Espa?a, incontestable

Toda la adrenalina contenida durante los 60 minutos del partido sali¨® a flote en el momento en el que Espa?a se proclam¨® finalista. Cuando son¨® la sirena que indicaba la conclusi¨®n, hac¨ªa ya 30 segundos que el banquillo espa?ol estaba abrazado y hab¨ªa empezado a celebrar la haza?a. Por segunda vez consecutiva, Espa?a se clasific¨® para una final. S¨®lo hace un a?o que gan¨® el primer oro de su historia en el Mundial de T¨²nez. Y ayer entr¨® de nuevo en la disputa del t¨ªtulo, esta vez de un Europeo, que hoy dirimir¨¢ ante Francia.

"?Finalistas!", chill¨® Barrufet, uno de los h¨¦roes de la semifinal en la que Espa?a se impuso a Dinamarca. "?Y ahora, a por el t¨ªtulo! Llegamos con los deberes hechos", agreg¨® Romero, que, con 10 goles de 13 intentos -un 77% de efectividad-, se convirti¨® no s¨®lo en el m¨¢ximo goleador, sino en el alma del equipo.

Espa?a ha disputado dos finales europeas, en 1996 y 1998, pero siempre se ha quedado a las puertas del oro. Pero ¨¦ste es un equipo ganador y no se conforma con la plata. "La cuesti¨®n es que seamos capaces de hacer lo mismo que hoy. Jugar bien, sin irnos nunca del partido", dijo el seleccionador, Juan Carlos Pastor; "sin confianzas, porque Francia tiene una plantilla tan buena como la nuestra y f¨ªsicamente lo dar¨¢ todo. Pero sabiendo que confiamos en nosotros mismos y que podemos ir ajustando nuestro juego tanto defensivo como atacante".

Eso fue b¨¢sicamente lo que ayer ocurri¨®. Dinamarca lleg¨® al partido sabiendo muy bien lo que deb¨ªa hacer. Se defendi¨® con 6-0 e intent¨® ir cerrando las circulaciones del bal¨®n de los espa?oles. Y en el ataque bas¨® su estrategia en la b¨²squeda continuada de su pivote, Knudsen, que acribill¨® a Barrufet seis veces en la primera mitad. Hab¨ªa desajustes en la defensa espa?ola y en el descanso Pastor los arregl¨®. Coloc¨® a dos torres, Juancho y Garabaya, en el centro de la defensa con instrucciones precisas de cubrir a Knudsen y aquello no fue un muro, sino una prisi¨®n. S¨®lo marc¨® ya un gol, y con todo decidido.

Fue una de las claves del triunfo espa?ol. Pero hubo dos hombres que brillaron tambi¨¦n con luz propia: Barrufet y Romero. El portero mantuvo al equipo con sus paradas cuando las cosas pintaban mal. Y, cuando empez¨® a defenderse bien, sigui¨® con un nivel de acierto incre¨ªble: 18 aciertos para que el equipo fuera cogiendo distancia y se instalara en los tres goles, 23-20. Romero fue el hombre m¨¢s desequilibrante en el ataque, capaz de resolver cuando el brazo de los ¨¢rbitros estaba ya bajando para pitar un pasivo. "Opt¨¦ por ir m¨¢s de cara a la porter¨ªa en la segunda parte y Pastor supo frenarme cuando yo estaba ya demasiado caliente", explic¨®.

"Estamos en la final", reafirm¨® Pastor; "pero nos queda un partido. Queremos ganar a Francia. Pero para lograrlo no basta con defendernos bien. Hay que hacer muchas cosas bien". Espa?a tiene ya asegurada su s¨¦ptima medalla. Y puede ser la segunda de oro consecutiva.