Espejos
Aqu¨ª en Almer¨ªa tenemos un Miguel Cazorla en una concejal¨ªa de Desarrollo Econ¨®mico, Empleo y Turismo. Pertenece al GIAL, el chiringuito de Megino. El fiscal de Medio Ambiente lo ha denunciado por rehabilitar sin permiso el acceso a unos curiosos refugios de la Guerra Civil que recorren el subsuelo de Almer¨ªa y a los que nuestras autoridades no saben sacarles rendimiento. Cazorla lo intent¨® y se carg¨® una muralla califal. Por no preguntar. Y adem¨¢s firm¨® con el due?o del quiosco que se levanta justo en la entrada una generosa indemnizaci¨®n. Dicen que el joven Cazorla no tiene mala intenci¨®n, que lo suyo es pura y simple incompetencia.
Cazorla estaba preparando un viaje para promocionar Almer¨ªa por el mundo. Ahora quieren que Almer¨ªa sea considerada una ciudad apta para la celebraci¨®n de congresos. L¨®gico: en los ¨²ltimos a?os se han construido tantos hoteles innecesarios en la ciudad, que andan buscando el modo de amortizarlos. Y para poder viajar bien pertrechado de argumentos Cazorla encarg¨® un informe sobre el estado del municipio. Ya saben c¨®mo son estos informes... Pues no. En el caso de Cazorla no debe darse nada por supuesto.
El informe result¨® ser una radiograf¨ªa inesperada y dolorosamente exacta de la ciudad. Dice que Almer¨ªa es sucia, insegura, ruidosa, que sus habitantes no valoran ni respetan su patrimonio, y que as¨ª lo demuestra el mal estado de su centro hist¨®rico. Que no hay aparcamientos suficientes, que la se?alizaci¨®n urbana es confusa, y que el trafico, ya de por s¨ª denso, se entorpece a¨²n m¨¢s por una mala ordenaci¨®n del sentido de las calles. Dice que no se aprovechan los recursos tur¨ªsticos, ni la cercan¨ªa del mar, y que apenas hay oferta cultural. Y que por si todo esto fuera poco, las tapas, nuestro m¨¢s preciado bien identitario, no s¨®lo han bajado de calidad, sino que a la larga han resultado contraproducentes para la gastronom¨ªa local, porque han impedido la implantaci¨®n de restaurantes de calidad.
Cuando Cazorla present¨® el informe en la comisi¨®n correspondiente del Ayuntamiento, y dijo que lo met¨ªa en una carpeta para llev¨¢rselo en su viaje por el mundo, la oposici¨®n del PSOE se ech¨® las manos a la cabeza, y pidi¨® que se retirara, que aquello no saliera de Almer¨ªa, por Dios. No dijeron que el informe ten¨ªa raz¨®n y que ellos eran un poco responsables de que las cosas fueran as¨ª. Dijeron que aquel an¨¢lisis estaba desfasado y que no se correspond¨ªa con la realidad. Me acord¨¦ entonces de una vi?eta de El Roto, que hab¨ªa salido unos d¨ªas antes en esta misma p¨¢gina. En ella un hombre se miraba al espejo y exclamaba con amargura: "?Cu¨¢nto han cambiado los espejos! Uno ya no se reconoce en ellos!".
Cazorla no se inmut¨®. "Los puntos d¨¦biles -dijo imp¨¢vido- hay que tenerlos presentes, conocerlos para poder solucionarlos". Pero la presi¨®n del nacionalismo localista, de los empresarios, de los due?os de los hoteles y del propio PSOE ha debido de ser tan fuerte, que Cazorla ha terminado retirando el dichoso informe. Ni socialistas ni populares han dicho de cambiar la realidad. Todos prefieren cambiar el informe. Pues nada, a ver si con el pr¨®ximo tenemos m¨¢s suerte.
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