La distancia entre programa y reforma
El Gobierno aprob¨® el pasado viernes el anteproyecto del impuesto sobre la renta y el de sociedades. Se trata de la primera reforma fiscal elaborada por el Ejecutivo de Rodr¨ªguez Zapatero y ha habido una coincidencia generalizada de que se trata de unos cambios muy moderados, nada rupturistas con la situaci¨®n actual. B¨¢sicamente las variaciones son las siguientes: en el IRPF un tipo m¨¢ximo del 43%, un m¨ªnimo del 24% que incluye un primer tramo a tipo cero que engloba lo que hasta ahora se conoce como m¨ªnimo personal y familiar, y un tipo ¨²nico del 18% para todas las rentas provinientes del ahorro; en cuanto al Impuesto de Sociedades (IS), se rebaja gradualmente lo que pagan las empresas por sus beneficios, de un tipo del 35% a otro del 30%.
El secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, declar¨® en la SER que se trata de la primera reforma fiscal, pero no la ¨²nica. Con ello quer¨ªa atajar las cr¨ªticas de los que afirman que los cambios aprobados se han quedado a medio camino de lo que dec¨ªa el programa electoral del PSOE. Cuando sac¨® las tropas de Irak, Zapatero dijo una frase solemne susceptible de aplicar a todo lo prometido: "Lo que se dice, se hace".
?Qu¨¦ dice la propuesta fiscal socialista, contenida en su programa electoral?: que hay que hacer una reforma fiscal profunda, entre otras cosas porque la "carga tributaria soportada por los asalariados por cuenta ajena, v¨ªa IRPF, es excesiva, fundamentalmente en relaci¨®n con la de empresarios y profesionales. La distribuci¨®n de la renta de los contribuyentes en el IRPF no se corresponde con la verdadera distribuci¨®n de la renta en la sociedad espa?ola". Uno de los ejes de la reforma del Impuesto de Sociedades es, seg¨²n ese compromiso electoral, "la convergencia entre el tipo del IS y el tipo del ¨²ltimo tramo en el IRPF, desincentivando la creaci¨®n de sociedades por motivo de elusi¨®n fiscal".
El programa electoral, en materia fiscal, ya hab¨ªa sido rebajado de contenidos en relaci¨®n con muchas de las cosas que se hab¨ªan dicho en la campa?a. Recu¨¦rdese que tanto el principal asesor de Zapatero en materia econ¨®mica, Miguel Sebasti¨¢n, como el hoy ministro de Administraciones P¨²blicas, Jordi Sevilla, defendieron el tipo ¨²nico en el IRPF, siguiendo una tendencia que hoy es mayoritaria en muchos pa¨ªses de la ampliaci¨®n europea (Angela Merkel se present¨® en Alemania con la propuesta de un tipo impositivo ¨²nico del 25%, elaborada por su gur¨² Paul Kirchhoff, que a punto estuvo de costarle la victoria). En su libro De nuevo socialismo, una actualizaci¨®n de las bases ideol¨®gicas de la socialdemocracia contempor¨¢nea, Sevilla escrib¨ªa sobre la reforma fiscal: "Una reforma que debe incluir los siguientes principios: equiparar la tributaci¨®n de las rentas del trabajo y del capital; reducir la tributaci¨®n del trabajo e incrementar la del patrimonio y el medio ambiente; evitar los agujeros por los que hoy se escapan de la tributaci¨®n del IRPF quienes tienen medios para ello... Desde el nuevo socialismo estamos proponiendo un tipo ¨²nico, eventualmente con un recargo, como la mejor f¨®rmula para equiparar la tributaci¨®n de las rentas del capital y del trabajo". Cada uno debe medir la distancia que a¨²n resta entre las promesas y las reformas reales. Todo ello quiz¨¢ le parezca muy interesante al vicepresidente Pedro Solbes, pero para el responsable econ¨®mico de un Gobierno lo prioritario es asegurar la recaudaci¨®n.
La aprobaci¨®n de las medidas del Consejo de Ministros coincid¨ªan en el tiempo con la publicaci¨®n de un excelente reportaje titulado El gran agujero fiscal, de Jos¨¦ Luis Barber¨ªa (EL PA?S de 16 y 17 de enero pasados). En ¨¦l se recordaba que las rentas del trabajo supusieron en 2005 el 80% de los ingresos del IRPF, frente a los escu¨¢lidos 7% y 11% aportados respectivamente por el capital y las actividades econ¨®micas y profesionales. El periodista se preguntaba: "?C¨®mo se explica que en determinados segmentos de la actividad econ¨®mica los empresarios ganen menos que sus empleados?". Las medidas tomadas por el Ejecutivo socialista no responden a esta cuesti¨®n.
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