M¨¢s que una mujer
Las elecciones en Chile han hecho mucho m¨¢s que llevar por primera vez a una mujer a la presidencia de la Rep¨²blica. Con la socialista Michelle Bachelet, supone la llegada al poder de una nueva generaci¨®n. Su triunfo se suma a los resultados de las legislativas del 11 de diciembre, que por vez primera desde el restablecimiento de elecciones libres en 1990 otorgan a la concertaci¨®n de centro-izquierda mayor¨ªa absoluta en ambas c¨¢maras, una vez suprimida la herencia pinochetista de los senadores designados. Bachelet podr¨¢ llevar adelante su programa sin problemas parlamentarios, salvo para la reforma constitucional. La figura de Pinochet, anciano y con el aliento de la justicia por algunos de los cr¨ªmenes cometidos en su cogote, ha estado pr¨¢cticamente ausente de estos comicios, aunque a¨²n pesa lo suficiente para restarle a la derecha la credibilidad necesaria para aspirar un d¨ªa a ganar.
M¨¦dica, de 54 a?os, separada y madre de tres hijos, hija de un militar leal a Allende que muri¨® tras ser torturado por los golpistas, represaliada a su vez y exiliada, ministra de Salud y luego de Defensa en el Gobierno saliente de Ricardo Lagos, Bachelet presenta un perfil poco habitual en pol¨ªtica. Es garante de la tolerancia, pues, como ha afirmado, ha sido "v¨ªctima del odio". En su victoria ha influido el voto de las mujeres, tradicionalmente m¨¢s a la derecha en Chile. Su llegada al palacio de la Moneda y su promesa de Gobierno paritario reverberan ya mucho m¨¢s all¨¢ de Chile. Hoy hay mujeres al frente de Gobiernos elegidos democr¨¢ticamente en pa¨ªses de los cinco continentes.
El momento presenta grandes retos para Bachelet. Internamente, Chile ha vivido un indudable ¨¦xito macroecon¨®mico que nadie quiere poner en peligro, pero que obliga a la pr¨®xima presidenta a enfrentarse a la creciente desigualdad social. Las 36 primeras medidas que ha dise?ado incluyen desde becas para los estudios de los m¨¢s pobres a m¨¢s cuidado para la tercera edad. Pero el desaf¨ªo m¨¢s grande es la reforma, antes de 2010, del sistema de pensiones por capitalizaci¨®n, para que no se quede sin una m¨ªnima protecci¨®n la mitad de los chilenos que vayan accediendo a la jubilaci¨®n. Externamente, tendr¨¢ que afrontar una vecindad complicada por el ascenso de los populismos de izquierdas en Ecuador, Venezuela, Bolivia y, previsiblemente, Per¨².
Aunque Bachelet ha ganado por cuatro puntos m¨¢s que Ricardo Lagos en 1999, ¨¦ste se despide el 11 de marzo de la presidencia con una popularidad sin precedentes y un reconocimiento exterior como hombre de Estado, como el mejor presidente que se recuerda en Chile. Le cede a la primera presidenta un buen capital pol¨ªtico. Pero Bachelet ser¨¢, sin duda, ella misma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.