Ferrari, ganar o cambiar

El denominador com¨²n del trabajo que lleva a cabo Michael Schumacher en las pruebas de Jerez, primero, y Fiorano, despu¨¦s, es que siempre se sube al coche por la parte izquierda, una de sus escasas man¨ªas, adquirida cuando era ni?o y ya descollaba en las carreras de karts. Sea en su m¨¢s intenso encuentro anual con la prensa en Madonna di Campiglio, cerca de Trento, en los Alpes italianos, o en actos promocionales, como el que tuvo lugar ayer mismo en M¨²nich, el alem¨¢n est¨¢ tan harto como preparado para que le pregunten si va a retirarse la pr¨®xima temporada. A sus 37 a?os, nueve por encima de la media de edad de los pilotos de la F¨®rmula 1, la duda planear¨ªa de cualquier modo, pero no con tanta insistencia, si la pasada temporada no le hubiera destronado un joven llamado Fernando Alonso en el que se ha reconocido a s¨ª mismo, pero con 12 a?os menos, cuando conquist¨® el primero de sus siete t¨ªtulos mundiales. La sombra de Alonso aletea de tal manera que parece m¨¢s descort¨¦s cit¨¢rsela a Schumi que ametrallarle con preguntas acerca de su adi¨®s.

"Renault tiene resultados constantes y fiables. ?sa es su gran fuerza", dice el alem¨¢n

"He visto poco el nuevo Renault. Tiene buena pinta, pero hay que verle tras las carreras"

Todo es m¨¢s soportable en el peque?o pueblo alpino, donde puede pasar inadvertido esquiando en los m¨¢s de 60 kil¨®metros de pistas o subiendo a lomos de un quad de nieve. Le apasiona esquiar, pilotar, jugar al f¨²tbol, cabalgar, escalar y, por encima de todo, competir. Se divirti¨® de lo lindo en Campiglio, donde disput¨® una carrera sobre hielo en peque?os utilitarios todoterreno junto a sus compa?eros de escuder¨ªa y los motoristas Loris Capirossi y Sete Gibernau, de Ducatti, en la que curiosamente no pudo superar al espa?ol. Acostumbrado a arrastrar multitudes a su paso, para ¨¦l es un placer atender a la docena de chavales que le piden aut¨®grafos mientras deja los esqu¨ªs para almorzar en uno de los muchos restaurantes que flanquean las laderas. Hace a?os que se repite el ritual, una semana de relajaci¨®n en la que Schumacher expone sus planes y eval¨²a la temporada, s¨®lo que esta vez, a diferencia de las anteriores, no se trata de continuar en la cima, sino de reconquistarla.

El c¨®nclave se instaur¨® cuando lleg¨® a Ferrari el ¨ªnclito Jean Todt, el hombre que desde la direcci¨®n deportiva empez¨® a cambiar el destino de un equipo que llevaba 20 a?os sin ganar nada, que en sus propias palabras viv¨ªa en la psic¨®sis de la derrota. En 1996 fich¨® a Schumacher, con el que form¨® una alianza que arras¨® desde 2000 hasta que ha irrumpido el precoz Alonso. Los dos, Schumacher y Todt, Todt y Schumacher, deben decidir en los pr¨®ximos meses si en 2007 van a seguir o no en Ferrari. La paradoja es que en una escuder¨ªa tan poderosa, tan triunfante en los ¨²ltimos tiempos como la roja, una derrota contundente como la del a?o pasado no fuerza cambios en las piezas clave, pero s¨ª condiciona de forma decisiva la posibilidad de un nuevo ciclo. De volver a producirse en los pr¨®ximos seis meses la evidente falta de competitividad de 2005, la retirada de Schumacher y Todt est¨¢ cantada.

?Se cerrar¨¢ un ciclo? ?Habr¨¢ un antes y un despu¨¦s? ?Lo marc¨® ya Alonso en 2005? ?Ser¨¢ capaz Schumacher de volver al trono, de mantener a raya a la nueva generaci¨®n de Alonso y el finland¨¦s Kimi Raikkonen? Las carreras lo determinar¨¢n, pero en Campiglio, entre bajadita de esqu¨ª y fiestas, Schumacher solt¨®: "El a?o 2005 fue muchas veces frustrante. No quiero vivir una situaci¨®n similar. Quiero ser competitivo. Comet¨ª errores. Hicimos 90.000 kil¨®metros y los resultados fueron malos. El final fue tan negativo que nos despert¨® y nos ha estimulado a trabajar en la direcci¨®n de los anteriores".

