El a?o del billete electr¨®nico
Los partidarios del billete de avi¨®n tradicional, el de papel, tendr¨¢n que pens¨¢rselo dos veces a partir de ahora. El pasado 4 de enero, Iberia comenz¨® a aplicar un recargo adicional de 15 euros por billete impreso en aquellos vuelos en los que el cliente tiene la posibilidad de optar por un billete electr¨®nico o ciberticket. Hasta ahora, la diferencia de precio entre las dos modalidades se reduc¨ªa a tres euros. Spanair estudia adoptar una medida similar, aunque a¨²n no ha concretado ni la fecha de aplicaci¨®n ni el importe del cargo.
Con este gravamen se pretende reducir los elevados gastos de impresi¨®n en papel (7,60 euros por billete), una medida que se enmarca en la actual pol¨ªtica de reducci¨®n de costes con que las compa?¨ªas tradicionales tratan de hacer frente a la situaci¨®n creada por la escalada del precio del combustible (un 56% en el ¨²ltimo a?o), las nuevas indemnizaciones por sobreventa y retrasos (600 millones de euros en 2005) y la fuerte competencia de las aerol¨ªneas de bajo coste. Las p¨¦rdidas acumuladas en el sector durante los ¨²ltimos cinco a?os superan los 34.000 millones de euros, seg¨²n la Asociaci¨®n Internacional de Transporte A¨¦reo (IATA).
Seguro, m¨¢s barato y ecol¨®gico
Adem¨¢s de ser m¨¢s barato para el viajero, a favor del billete electr¨®nico cuentan la seguridad, la comodidad y el ahorro de tiempo. Es imposible perderlo u olvidarlo porque s¨®lo existe en la base de datos de la compa?¨ªa a¨¦rea. La reserva se puede hacer directamente por Internet o por tel¨¦fono, sin necesidad de desplazarse, o por las v¨ªas tradicionales: en agencias de viajes o en las oficinas y mostradores de aeropuerto de las propias compa?¨ªas. Adem¨¢s, su implantaci¨®n definitiva reducir¨¢ el consumo de papel necesario para la fabricaci¨®n de los m¨¢s de 350 millones de billetes f¨ªsicos que, seg¨²n la IATA, se emiten cada a?o en el mundo.
Una vez hecha la reserva, la confirmaci¨®n y los detalles del viaje se reciben por correo electr¨®nico o fax, o se recogen en las oficinas emisoras. Para obtener la tarjeta de embarque s¨®lo se necesita el c¨®digo localizador (un grupo de letras y/o n¨²meros que se asigna en el momento de hacer la reserva) y un documento de identificaci¨®n (DNI, pasaporte, tarjeta de residente o tarjeta de viajero frecuente). El pasajero debe presentarse en el aeropuerto con la misma antelaci¨®n que con un billete de papel. Los compradores del billete electr¨®nico pueden facturar el equipaje de forma tradicional o a trav¨¦s de las m¨¢quinas de facturaci¨®n expr¨¦s, lo que permite ahorrarse las colas y beneficiarse de puntos extra en los programas de fidelizaci¨®n.
Adi¨®s al papel
El billete de papel tiene los d¨ªas contados. British Airways lo ha eliminado ya en el 70% de sus rutas, y seg¨²n el informe anual de la IATA que present¨® el pasado 14 de diciembre en Ginebra su director general, Giovanni Bisignani, desaparecer¨¢ por completo en 2008, lo que supondr¨¢ un ahorro de casi 2.500 millones de euros.
Las compa?¨ªas de bajo coste fueron las primeras en ofrecer el ciberticket. La irlandesa Ryanair, por ejemplo, dej¨® de emitir billetes de papel en 2000, coincidiendo con el lanzamiento de su p¨¢gina web, mientras que la espa?ola Vueling s¨®lo utiliza billetes electr¨®nicos desde su creaci¨®n, en 2002. Iberia ofrece el ciberticket en todos sus vuelos nacionales, incluidos los del puente a¨¦reo entre Madrid y Barcelona, y en la mayor¨ªa de las rutas de su red internacional, con la excepci¨®n de varios destinos africanos, las ciudades suizas de Ginebra y Basilea, y las que opera su filial Air Nostrum a Cagliari, N¨¢poles, Pisa y Verona, en Italia. El 96% de los billetes de los vuelos nacionales y el 77% de los internacionales que vende directamente Iberia -un 20 % del total- se emiten en formato electr¨®nico. En el 80% restante, que se distribuye a trav¨¦s de agencias de viajes, estos porcentajes son del 70% y del 47%, respectivamente.
Air Europa emplea el ciberticket en la mayor¨ªa de sus rutas dom¨¦sticas y en sus vuelos a Par¨ªs, mientras que Spanair lo ofrece en todos los vuelos nacionales y en las rutas a Estocolmo y Copenhague.
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