Adictos con causa
Son las ocho de la tarde. Su despacho es sobrio, silencioso, con un div¨¢n marginal. Ella, una experta en adicciones, me pregunta si he o¨ªdo dos enormes truenos de una rara tormenta barcelonesa. S¨ª, claro, parec¨ªan dos bombas. ?Afectan esos fen¨®menos a la conducta de la gente? "Se nota en los enfermos psicosom¨¢ticos, igual que la privaci¨®n de luz causa depresiones en los pa¨ªses n¨®rdicos. Aqu¨ª siempre tenemos luz: la gente se altera m¨¢s en primavera y oto?o. Hoy lo que m¨¢s me preocupa son los trastornos de personalidad, cada d¨ªa vemos m¨¢s". ?sta es la cuesti¨®n: ?por qu¨¦?
La psiquiatra catalana Rosa Sender es una autoridad en lo que la jerga m¨¦dica llama patr¨®n A de conducta (individuo acelerado, competitivo, siempre alerta, "por ejemplo, Fraga y Pujol"), el control de la ansiedad y las adicciones, en especial la adicci¨®n al trabajo. Sobrina del escritor Ram¨®n J. Sender, hija de funcionario y maestra, su familia lleg¨® a Barcelona cuando ella ten¨ªa cuatro a?os, huyendo de la represi¨®n: "Me inculcaron el orgullo de pensar libremente". Ella respondi¨® con el af¨¢n de saber. Estudi¨® en el Liceo Franc¨¦s, un privilegio completado con otro: pasar los veranos en El Frago, una peque?a aldea del Pirineo, "era vivir en el siglo XIX". Lo rural y lo urbano como est¨ªmulo y una disposici¨®n natural a las letras la llevaron a estudiar medicina: "Me gustaba la ciencia, era lo que no pod¨ªa aprender sola". Se cas¨®, tuvo dos hijos.
De la psiquiatr¨ªa le interes¨® "la posibilidad de ayudar a que algunos no sean desgraciados aunque lleven vidas absurdas". No se trata, pues, de adaptar a la gente al medio social, sino de reconciliarles consigo mismos, hasta con sus locuras. "Me gusta el modelo evolucionista para explicar la adaptaci¨®n de los individuos. Hoy hay consenso en la influencia de la biolog¨ªa y los genes, pero se comienzan a valorar los factores ambientales". ?La sociedad puede enloquecernos? "No. Aunque envejecen peor los pobres que los ricos. Se sabe que el infarto, en Estados Unidos, se da m¨¢s en clases bajas, que fuman, beben y no tienen medios para cuidar su salud".
?Hay que felicitarse, pues, de que se proh¨ªba fumar? "Esta ley ser¨¢ disuasoria a la larga. Pero no me gusta que pap¨¢ Estado dicte la moral de la salud p¨²blica, porque eso culpabiliza al ciudadano...", que cae en el estr¨¦s y la agresividad. "Nuestro cerebro es el mismo que cuando empez¨® la especie, luego se nos complic¨® la cosa y en los ¨²ltimos a?os hay un gran cambio en los comportamientos, por ejemplo en el papel de las mujeres". Los hombres tambi¨¦n sufren estr¨¦s: "Ellos consultan cuando tienen un fracaso que bloquea su eficacia; ellas son m¨¢s sensibles a lo emocional; sin embargo, en las parejas j¨®venes hay un cierto intercambio de roles y piensan que tienen derecho a equivocarse... todo es muy cambiante". La agresividad crece; los cr¨ªmenes familiares, las agresiones verbales generalizadas y el refugio en las adicciones muestran las dificultades de adaptaci¨®n al nuevo escenario humano.
"El factor t¨®xico es la hostilidad. M¨¢s que agresiones, lo que se ve es la atribuci¨®n de maldad a los dem¨¢s. La desconfianza es una emoci¨®n muy poco saludable y la hostilidad, que era necesaria cuando el hombre viv¨ªa en la selva, hoy es puro castigo". Castigo para uno mismo y para los dem¨¢s. A sus alumnos en la Facultad de Medicina les ense?a que practiquen ese an¨¢lisis mirando los telediarios, y los futuros m¨¦dicos, tal vez psiquiatras, radiograf¨ªan a los protagonistas de la actualidad.
Ella es una adicta a Internet para estar al d¨ªa en su profesi¨®n y a la prensa escrita: "Cuanto m¨¢s vieja soy, m¨¢s necesito saber lo que pasa, quiz¨¢ para salir de m¨ª misma. Lo que veo no me gusta, pero soy optimista: vivir es negociar". Cree que fue "una gran suerte generacional" haber vivido la ebullici¨®n de los sesenta. Votante impenitente, nada nacionalista -"no tengo ese sentimiento"-, ama viajar y vuelve siempre al Eixample: "Soy conservadora". Acaba de leer, impresionada, un informe m¨¦dico sobre las lesiones cerebrales de los jovenc¨ªsimos soldados en la guerra de Irak: los actos humanos tienen consecuencias. Y hoy se pregunta si la gripe aviar se puede contagiar a las palomas barcelonesas: ?tendremos que acoger a cuatro palomas por familia? Seguro que lo har¨ªa.
Le pido una definici¨®n de contrase?a: "Complicidad, clave compartida". Sonr¨ªe.
m.riviere17@yahoo.es
PERFIL
"Me inculcaron el orgullo de pensar libremente", dice esta psiquiatra de 60 a?os, sobrina del escritor Ram¨®n J. Sender y toda una autoridad en la conducta de los individuos acelerados y competitivos. Recomienda a sus alumnos de la Facultad de Medicina que practiquen radiografiando a los protagonistas de la actualidad.
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