Occidente, ante la gripe
La llegada casi simult¨¢nea de la gripe aviar a ?frica y la Uni¨®n Europea ilustra a la perfecci¨®n las dos caras de la amenaza que representa este virus nacido en China, incubado en el sureste asi¨¢tico durante 10 a?os y propagado ahora por medio planeta con la ayuda de las aves migratorias. El H5N1 ya hab¨ªa contagiado a cientos de miles de pollos en Nigeria cuando las autoridades lo reconocieron hace 10 d¨ªas, y ahora se ha extendido por m¨¢s de 30 grandes explotaciones av¨ªcolas y un n¨²mero incalculable de corrales caseros. Los pa¨ªses vecinos carecen de medios para frenar el brote en sus fronteras, y parece s¨®lo cuesti¨®n de tiempo que el virus se propague por ?frica occidental con resultados catastr¨®ficos para la econom¨ªa de la zona.
En comparaci¨®n, el hecho de que Grecia, Italia, Eslovenia, Hungr¨ªa, Alemania, Austria
y Francia hayan registrado esta semana sus primeros casos de aves infectadas se puede considerar una buena noticia, porque demuestra que los pa¨ªses europeos tienen a punto sus sistemas de detecci¨®n. Casi todos estos casos son de cisnes silvestres, y su causa m¨¢s probable es la ola de fr¨ªo que ha forzado a muchas aves a viajar hacia el sur desde Rusia, buscando agua en estado l¨ªquido.
El Gobierno espa?ol ha considerado improbable que esos cisnes norte?os lleguen al pa¨ªs, y ha decidido reservar las medidas m¨¢s dr¨¢sticas -como dar la orden de encerrar todas las granjas al aire libre- para cuando, en marzo, lleguen las aves migratorias desde ?frica occidental. La actitud puede ser correcta formalmente, pero requiere cierto optimismo pensar que ante miles de corrales salpicados por los patios traseros de un millar de pueblos es cuesti¨®n de dictar una orden ministerial de cierre en el ¨²ltimo minuto. Para que esa orden se cumpla cuando llegue, habr¨ªa que emitir ahora mismo unos mensajes mucho m¨¢s claros, y adoptar el tono de un Gobierno que est¨¢ pidiendo la colaboraci¨®n de la gente, m¨¢s que exhibiendo su autoridad t¨¦cnica. Marzo, en cualquier caso, puede empezar hoy mismo en el caprichoso reloj de las aves migratorias.
Lo que no es sensato, ni proporcional al riesgo, es que los mismos pa¨ªses occidentales que se acaban de gastar 3.000 millones de euros en asegurarse sus propias reservas de f¨¢rmacos antivirales se conformaran, en una conferencia de donantes celebrada en Pek¨ªn el mes pasado, con prometer la mitad de esa cantidad para combatir la gripe aviar en el resto del mundo. Las tres pandemias de gripe del siglo XX se originaron en el sureste asi¨¢tico, y de all¨ª seguir¨¢n viniendo las del siglo XXI mientras esos pa¨ªses no puedan pagar indemnizaciones a la gente que avise de que tiene un pollo enfermo. ?frica se convertir¨¢ pronto en un nuevo y gigantesco foco del virus por la misma raz¨®n. Si Occidente estuviera realmente preocupado por su seguridad, har¨ªa mejor en poner ah¨ª su dinero.
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