La belleza de las curvas
Un estudio rastrea geometr¨ªas controladas en arquitectura, ingenier¨ªa y m¨²sica
"La curva es la l¨ªnea de los dioses". La frase de Antoni Gaud¨ª figura junto a una fotograf¨ªa del parque G¨¹ell, de Barcelona, que aparece en el volumen El libro de las curvas, publicado por la Fundaci¨®n Esteyco (www.esteyco.es), fundada y presidida por el ingeniero Javier Rui-Wamba. Los arquitectos Pablo Olalquiaga (1972) y Alfonso Olalquiaga (1979) han rastreado curvas "rigurosas y bellas" en las matem¨¢ticas, la naturaleza, la m¨²sica, la ingenier¨ªa y la arquitectura. Las im¨¢genes aparecen en el libro junto a peque?os textos de diferentes autores, unido a un pr¨®logo de Javier Rui-Wamba y un ep¨ªlogo del Estudio Cano Lasso sobre un escrito del arquitecto. "Las curvas est¨¢n de moda", afirman los autores.
El an¨¢lisis de las curvas matem¨¢ticas (cicloides, catenaria, clotoide, estrofoide) llev¨® a los dos arquitectos a observar otras "formulaciones claras y precisas" en distintos campos. La espiral de Arqu¨ªmedes, los anillos de Saturno, la corneta de pistones, el enlace de comunicaciones de la Trinidad, de Barcelona, la ?pera de Sidney de Utzon, el metro de El Cairo o el tobog¨¢n del parque acu¨¢tico de Devon tienen en com¨²n "su honestidad: son como tienen que ser, no son caprichosas y no dejan nada al azar".
El libro de las curvas reflexiona "sobre el uso comprometido de las formas curvas y el experimento con las formas libres en cualquier disciplina, pero a trav¨¦s de controlar la forma con una geometr¨ªa". "La curva est¨¢ de moda, sobre todo en la arquitectura. La arquitectura debe ser un proceso pl¨¢stico, pero a su vez intelectual. Actualmente primero aparece la curva y m¨¢s adelante, si se llega a construir, se piensa c¨®mo se construye. La 'forma sigue a la funci¨®n' se ha invertido por la 'funci¨®n sigue a la forma', un punto de partida a nuestro juicio err¨®neo, aplicable al uso de la curva como al del ¨¢ngulo recto". "La curva no se percibe de una forma tan inmediata como sucede con la recta. La curva es posible percibirla de diferentes formas seg¨²n sea el ¨¢ngulo o la perspectiva que se tome. Cada proyecto concreto demandar¨¢ el uso de unas formas u otras, pero ¨¦stas tendr¨¢n que estar controladas por una geometr¨ªa". Los autores recuerdan la opini¨®n del arquitecto J?rn Utzon sobre el mundo de la forma curva, que no se puede alcanzar siempre por medio de arquitectura rectangular, como los cascos de naves, cuevas y esculturas.
De utilizar reglas y escuadras para trazar rectas, y compases y plantillas para las curvas, se ha pasado al empleo del ordenador como nueva herramienta de trabajo. "Se consegu¨ªa controlar de una manera inmediata las formas tanto rectas como curvas en un proyecto. Al generar curvas, ten¨ªan que estar forzosamente controladas por una geometr¨ªa. El ordenador, lejos de convertirse en instrumento de representaci¨®n de la arquitectura, se ha situado como herramienta para proyectar".
El estudio se inicia con las curvas planas famosas, desde el saber griego, el renacimiento, las geometr¨ªas fractales y la teor¨ªa del caos, "en donde se unen el rigor de la geometr¨ªa y la belleza de sus formas". "La curva es natural, est¨¢ en la naturaleza, y la recta pertenece al hombre en su af¨¢n por ordenar, organizar y unir dos puntos de la forma m¨¢s directa". A?aden que en la naturaleza, las formas curvas no son caprichosas, no est¨¢n trazadas al azar. "La curva bella es aquella que, al igual que en la naturaleza, no est¨¢ trazada al azar y responde a una geometr¨ªa".
Otros cap¨ªtulos est¨¢n dedicados a la m¨²sica, en los instrumentos, en las partituras y en el baile, "que adopta la curva como esencia". En la ingenier¨ªa (puentes, canales, presas, sistemas viarios) se siguen las leyes de las matem¨¢ticas y la f¨ªsica, y en la arquitectura, el muestrario de obra cl¨¢sicas y modernas, algunas poco medi¨¢ticas, coinciden "en el rigor y la belleza", y tambi¨¦n en la "intuici¨®n y m¨¦todo, arte y ciencia".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.