Con navaja de oro
Francisco Asenjo Barbieri (Madrid, 1823-1894) es al teatro musical espa?ol lo que Offenbach a la ¨®pera bufa francesa. Fij¨® las l¨ªneas maestras del g¨¦nero, fue empresario de s¨ª mismo y se las arregl¨® para, asociado con otros m¨²sicos, construir el Teatro de La Zarzuela. Vali¨¦ndose de un conocimiento profundo de la danza y de la m¨²sica popular espa?olas, y de nuestra m¨²sica antigua, despeg¨® la zarzuela grande de su matriz italiana. Componer una pieza concertante le parec¨ªa mucho menos laborioso que "hacer melod¨ªas inteligibles y armonizarlas con elegante sencillez". La melod¨ªa requiere inspiraci¨®n verdadera. El barberillo de Lavapi¨¦s (1874), obra que Luis de Pablo reivindica entre lo mejor de la m¨²sica espa?ola, es un ejemplo de claridad expositiva, sencillez y genio. Cal¨® en todos los p¨²blicos, en Madrid y en Barcelona por igual. Enseguida se sucedieron las ediciones del libreto de Luis Mariano de Larra (hijo de F¨ªgaro), se public¨® una versi¨®n novelada, inspir¨® coplas y pliegos de cordel... En 1998, Calixto Bieito dirigi¨® en el Teatro de La Zarzuela un montaje sembrado. Podr¨ªa haber estado un a?o o dos en cartel, pero el centro l¨ªrico nacional da a sus producciones poco m¨¢s de un mes de vida, y las retira a teatro lleno. Encontrar la f¨®rmula es dif¨ªcil, pero no imposible. Lo que est¨¢n haciendo sucesivos directores de La Zarzuela, con muy buen criterio, es remontar en su teatro los espect¨¢culos m¨¢s brillantes de temporadas pasadas. El 10 de febrero le llega el turno al Barberillo de Bieito: ha tenido que esperar m¨¢s que otros montajes, porque hace ocho a?os molest¨® a pol¨ªticos con poder.
Sobre la versi¨®n catalana de Paradero desconocido y la de Madrid de Los ni?os perdidos
En esta zarzuela, Larra usa la f¨®rmula de Pan y toros, ¨¦xito anterior de Barbieri: sit¨²a la acci¨®n en el pasado para hablar del presente con mayor comodidad. Es lo que ven¨ªan haciendo en Par¨ªs con gran fortuna los libretistas de Offenbach. Hal¨¦vy y Meilhac escogieron la Grecia cl¨¢sica; Larra, el Madrid de Carlos III. En los cuatro a?os anteriores al estreno del Barberillo, Espa?a tuvo diez gobiernos, a cual m¨¢s breve. En las intrigas que la Marquesita urde para que Carlos III destituya a Grimaldi y ponga a Floridablanca al frente del Gobierno resonaban dimisiones, destituciones, pronunciamientos militares (Pav¨ªa, Mart¨ªnez Campos) y cambios de r¨¦gimen recientes: de la monarqu¨ªa a la rep¨²blica, y vuelta. Hoy resuenan acontecimientos actuales. El montaje del Teatro de La Zarzuela es de lo mejor que ha hecho Calixto Bieito: corre como un cerrojo untado con jab¨®n. Usa recursos sencillos, del teatro antiguo. Hace ocho a?os se apoyaba en el juego c¨®mico y dram¨¢tico de Jes¨²s Castej¨®n (Lamparilla). Castej¨®n, actor excelente, empuj¨® en lo esc¨¦nico a la cantante Beatriz Lanza (Paloma): le ha puesto el list¨®n bien alto a Marco Moncloa, nuevo Lamparilla.
La escenograf¨ªa de M¨®nica
Quintana es m¨¢s expresiva que costumbrista: define el espacio de la barber¨ªa con un simple teloncillo. Un hallazgo de Bieito: poner junto a Lamparilla a un aprendiz que, sin abrir la boca en toda la funci¨®n, est¨¢ en danza permanente. El chaval¨ªn rueda de un lado para otro, mueve el sill¨®n de la barber¨ªa, corre y descorre el teloncillo, imprime ritmo a los cambios de escena. Entre muchos momentos brillantes, destaco las caleseras, cabalgando... sobre una cama. Y el final: gira la escenograf¨ªa y aparece el Madrid de hoy. Ase¨¢ndose y metiendo la cabeza en un cubo de agua, Lamparilla canta el solo: "Por salvar... yo no s¨¦ c¨®mo / de un peligro... a no s¨¦ qui¨¦n / en la c¨¢rcel... no s¨¦ cu¨¢l, / me han metido... no s¨¦ a qu¨¦". Ramon Oller marionetiza la jota de los majos, y Xavier Clot ilumina el coro de costureras y el bolero a d¨²o con una luz muy bien tra¨ªda de Vermeer. El coro del teatro, solistas y bailarines sacan provecho a un material excelente: zapateados, una tirana que toca hondo, unas seguidillas chispeantes, de las que no se van de la cabeza... Queda por ver lo que cambiar¨¢ en esta reposici¨®n.
El barberillo de Lavapi¨¦s. Madrid. Teatro de La Zarzuela. Del 10 de febrero al 11 de marzo.
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