. Este texto dice que los locales de menos de 100 metros cuadrados de atenci¨®n al p¨²blico (sin contar cocina o almac¨¦n) pueden elegir ser de fumadores o de no fumadores; y los de m¨¢s 100 metros pueden habilitar una zona para fumadores separada con paredes, ventilada independientemente y que no puede representar m¨¢s del 30% del local.
En Madrid, al menos por el centro, es muy complicado encontrar un bar de menos de 100 metros para no fumadores. En el coraz¨®n de una de las zonas de ocio nocturno m¨¢s emblem¨¢ticas de la capital, el barrio de Malasa?a, Nuevas Croissanteries es uno de ellos. Pablo Provencia (53 a?os), el due?o, asume que va a perder quiz¨¢ hasta un 15% de clientela por no permitir fumar, pero conf¨ªa en que la gente poco a poco se ir¨¢ acostumbrando. "Aqu¨ª el trato con el cliente es muy personal; la mayor¨ªa ha entendido que tienen que fumar en la calle. Aunque tambi¨¦n hay gente que me ha dicho que dejar¨¢ de venir", se?ala Provencia. Se trata una pasteler¨ªa-cafeter¨ªa, donde "la gente entra por los bollos y el pan, y el humo estropea la calidad de los alimentos". "Adem¨¢s, ?ya est¨¢ bien de fumadores pasivos!", a?ade Pablo. Ni ¨¦l ni sus dos empleadas fuman.
En los alrededores de la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, una de las zonas m¨¢s tur¨ªsticas de la capital, mucho tendr¨¢ el paseante que andar, buscar y rebuscar para encontrar un local de menos 100 metros en los que est¨¦ prohibido consumir tabaco. El B¨®sforo, en la calle de Espoz y Mina, es un peque?o restaurante especializado en kebab (bocadillo de carne en pan de pita al estilo turco) en el que no est¨¢ permitido fumar. "Esto es muy peque?o, y el humo molesta", explica el encargado, Irfan Otnanollu (33 a?os). Irfan, que sale a la calle a fumar, tambi¨¦n est¨¢ resignado a perder dinero -"De cada 100 euros que entraban antes en la caja, 25 eran de fumadores", dice-, pero conf¨ªa en el cambio: "En ocho meses la gente no fumar¨¢ en los restaurantes", asegura.
Resulta m¨¢s f¨¢cil encontrar un local grande totalmente libre de humo. Un ejemplo, los seis restaurantes que la cadena El Museo del Jam¨®n en Madrid. La cafeter¨ªa Delfos, en el c¨¦ntrico Chamber¨ª, tambi¨¦n tiene mas de 100 metros cuadrados y no permite fumar. "No nos ha quedado m¨¢s remedio, porque no podr¨ªamos hacer las obras de reforma", dice el due?o, Mauricio Crespo. El responsable del local se refiere a las obras para acondicionar la zona de fumadores y, aunque la Comunidad de Madrid a¨²n no ha publicado el reglamento auton¨®mico de la ley, ¨¦l asegura que ya sabe lo que le van a pedir: "Salida de incendio independientes, servicios independientes..., imposible. Si el ayuntamiento ni siquiera nos permitir¨ªa tocar la fachada..., imposible". Asegura adem¨¢s que est¨¢n la barra est¨¢n perdiendo "300 euros al d¨ªa, por ejemplo, ya no viene nadie a echar la partida [de cartas]" explica. Y concluye, resignado: "Ya he tenido que despedir a dos personas". Ahora son 11 trabajadores.
La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, estim¨® ayer en 2.000 millones de euros el hipot¨¦tico coste de la financiaci¨®n de los f¨¢rmacos antitabaco. "No se puede imponer esa obligaci¨®n [la de pagar con dinero p¨²blico la medicaci¨®n] con car¨¢cter general", dijo.
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