La detecci¨®n de los errores en los que incurri¨® Ferrari se adivina clave si desea volver a estar por encima de Renault, de McLaren, del resto de las escuder¨ªas. Se vaticina un punto de inflexi¨®n basado en los cambios de reglamento. Se trata de asuntos t¨¦cnicos, de aerodin¨¢mica, de neum¨¢ticos. El pasado invierno, los fabricantes se aplicaban en la consecuci¨®n de gomas para largas distancias. Ahora, en vista de que de nuevo ser¨¢n permitidos los cambios de las mismas durante las carreras, Bridgestone y Michelin vuelven a desarrollar las ruedas de sprint, para un n¨²mero relativamente corto de kil¨®metros.

Con la reducci¨®n de potencia de los motores, con el paso de los V-10 a los V-8, se han mitigado los problemas aerodin¨¢micos de los Ferrari, especialmente los que afectaban al difusor y a los bajos traseros de sus coches. "El reglamento es igual para todos. Har¨¢ todo m¨¢s f¨¢cil. No quiere decir que seamos m¨¢s competitivos, aunque seguramente nos evitar¨¢ perder algunos segundos como el a?o pasado", dice Schumacher. El nuevo Ferrari empez¨® a rodar ya en Fiorano, pintado de color negro y en una sesi¨®n a puerta cerrada, y ser¨¢ presentado, ya de color rojo, ma?ana en Mugello. Despu¨¦s de las primeras pruebas, efectuadas en Jerez con un Ferrari de 2005, Schumi es optimista: "Las se?ales de este invierno son alentadoras. Parece que estamos corriendo con el paso justo. Los resultados son el fruto del esfuerzo de hace unos meses. Eso nos da un mayor empuje y una mayor motivaci¨®n".

Sin embargo, el siete veces campe¨®n del mundo alude a la sofisticaci¨®n de la F-1 para explicar algunas de sus dudas sobre lo acontecido durante la pasada temporada. "No s¨¦ explicar por qu¨¦ fuimos competitivos en Imola y no en el resto de los circuitos. Pero entendimos los errores que cometimos en lo que se refiere a la aerodin¨¢mica. Quiz¨¢ todos rendimos menos y trabajamos a un nivel inferior. No es s¨®lo un factor individual, es una cuesti¨®n de detalles en su conjunto". En Campiglio, Schumacher traz¨® objetivos y conjetur¨® sobre su adaptaci¨®n y la de su escuder¨ªa a las novedades del campeonato. Da la sensaci¨®n de que lo tiene todo bajo control a pesar de que en estos d¨ªas lo realmente decisivo es el trabajo de los ingenieros y operarios en la f¨¢brica de Maranello. De hecho, en Campiglio hubo menos de una decena de trabajadores de Ferrari, aunque junto a ellos se mueve todo un ej¨¦rcito de colaboradores, los que despliega uno de sus principales patrocinadores, Philip Morris. El trabajo decisivo lo manejan Todt y el director t¨¦cnico, Ross Brawn, en Maranello, donde la factor¨ªa de Ferrari da empleo a m¨¢s de 900 empleados. Schumi, aunque est¨¦ esquiando o atendiendo mil y un compromisos publicitarios, sigue la concepci¨®n del nuevo coche minuto a minuto y no duda en apretar su ya densa agenda para probarlo, sea en Jerez, sea en Maranello, donde y cuando sea necesario. "Tengo hambre de ¨¦xito", deja ir el germano, que no se altera por nada. C¨®mo va hacerlo un piloto cuyas pulsaciones no pasan de las 140 por minuto en la salida de un gran premio, 60 menos que las de la mayor¨ªa de sus colegas. Ni siquiera cuando se le insiste en la pregunta de siempre. "He dicho muy claro que a mitad de temporada decidir¨¦ si contin¨²o o no. Pero tampoco quiero mentir. Nunca est¨¢s seguro de si trabajar¨¢s los pr¨®ximos diez a?os en la misma empresa". ?Pero ser¨ªa posible que Schumacher concluyera su carrera en otro equipo, sin ir m¨¢s lejos en el de Red Bull, en el que milita su hermano Ralf y cuyo propietario, fiel a la agresiva pol¨ªtica de escuder¨ªa, dice que estar¨ªa dispuesto a pagar su astron¨®mico sueldo? "Para ser m¨¢s claro, si decidiera continuar, en el 99,99% de los casos lo har¨ªa en Ferrari", sentencia.

