Google acepta la censura del r¨¦gimen de Pek¨ªn para competir en el mercado chino
La nueva versi¨®n china impide la b¨²squeda de expresiones como "derechos humanos"
Google ha resuelto un conflicto entre la ¨¦tica y el dinero con una decisi¨®n que, seg¨²n los analistas, sacrifica lo primero para conseguir lo segundo: la empresa de b¨²squedas por Internet ha aceptado finalmente la censura impuesta por el Gobierno de China con tal de competir en ese mercado de suculentas posibilidades. Los buscadores de Yahoo! y Microsoft ya aceptaron en su d¨ªa las mismas restricciones. Los usuarios chinos, sometidos a las restricciones cibern¨¦ticas de su Gobierno, acceder¨¢n a una versi¨®n reducida de Google en la que, por ejemplo, no se puede buscar la expresi¨®n "derechos humanos".
La versi¨®n china de Google (www.google.cn) proh¨ªbe la b¨²squeda de 1.000 t¨¦rminos y expresiones o manipula los resultados para mostrar los que se ajustan a la pol¨ªtica del Gobierno de Pek¨ªn. Entre los t¨¦rminos prohibidos figuran lo que ya se conoce como "las tres t": Tibet, Taiw¨¢n y Tiananmen. Google ha censurado toda la informaci¨®n referente a la independencia de Tibet o Taiw¨¢n y no se puede encontrar ninguna referencia a la masacre de la plaza de Tiananmen.
Tampoco se facilitan enlaces a la secta prohibida Falun Gong ni se permite acceder a informaci¨®n sobre el sistema de supremac¨ªa pol¨ªtica del partido comunista o a explicaciones sobre la palabra "democracia".
Una b¨²squeda de las palabras "Falun Gong" en las p¨¢ginas convencionales de Google ofrece m¨¢s de dos millones de enlaces; el primer resultado de la b¨²squeda es un enlace a las p¨¢ginas propias de la organizaci¨®n. La misma b¨²squeda en el servidor chino de Google ofrece s¨®lo 11.800 resultados, y todos ellos negativos contra Falun Gong: "Miembros de Falun Gong encarcelados" es el primero, seguido de "Prohibir Falun Gong", "Falun Gong secuestra una se?al de sat¨¦lite", "Falun Gong es antihumanitario, anticient¨ªfico y antisocial", etc¨¦tera.
El buscador de Google en China tambi¨¦n ha eliminado los enlaces a los principales medios de comunicaci¨®n del resto del mundo, incluido The New York Times, la CNN o la BBC.
En realidad, Google no estaba prohibido en China en su versi¨®n internacional, pero las b¨²squedas estaban sometidas al filtro del Gobierno (conocido como La Gran Muralla china) y, por tanto, llegaban al usuario con una lentitud poco operativa. Se calcula que la brigada cibern¨¦tica del Gobierno dedicada al seguimiento y la censura de contenidos est¨¢ formada por m¨¢s de 30.000 agentes. Ahora, al abrir un servidor en China ajustado a las leyes de la censura, Google puede competir en igualdad de condiciones en cuanto a velocidad de acceso.
No por casualidad, la decisi¨®n de Google llega cuando su penetraci¨®n en el mercado de ese pa¨ªs declinaba a favor del buscador local Baidu, que tiene el 40% del mercado frente al 28% de Google. Yahoo! y Microsoft, que ya hab¨ªan aceptado la censura, tienen una penetraci¨®n menor en ese mercado pero mostraban una inquietante tendencia al alza. Todos, salvo Google, aceptaban la censura.
Hay en la actualidad en torno a 100 millones de internautas en China; los c¨¢lculos de mercado esperan que esa cifra se duplique en poco m¨¢s de un a?o y se dispare al final de esta d¨¦cada. La mayor¨ªa de los disidentes pol¨ªticos encarcelados en el mundo por contenidos publicados en Internet est¨¢n en prisiones de China.
La compa?¨ªa, a trav¨¦s de su propio blog, reconoce que ha sido "una decisi¨®n dif¨ªcil para Google, pero creemos que es mejor tener un servicio que funciona aunque sea con un n¨²mero reducido de omisiones a no tener servicio de ning¨²n tipo. Ha sido un equilibrio dif¨ªcil para nosotros pero hemos hecho lo que sentimos que es mejor para el inter¨¦s de los usuarios en China".
"Un d¨ªa negro"
La organizaci¨®n Reporteros Sin Fronteras calific¨® la decisi¨®n como "un d¨ªa negro para la libertad de expresi¨®n en China". "Igual que sus competidores, la compa?¨ªa asegura que no ten¨ªa otra opci¨®n m¨¢s que acatar las leyes chinas. Pero la libertad de expresi¨®n no es un principio menor que se pueda apartar cuando se negocia con una dictadura", asegura en un comunicado.
Para evitar mayores cr¨ªticas, Google ha decidido no ofrecer en China su servicio de correo electr¨®nico ni sus p¨¢ginas para blogs; recientemente, Yahoo! facilit¨® al Gobierno los correos de un usuario en China que acab¨® condenado a 10 a?os de c¨¢rcel por disidencia pol¨ªtica.
Parad¨®jicamente, Google mantiene en sus p¨¢ginas corporativas una declaraci¨®n filos¨®fica con sus principios empresariales. El cuarto es "la democracia funciona en Internet", el sexto "se puede ganar dinero sin hacer el mal" y el octavo "la necesidad de informaci¨®n cruza todas las fronteras".
Google ha recordado que su cumplimiento de las leyes chinas no es novedoso: tambi¨¦n acepta prohibiciones en Alemania (donde no se permite acceder a p¨¢ginas de Internet que nieguen la existencia del holocausto jud¨ªo) y en Francia, donde no est¨¢n prohibidas las p¨¢ginas que hagan apolog¨ªa del racismo.
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