El 'arte irritante' de Lachenmann llega a Madrid con el cuarteto Arditti
S¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s de que su pieza Acanto, escrita hace 30 a?os, fuera recibida con abucheos en Viena -"es que se daba entre dos obras de Mozart, nuestro Mozart, su Mozart", justifica-, Helmut Lachenmann (Stuttgart, 1935) viene a Madrid para asistir al concierto que, dentro del ciclo musicadhoy y dedicado a sus tres cuartetos de cuerda, tendr¨¢ lugar esta tarde en el Auditorio Nacional a cargo del m¨ªtico cuarteto Arditti. "Entre el primero y el tercero de ellos hay 30 a?os de distancia, y no se parecen porque cada vez que se compone es como si se exprimiera un lim¨®n hasta la ¨²ltima gota. Una nueva obra es tambi¨¦n una m¨²sica nueva".
Lo que m¨¢s le gusta a Lachenmann es la posibilidad de irritar al p¨²blico; ah¨ª es donde cree que est¨¢ el n¨²cleo de una relaci¨®n que desemboca en la rabia o en la liberaci¨®n. "Cuando alguien me dice que lo que hago no es m¨²sica, me felicito y le doy las gracias: estamos de acuerdo. Todas las obras que consideramos como imprescindibles irritaron a la sociedad de su tiempo y hoy se escuchan con placer". Pero irritar, funci¨®n primordial del arte, no es tan f¨¢cil, pues el mundo vive en la irritaci¨®n permanente por las cosas cotidianas. Hay, pues, que mantener esa l¨ªnea yendo siempre m¨¢s all¨¢: "Tocar los tab¨²es con la sinceridad y la pureza". Considera que la verdadera tradici¨®n est¨¢ en asumir el legado del tiempo y abrirlo a caminos nuevos. Y eso, dice, "s¨®lo lo encontramos en la tradici¨®n europea, que no est¨¢ construida sobre la base de la religi¨®n o del rito". Pero esa tradici¨®n es como un trauma inevitable: "Se escucha y se crea tambi¨¦n con la memoria".
Lachenmann se siente afortunado por que sea el Arditti -en cuyas filas s¨®lo queda su fundador, Irvine Arditti- el encargado de poner en pie sus cuartetos en Madrid. "Cuando mi maestro Luigi Nono les escuch¨® tocar su Fragmente despu¨¦s de que lo hiciera el m¨ªtico LaSalle comprob¨® que estaba ante los ¨²nicos que pod¨ªan hacerlo como se deb¨ªa". Y a ¨¦l le ocurre lo mismo: "Son capaces de redondear la ecuaci¨®n perfecta: precisi¨®n m¨¢s vitalidad igual a intensidad". Y recuerda que tambi¨¦n a ellos les irrit¨® un poco su Cuarteto n¨²mero 2 por ser menos virtuoso, por obligarles a trabajar en la frontera entre el sonido y el ruido.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.