La edad, para este piloto que admira a Zidane, futbolista del Madrid, del que dice que est¨¢ a la altura de las m¨¢s grandes leyendas del f¨²tbol mundial de todos los tiempos, no parece ser un factor decisivo. "No creo que los pilotos seamos como los futbolistas, que se retiran a finales de los treinta. Alain Prost fue campe¨®n del mundo casi con 40 [a?os]", se?ala en referencia al t¨ªtulo mundial que el piloto franc¨¦s consum¨® en 1993 cuando ten¨ªa 38 a?os y siete meses, y tambi¨¦n al brit¨¢nico Nigell Mansell, que en 1992 se proclam¨® campe¨®n con 39 a?os reci¨¦n cumplidos.

Marc Gen¨¦, que esta temporada continuar¨¢ ejerciendo como piloto probador de Ferrari, dice sobre su jefe de filas: "Nunca he visto un piloto tan bueno como Schumacher. No s¨®lo por su conducci¨®n, sino por su mentalidad. Con el paso de los a?os, se puede perder motivaci¨®n. Pero, en su caso, es todo lo contrario. Cada vez tiene m¨¢s est¨ªmulos. Es un gran motivador del equipo. Se puede preguntar a quien se quiera. A los mec¨¢nicos, a todos. Es tan correcto que a veces ¨¦l mismo quiere hacer una prueba que, en principio, deber¨ªa hacer yo o cualquier otro. Es donde est¨¢ la diferencia".

La situaci¨®n de Alonso, que defender¨¢ su t¨ªtulo con Renault, pero consciente ya de que la pr¨®xima temporada llevar¨¢ el volanta de McLaren, es objeto de comentario en Ferrari. "El ¨²nico referente es el del colombiano [Juan Pablo] Montoya con Williams antes de que se fuera a McLaren. Nos choca un poco el modo de proceder de Alonso. Pero el equipo seguramente estar¨¢ con ¨¦l. Aunque podr¨ªa existir alg¨²n aspecto del desarrollo del coche que no vea. Si tiene posibilidades de ganar, le revelar¨¢n todo. Si no, se lo esconder¨¢n", opina Gen¨¦. Todt va m¨¢s all¨¢ y expresa a la perfecci¨®n la susceptibilidad que impera en el mundo de la F-1 y dibuja ya una hipot¨¦tica situaci¨®n de final de campeonato. "Si Alonso no llega con posibilidades para renovar el t¨ªtulo, podr¨ªa fastidiarnos si McLaren y Ferrari son los que luchan". Es decir, imagina ya el director general de la escuadra italiana que Alonso, en tal caso, trabajar¨ªa para la que ser¨¢ su marca en 2007.

Schumacher es m¨¢s tibio en su opini¨®n acerca de Alonso y de la firma francesa. "Renault tiene resultados constantes y fiables. ?sa es su gran fuerza. Otros equipos no han sido tan competitivos. He visto poco el nuevo Renault. Tiene buena pinta, pero es dif¨ªcil ver los coches durante las pruebas porque tratan de esconderlos al m¨¢ximo y enseguida los meten en los talleres. Por eso es bueno verlos tras las carreras", afirma.

Es conocida la costumbre del alem¨¢n de observar con lupa los b¨®lidos de sus principales rivales a la conclusi¨®n de cada gran premio, algo s¨®lo factible cuando concluye entre los tres primeros, que son los que coinciden en el parque cerrado del podio. Hasta el a?o pasado, Schumi siempre estaba en el caj¨®n. A partir del pr¨®ximo 12 de marzo, cuando arranque la temporada, en Bahrein, desea reanudar la tradici¨®n. De lo contrario, su adi¨®s a Ferrari y probablemente a la F-1 est¨¢ cantado.