Prisionero de la fama

UNA DE las novelas peor conocidas de Bret Easton Ellis, Glamourama, aborda frontalmente el tema de la fama, entre cuyas redes qued¨® atrapado el novelista con veinte a?os. "Es un an¨¢lisis de la repugnancia que siento hacia el culto a la celebridad imperante hoy. Yo me vi convertido en una celebridad muy pronto, y con el tiempo eso fue dando a un sentimiento de odio hacia m¨ª mismo". Coincidiendo con la publicaci¨®n de Lunar Park, se colgaron en el website dedicado al autor dos biograf¨ªas de Easton Ellis. Una de ellas da cuenta del escritor, la otra se ocupa de la del protagonista hom¨®nimo de la novela. ?Es una manera de exorcizar la fama? "Con apenas veinte a?os", confiesa, "me hice exorbitantemente famoso y rico. Al principio me pareci¨® muy excitante. Todo el mundo me buscaba y me quer¨ªa y cre¨ª que siempre ser¨ªa as¨ª, pero con los a?os, la fama se convierte en un lastre con el que uno est¨¢ condenado a convivir el resto de su vida. La fama es un monstruo que te aniquila, asesina a tu verdadero yo. Uno deja de existir, tu identidad desaparece suplantada por la de un desconocido. El p¨²blico se hace una idea basada en tus libros y en lo que dicen los medios de comunicaci¨®n. Yo no tengo nada que ver con el Bret Easton Ellis del que habla la prensa. Un d¨ªa se abri¨® ante m¨ª un abismo y dej¨¦ de existir para dar paso al otro".