'La caja 507' y 'El hijo de la novia'
EL PA?S presenta ma?ana, por 2,95 euros, un impecable 'thriller' de Enrique Urbizu, y el viernes, por 5,95 euros, una gran comedia sentimental de Juan Jos¨¦ Campanella
Dos aclamadas pel¨ªculas de 2002 se presentan esta semana en la colecci¨®n Cine en espa?ol. La caja 507, de Enrique Urbizu, que obtuvo dos premios Goya -montaje y producci¨®n- y los cuatro grandes galardones del festival de cine policiaco de Cognac, y adem¨¢s los premios Ondas y Sant Jordi, y la argentina El hijo de la novia, de Juan Jos¨¦ Campanella, que fue nominada al Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera, laureada en Argentina con los ocho premios importantes de los cr¨ªticos, as¨ª como en los festivales de Montreal, S?o Paulo, Valladolid, Oslo, La Habana, Gramado, Cartagena...
El t¨ªtulo La caja 507 "hace referencia a una caja de seguridad de un banco, un hilo por el que sacar el ovillo de una trama de corrupci¨®n, que devuelve al director vasco Enrique Urbizu al thriller, su g¨¦nero preferido", como Juan Pando escribi¨® en El Mundo. La cr¨ªtica espa?ola valor¨® con entusiasmo este "gui¨®n de hierro, que va siempre hacia arriba, progresando, llev¨¢ndote de la oreja adonde quiere, y una direcci¨®n tan cristalina como efectiva", seg¨²n Jordi Batll¨¦ Caminal en La Vanguardia: "Un thriller espl¨¦ndido que, sin ser pol¨ªtico ni apelar al cine de denuncia, dice verdades como pu?os sobre el estado de las cosas en nuestro terru?o".
?ngel Fern¨¢ndez-Santos abund¨® en este comentario: "Es un vibrante y mod¨¦lico thriller empapado de realidad e incluso de esa forma mayor, noble y elevada de realidad que llamamos verdad. Nada de cuanto ocurre en La caja 507 es consecuencia de un fingimiento. Por el contrario, todo es all¨ª genuina ficci¨®n, es decir, pura y dura captura de un estallido de verdades entrelazadas en el tejido de una visi¨®n de este tiempo y de esta sociedad, en cuyas trastiendas negras el filme indaga y despliega la arrolladora astucia de su inventiva". Los elogios a la pel¨ªcula coincidieron en valorar el trabajo interpretativo de Antonio Resines, Jos¨¦ Coronado y Goya Toledo, "que se adue?an de la pantalla con un contundente golpe de presencia, y que los hacen volar con anchura e intensidad crecientes, sobre los cauces abiertos por un gui¨®n de alta precisi¨®n y por un director expert¨ªsimo creador de ritmos interiores".
El cr¨ªtico de EL PA?S tambi¨¦n se mostr¨® entusiasta con El hijo de la novia: "Es esta deliciosa pel¨ªcula una peque?a obra maestra, cuyo armaz¨®n es sostenido por un derroche de astucia y magn¨ªfico oficio. Los reversos argumentales y sentimentales de El hijo de la novia est¨¢n llenos de gracia, rebosan delicadeza y hermosura, son una rara, casi sorprendente confluencia entre comicidad y drama h¨²medo", comentario que coincidi¨® con la mayor¨ªa de cr¨ªticos espa?oles. "Una pel¨ªcula merecedora de ser diseccionada como ejemplo de un muy honesto cine comercial", en palabras de Llu¨ªs Bonet en La Vanguardia, "porque lo que cuenta atrapa al espectador de principio a fin". El protagonista (soberbio Ricardo Dar¨ªn) es un cuarent¨®n sin tiempo para ocuparse de su joven hija ni de su joven novia (Natalia Verbeke) porque derrocha sus energ¨ªas en regentar el restaurante heredado de su padre (magistral H¨¦ctor Alterio), quien a su vez est¨¢ empe?ado en volver a casarse, esta vez en ceremonia religiosa, con su esposa (sublime Norma Aleandro), v¨ªctima del Alzheimer.
Pero la pel¨ªcula va m¨¢s all¨¢, seg¨²n expres¨® M. Torreiro en Fotogramas: "Sus personajes son verdaderos testimonios del penar cotidiano, diagn¨®sticos vivientes en los que cualquier historiador podr¨¢ identificar dentro de unos a?os los males, pero tambi¨¦n los anhelos de una sociedad en su peor momento". El hijo de la novia fue vista en Espa?a por casi dos millones de espectadores, sirviendo de salvoconducto a otros talentos argentinos, desconocidos por estos lares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.