"Son los extremistas los que quieren el choque de civilizaciones"
El primer ministro dan¨¦s, Anders Fogh Rasmussen, de 53 a?os, habla sobre las caricaturas de Mahoma, la desproporcionada reacci¨®n de los musulmanes y la amenaza de un choque de civilizaciones.
Pregunta. A su ministro de Cultura, Brian Mikkelsen, le complace que los daneses hayan "ganado la primera ronda del choque de civilizaciones" con su negativa a retractarse. ?A usted tambi¨¦n?
Respuesta. Me cuesta creer lo que estas 12 caricaturas han provocado en el mundo. Los daneses creemos que se nos ha puesto en una escena de la pel¨ªcula equivocada. Pero yo no concibo el enfrentamiento como un choque de civilizaciones. M¨¢s bien, debemos centrarnos en evitar exactamente este tipo de conflictos. Tenemos que regresar al di¨¢logo, al entendimiento mutuo y al reconocimiento de la libertad de opini¨®n.
"Los daneses creemos que se nos ha puesto en una escena de la pel¨ªcula equivocada. Pero no concibo el conflicto como un choque de civilizaciones"
"El mundo isl¨¢mico debe ser consciente de que no estamos aislados. No es una cuesti¨®n de caricaturas, sino de valores democr¨¢ticos"
"Once embajadores isl¨¢micos pidieron que emprendiera acciones legales contra el peri¨®dico y les inform¨¦ de que ni pod¨ªa ni iba a hacerlo"
P. Al principio de su mandato, usted mismo anunci¨® una renovaci¨®n cultural o una batalla cultural en todos los ¨¢mbitos sociales. ?Es a esto a lo que se refer¨ªa?
R. Fue un malentendido. Para m¨ª, se trataba de un debate sobre los valores en Dinamarca. El consenso y el di¨¢logo siempre han desempe?ado un papel importante en la sociedad danesa. Por supuesto, hay valores b¨¢sicos que deben respetarse, pero dentro de este marco, somos un pa¨ªs liberal y tolerante en el que todo el mundo puede vivir como quiera y de acuerdo con su tradici¨®n. ?se es el estilo dan¨¦s.
P. Ahora, la bandera danesa arde en las capitales ¨¢rabes y sus ciudadanos deben temer por su vida en el mundo isl¨¢mico.
R. En nuestro pa¨ªs, los daneses tratamos de resolver los problemas de forma amistosa, as¨ª que es surrealista el ver estas im¨¢genes violentas por televisi¨®n. Pero, como primer ministro, no me puedo dejar dominar por las emociones.
P. Su Gobierno se encuentra en el centro de una crisis internacional inimaginable que se extiende desde ?frica hasta el sur de Asia.
R. Esas protestas ya no son motivadas por las 12 caricaturas que fueron publicadas por un peri¨®dico dan¨¦s libre e independiente. Muchos grupos con un inter¨¦s personal en el mundo isl¨¢mico ahora est¨¢n explotando la situaci¨®n para sus propios fines.
P. ?A qui¨¦n se refiere?
R. Algunos pa¨ªses como Ir¨¢n y Siria est¨¢n aprovechando la conmoci¨®n para desviar la atenci¨®n de sus problemas con la comunidad internacional. Los palestinos, que est¨¢n profundamente divididos desde las elecciones, han hallado en Dinamarca a un enemigo com¨²n que les une. Los extremistas y fundamentalistas est¨¢n explotando el conflicto para promocionar su programa radical y captar nuevos miembros.
P. ?Cu¨¢l fue su opini¨®n personal cuando vio por primera vez los dibujos en el Jyllands-Posten?
R. Ni siquiera recuerdo cu¨¢ndo los vi. Tuve que interesarme cuando se inici¨® el debate p¨²blico. Eso le ocurri¨® a la mayor¨ªa de los daneses. La verdad es que nadie les hab¨ªa prestado demasiada atenci¨®n.
P. Aun as¨ª, aparecieron en el peri¨®dico m¨¢s importante de Dinamarca.
R. Las caricaturas son un aspecto importante de nuestra cultura del debate. Deber¨ªan relajar las rencillas pol¨ªticas mediante el humor y la iron¨ªa. As¨ª que a los daneses no les ofenden demasiado las caricaturas. A ninguno nos interesa insultar a los musulmanes.
P. ?No subestimaron enormemente el problema al principio?
R. En un principio se trataba de un debate nacional que nos tomamos muy en serio. En mi discurso de A?o Nuevo, dej¨¦ claro que este Gobierno condenar¨ªa cualquier intento de satanizar a un grupo religioso o ¨¦tnico. Ese mensaje fue bien recibido por los Gobiernos ¨¢rabes, y cre¨ªamos que la situaci¨®n hab¨ªa quedado zanjada.
