La polic¨ªa de C¨¢diz acude a los colegios para concienciar contra el vandalismo
Agentes de barrio imparten charlas y visitan peri¨®dicamente los centros en un programa ¨²nico
Una papelera en una calle cualquiera de C¨¢diz cuesta 60 euros. Y un contenedor de basuras puede alcanzar los 600. Los precios los saben bien en el Ayuntamiento gaditano, que en 2005 gast¨® m¨¢s de 350.000 euros en reponer los da?os causados por el vandalismo. Pero dentro de las clases el coste de estos actos no se conoce, incluso se analiza entre bromas y risas. Polic¨ªas locales de la ciudad imparten charlas y conversan con los alumnos para concienciarles del valor real de estas travesuras llevadas al l¨ªmite. Es s¨®lo una de las funciones que realiza la polic¨ªa de barrio gaditana, que se ha ganado la confianza de los escolares a fuerza de cercan¨ªa y di¨¢logo.
A Benito Santos lo saludan en el colegio Lasalle-Mirandilla por su nombre de pila. "?Hola, Benito!", le dicen los estudiantes cuando lo ven en clase o en los alrededores del centro. Est¨¢ acostumbrado a pasearse por el barrio de Santa Mar¨ªa, a dejar su moto en la puerta del centro educativo y a entrar a conversar con el director, el jefe de estudios y los estudiantes o vigilar a la salida de las clases. Ya no sorprende ver un uniforme policial que se ha hecho amigable. "Estamos aqu¨ª para ayudar. No s¨®lo servimos para tirar de las orejas sino tambi¨¦n para echar una mano", explica el agente Santos.
Junto a su compa?ero Antonio Romero, ha acudido a la ¨²nica clase de 3? de ESO del Mirandilla para explicarles a los alumnos los efectos del vandalismo. Una idea que la Polic¨ªa Local de C¨¢diz impuls¨® tras comprobar el incremento de este tipo de actos y, sobre todo, la ausencia de una conciencia sobre las verdaderas repercusiones que ocasionan. "Los chavales saben que romper una papelera o hacer una pintada est¨¢ mal. Pero no se paran a pensar en lo que supone", relatan los agentes antes de comenzar la charla.
Su intervenci¨®n arranca con un intento de definir, entre todos, qu¨¦ es el vandalismo. "Vandalismo es liarla por la calle", sugiere Javier, de 14 a?os, que se sienta en primera fila. El polic¨ªa Benito Santos acepta la definici¨®n y cuestiona en voz alta el porqu¨¦ de estos actos. "Lo hacen para parecer mejores que otros", responde Mar¨ªa, de 14 a?os. "Porque quieren aparentar", a?ade. El agente les explica que todos los alumnos de la clase, por su edad y sus f¨®rmulas de ocio nocturno, entran dentro del perfil medio del v¨¢ndalo habitual. Les habla tambi¨¦n del botell¨®n, la movida y las drogas como desencadenante de actuaciones il¨ªcitas y les proponer reflexionar sobre la influencia que en ellos ejercen sus padres, sus profesores, la televisi¨®n y los videojuegos.
Benito hace una parada para preguntar por las v¨ªctimas del vandalismo. "Personas, coches, farolas, paredes, discotecas, locales, papeleras" son algunas de las respuestas inmediatas de los alumnos. Y es entonces cuando el agente habla en n¨²meros. "El a?o pasado hubo que reponer 500 papeleras. Si cuesta cada una 60 euros, el Ayuntamiento se gast¨® 30.000". A ello a?ade el coste de los contenedores quemados, de las 20 pintadas diarias que han de limpiarse de las calles o de las cientos de ruedas y espejos retrovisores que se pinchan y rompen "para hacer la gracia". El polic¨ªa incide en que "aunque algunas cosas las costea el Ayuntamiento, al final, a trav¨¦s de los impuestos, lo pagamos todos".
La actividad termina con una improvisaci¨®n. Dos alumnos, Javier y Juan, son invitados por el polic¨ªa a representar una peque?a obra de teatro. Juan se pone la gorra de agente municipal y Javier simula hacer una pintada en la pizarra. Benito Santos les va apuntando y ellos defienden con soltura un gui¨®n que refleja entre risas la lucha diaria contra el vandalismo. En la clase hay algunos chavales a los que el polic¨ªa ha detenido anteriormente. "Nos llevamos bien con ellos. Y nos alegra ver c¨®mo algunos a los que vimos perdidos, se tranquilizan y normalizan su vida", dice el polic¨ªa.
El agente Santos y su compa?ero Antonio Romero forman parte de la plantilla de 14 polic¨ªas de barrio que trabajan en la capital gaditana y que dan charlas en todos los colegios del centro. Su misi¨®n en recorrer en sus motos las calles de su zona asignada y tratar de resolver los problemas m¨¢s cotidianos de los vecinos. Entre las tareas principales de estos agentes est¨¢ la vigilancia escolar y la resoluci¨®n de casos como el absentismo o el menudeo de drogas en los alrededores del centro.
El inspector jefe de la divisi¨®n de seguridad ciudadana, Antonio Rivas, al cargo de estos agentes, exhibe con orgullo las cartas que los directores de los colegios de la ciudad le han remitido en los ¨²ltimos meses agradeciendo la labor de los polic¨ªas de barrio. Tambi¨¦n le informan de problemas en el centro, la presencia de gente extra?a en el entorno o los lugares y horas m¨¢s proclives a que se produzcan incidentes.
"Hemos logrado una comunicaci¨®n muy fluida. Y eso es importante", dice Rivas. Las cartas las guarda con celo en una carpeta, donde almacena tambi¨¦n los datos de actuaciones realizadas. "Es muy dif¨ªcil evaluar si las charlas contra el vandalismo est¨¢n reduciendo los casos. Pero lo que s¨ª es cierto es que los j¨®venes toman conciencia y estoy seguro de que se lo piensan antes de cometer una fechor¨ªa". Rivas dice tener "esperanzas" en la juventud, a pesar de que otros compa?eros digan que han perdido el rumbo.Aulas
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.