M¨¢s de lo mismo: d¨¦ficit fiscal
El acuerdo Mas-Zapatero sobre la financiaci¨®n de Catalu?a no permitir¨¢ disminuir el d¨¦ficit fiscal estructural del pa¨ªs (de entre el 8% y el 9% del PIB). ?ste era el principal motivo de los partidos catalanes que aprobaron el Estatut en el Parlament, o al menos as¨ª lo parec¨ªa entonces. Tambi¨¦n la sociedad catalana, por boca de sus principales organizaciones econ¨®micas, sociales y c¨ªvicas, hab¨ªa manifestado la necesidad de un nuevo modelo de financiaci¨®n. Es una constataci¨®n que s¨®lo con una disminuci¨®n sustancial del d¨¦ficit fiscal las empresas catalanas podr¨¢n aumentar su productividad y competitividad, y la poblaci¨®n catalana, especialmente la m¨¢s necesitada, podr¨¢ mejorar su bienestar. Con el acuerdo Mas-Zapatero, Catalu?a continuar¨¢ teniendo un d¨¦ficit fiscal muy importante porque ni se ha cambiado el modelo de financiaci¨®n ni existe garant¨ªa de un incremento en los recursos financieros que recibir¨¢. As¨ª pues, Catalu?a -su gente y sus empresas- continuar¨¢ viviendo estresada por la falta de recursos que supone un d¨¦ficit fiscal de la dimensi¨®n del que sufrimos. ?D¨®nde quedan ahora las demandas de CiU de reducir el d¨¦ficit a la mitad? ?A qu¨¦ ha jugado el PSC en todo este tiempo si en un argumentario para justificar el pacto nos dice: "Los d¨¦ficit fiscales hist¨®ricos y estructurales de capital p¨²blico [que no niega que existan] eran m¨¢s una reivindicaci¨®n de cara a la negociaci¨®n que un texto que pudi¨¦semos pensar que se aceptar¨ªa"?
Con el acuerdo Mas-Zapatero desaparece cualquier referencia a disminuir el d¨¦ficit fiscal
A diferencia de lo que se aprob¨® en el Parlament, el acuerdo Mas-Zapatero no supone ning¨²n cambio en el modelo de financiaci¨®n. La afirmaci¨®n no es m¨ªa. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba defend¨ªa no hace mucho que el pacto supone algunos avances que caminan en la direcci¨®n de m¨¢s autonom¨ªa fiscal, pero no es un cambio de modelo. En el acuerdo Mas-Zapatero desaparece cualquier referencia a la disminuci¨®n del d¨¦ficit fiscal o al reconocimiento de la deuda hist¨®rica y de otros rasgos diferenciales del modelo de financiaci¨®n en Catalu?a. Respecto a las inversiones en infraestructuras, se limita en el tiempo (?por qu¨¦ siete a?os?) su relaci¨®n con el peso del PIB catal¨¢n, sin dar ninguna garant¨ªa de cumplimiento. Estos siete a?os supondr¨¢n, como mucho, 3.000 millones de euros, la mitad del coste de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas. ?Podremos hacer media terminal en el aeropuerto de El Prat!
El acuerdo Mas-Zapatero significa m¨¢s de lo mismo, m¨¢s modelo LOFCA, es decir, el actualmente existente con algunos retoques menores que no afectan en absoluto al n¨²cleo del modelo vigente. Se introduce la LOFCA en el Estatut aparentando que ambos est¨¢n al mismo nivel, aunque no tenga ning¨²n valor jur¨ªdico; es m¨¢s, ahora la LOFCA condicionar¨¢ el Estatut desde su propio articulado. Se pasa de la recaudaci¨®n de todos los impuestos en Catalu?a y de una aportaci¨®n de Catalu?a al Estado por los servicios y competencias as¨ª como de una aportaci¨®n a la solidaridad, a la cesi¨®n de una parte de los impuestos recaudados por el Estado en Catalu?a a la Generalitat: 50% del IRPF, 50% del IVA, 58% de los impuestos especiales. As¨ª pues, la Generalitat continuar¨¢ recibiendo del Estado una parte de los impuestos recaudados en Catalu?a.
Los criterios de nivelaci¨®n (o solidaridad), como las necesidades de gasto, la capacidad fiscal o los niveles de servicios relativos al esfuerzo fiscal de Catalu?a, continuar¨¢n siendo fijados por el Estado (o por el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera) de forma discrecional e independientemente de la Comisi¨®n Mixta Estado-Generalidad. Esta comisi¨®n, y por tanto la bilateralidad, tendr¨¢ unas funciones testimoniales respecto al modelo aprobado por el Parlament.
El acuerdo limita la capacidad normativa de la Generalitat, aunque abre la puerta a la posibilidad de aumentar la presi¨®n fiscal en Catalu?a. Tambi¨¦n disminuyen de forma clara las funciones de una agencia tributaria catalana, que ser¨¢ pr¨¢cticamente igual a la actual Direcci¨®n General de Tributos, aunque podr¨¢ en el futuro, a partir de la decisi¨®n discrecional del Estado, constituir un consorcio para la Agencia Tributaria en (que no de) Catalu?a. El retorno de la gallina es una falacia.
No hay ninguna garant¨ªa de que este acuerdo suponga m¨¢s recursos para Catalu?a. Como ha admitido el secretario de Estado de Hacienda, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Catalu?a recibir¨¢ m¨¢s del Estado en concepto de impuestos cedidos -tendr¨¢ m¨¢s autonom¨ªa fiscal, que no soberan¨ªa-, pero su fondo de suficiencia disminuir¨¢ en una cantidad equivalente, pudiendo llegar incluso a ser negativo; en cualquier caso, los recursos que recibir¨¢ Catalu?a en el primer a?o ser¨¢n los mismos que ahora.
Antoni Soy es presidente del Consejo Asesor Municipal de ERC y profesor de Econom¨ªa Aplicada de la UB.
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