P. No tardaron en descubrir que se equivocaban.
R. De repente, la situaci¨®n se intensific¨®, y todav¨ªa no sabemos exactamente por qu¨¦. Algunos l¨ªderes religiosos daneses viajaron a pa¨ªses isl¨¢micos y fue entonces cuando empez¨® a aparecer informaci¨®n err¨®nea por todas partes. Se ech¨® m¨¢s le?a al fuego.
P. ?No han cometido errores?
R. No creo que hubi¨¦ramos podido hacer nada de forma distinta. Incluso ahora persiste el rumor de que el Gobierno se neg¨® a reunirse con una delegaci¨®n de 11 embajadores isl¨¢micos. No es cierto. No obstante, los embajadores exigieron que yo emprendiera acciones legales contra el peri¨®dico, y les inform¨¦ de que un Gobierno dan¨¦s democr¨¢tico ni pod¨ªa ni iba a hacerlo.
P. ?Considera que la comunidad internacional est¨¢ prestando suficiente apoyo?
R. No puedo quejarme. Todos nuestros socios -la Uni¨®n Europea, la OTAN y EE UU- han demostrado su solidaridad. Es importante. El mundo isl¨¢mico debe ser consciente de que no estamos aislados. No es una cuesti¨®n de caricaturas, sino de valores democr¨¢ticos.
P. ?Le alegra que algunos peri¨®dicos de otros pa¨ªses hayan publicado las caricaturas por solidaridad?
R. Eso es cosa de los propios peri¨®dicos. Lo ¨²nico que yo puedo hacer es seguir insistiendo en que los dibujos no fueron publicados por el Gobierno, sino por un peri¨®dico independiente, de modo que no se puede hacer responsable ni al Ejecutivo ni al pueblo dan¨¦s.
P. La solidaridad no pondr¨¢ fin al boicoteo. ?Qu¨¦ est¨¢ por llegar?
R. Me complace que Javier Solana, jefe de la diplomacia de la UE, haya viajado en misi¨®n diplom¨¢tica a Oriente Pr¨®ximo, no s¨®lo para reunirse con Gobiernos, sino tambi¨¦n con l¨ªderes religiosos isl¨¢micos. Ser¨¢ de utilidad. A la vez, estamos intentando mitigar el conflicto bilateralmente.
P. Hace dos a?os, su Gobierno lanz¨® un ambicioso programa, ahora fracasado, para reforzar el di¨¢logo y los v¨ªnculos con pa¨ªses ¨¢rabes ?C¨®mo piensa reactivarlo?
R. Es parad¨®jico, porque fuimos uno de los primeros pa¨ªses que iniciaron un programa de asociaci¨®n semejante, y somos unos de los mayores donantes netos de, por ejemplo, los palestinos. Se supon¨ªa que la iniciativa ¨¢rabe acelerar¨ªa las reformas econ¨®micas y sociales en la regi¨®n, as¨ª que ahora nos asombra el que se nos critique tan duramente.
P. ?Podr¨¢ convencer a sus socios pol¨ªticos del Partido Popular dan¨¦s, que critican a los musulmanes en sus ataques xen¨®fobos?
R. Lo de xen¨®fobos lo ha dicho usted. El Partido Popular mantiene una postura firme sobre la inmigraci¨®n y la delincuencia. En otros ¨¢mbitos, como la pol¨ªtica social, tiende m¨¢s a la izquierda que mi partido, e incluso que los socialdem¨®cratas.
P. En vista del creciente n¨²mero de ataques contra daneses y amenazas a su pa¨ªs, usted ha empezado a adoptar un repentino tono casi de disculpa. ?No es eso rendirse ante la violencia?
R. Nadie puede negar que las caricaturas han ultrajado las creencias de muchos musulmanes, y lo correcto es mostrarse comprensivo por ello. Pero los manifestantes deben comprender que el Gobierno dan¨¦s no dispone de medios para controlar a la prensa libre.
R. ?Puede esa mala comunicaci¨®n provocar el choque de civilizaciones del que siempre nos ha advertido Samuel P. Huntington?
R. Lamentablemente, existen indicios de que eso es lo que se avecina; no se puede negar y lo lamento. Debemos ser sinceros respecto al hecho de que hay extremistas que precisamente desean ese choque de civilizaciones.
? Der Spiegel Traducci¨®n de News Clips
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