Una antolog¨ªa recorre la obra po¨¦tica de Jos¨¦ Emilio Pacheco
La colecci¨®n Granada Literaria publica los versos del autor mexicano
Una antolog¨ªa del poeta mexicano Jos¨¦ Emilio Pacheco ha sido publicada por la colecci¨®n Granada Literaria. Pacheco, que fue galardonado con el premio Federico Garc¨ªa Lorca-Ciudad de Granada, el de mayor dotaci¨®n econ¨®mica entre los cert¨¢menes po¨¦ticos en lengua espa?ola, es uno de los m¨¢s representativos autores de la poes¨ªa hispanoamericana.
Realizada por Lu¨ªs Garc¨ªa Montero y con un amplio pr¨®logo de Juan Carlos Rodr¨ªguez, la antolog¨ªa po¨¦tica de Pacheco re¨²ne algunos de sus mejores poemas desde Los elementos de la noche (1962) hasta Siglo pasado (2002), convirti¨¦ndose en un valioso repaso de la obra del mexicano que abarca 40 a?os.
En opini¨®n de Juan Carlos Rodr¨ªguez, que tambi¨¦n fue miembro del jurado del certamen, Pacheco es un poeta que "habla en plata" y que ha logrado impedir "que las palabras se vendan por el oro del significado establecido, que es siempre el significado del poder". Para el catedr¨¢tico de Literatura de la Universidad de Granada, el hecho de que el poeta mexicano naciera en los a?os treinta es una circunstancia que debe tenerse en cuenta a la hora de enfrentarse a su obra.
"Los poetas nacidos en esa ¨¦poca se encontraron en los a?os cincuenta y sesenta metidos de pies a cabeza en un maldito embrollo cuyas lacras a¨²n arrastramos", dice Rodr¨ªguez. Aqu¨¦llos fueron los a?os de Vietnam, del auge del tercermundismo, de la ca¨ªda de Allende y la aparici¨®n de Pinochet y de los asesinos milicos argentinos; pero tambi¨¦n de los tanques sovi¨¦ticos atascados en Praga, de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y de la aparici¨®n del primer feminismo.
Y en M¨¦xico, como bien recuerda Pacheco, de la matanza de Tlatelolco, pocos d¨ªas antes de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1968. Aquella matanza, mandada ejecutar por el Gobierno de Gustavo D¨ªaz Ordaz, termin¨® con la vida de m¨¢s de 400 j¨®venes con el pretexto de sofocar una revuelta estudiantil que luchaba por las libertades de su pueblo.
"?se fue el mundo en el que se forj¨® la poes¨ªa de Jos¨¦ Emilio Pacheco, y sin la comprensi¨®n de ese mundo tampoco se puede comprender su poes¨ªa. Adem¨¢s, en Latinoam¨¦rica y en M¨¦xico permanec¨ªa latiendo la terrible pregunta bolivariana de qu¨¦ somos", sentencia Rodr¨ªguez.
Esta l¨®gica propicia que la poes¨ªa de Pacheco se inicie bajo la sombra de Octavio Paz, que "lo era todo en la redefinici¨®n del qu¨¦ somos mexicano". Pacheco incluso lleg¨® a afirmar que ten¨ªa tres ejemplares de Piedra de sol (libro de Octavio Paz publicado en 1957), uno para leer, otro para releer y otro para ser enterrado con ¨¦l.
Tradici¨®n y ruptura
Cuando Paz supervisa y prologa en 1966 una antolog¨ªa llamada a convertirse en el mejor escaparate de la poes¨ªa mexicana del siglo XX, incorpora el nombre de Jos¨¦ Emilio Pacheco. Sin embargo, la poes¨ªa de Pacheco "poco a poco se ir¨ªa alejando de la sombra de Paz, sobre todo porque su voz era distinta". Pero este distanciamiento no supuso una ruptura con los tres ejes m¨¢s claros de Paz: la idea de que la poes¨ªa nunca est¨¢ inm¨®vil, la tradici¨®n de la ruptura y la necesidad de reescribir.
Esa necesidad de reescribir ha convertido a Pacheco en un aut¨¦ntico inconveniente para editores y cr¨ªticos. Gran parte de su poes¨ªa se ha ido corrigiendo a lo largo del tiempo, a trav¨¦s de sucesivas ediciones. "Tengo todo el respeto por mis textos, pero no tengo el menor respeto por m¨ª mismo y eso me permite modificarlos para hacerlos m¨¢s claros", afirma el escritor mexicano, para el que, despu¨¦s de 40 a?os de poes¨ªa, es una suerte haber hecho en la vida "lo que deseaba realizar, algo que es un motivo de satisfacci¨®n". "Nada me apart¨® de ese lapso de lo que yo quer¨ªa hacer cuando ten¨ªa 18 a?os", ha dicho Pacheco en una ocasi¨®n.
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