14 a?os de dudas sobre Ahmed
El indulto de un reo que se parec¨ªa a un violador lleva seis a?os sin resolverse
En el oto?o de 1991, una decena de chicas fueron violadas delante de sus novios en parajes apartados de Barcelona y Tarragona, siempre de noche. Los atestados policiales hablan de dos hombres que golpeaban los cristales del coche de los amantes, abr¨ªan las puertas, los sacaban a golpes y, a punta de pistola, les robaban. Por turnos, violaban a las chicas brutalmente. Hablaban una lengua que a algunas v¨ªctimas les pareci¨® ¨¢rabe.
Ahmed Tommouhi (1951), alba?il marroqu¨ª, viv¨ªa en una pensi¨®n de Terrassa cuando lo detuvieron, el 11 de noviembre de 1991. Llevaba seis meses en Espa?a. La polic¨ªa hab¨ªa recibido las fichas de registro de la pensi¨®n, donde Tommouhi compart¨ªa habitaci¨®n con un compatriota, Mustaf¨¢ Zaidani. El fax transmitido entre las comisar¨ªas describ¨ªa a los violadores como "dos norteafricanos", uno "m¨¢s grueso, con entradas", y el otro "m¨¢s moreno y con bigote". Tommouhi y Zaidani fueron detenidos, aunque este ¨²ltimo qued¨® en libertad a los pocos d¨ªas. Nadie lo identific¨® con seguridad. Tommouhi empez¨® a girar por las ruedas de reconocimiento, y las irregularidades se sucedieron.
Primera. Diecisiete v¨ªctimas y testigos desfilaron por las salas de identificaci¨®n de los juzgados de Terrassa y Barcelona. Algunas, hasta cuatro veces. El Tribunal Supremo establece que s¨®lo debe realizarse una rueda, para evitar que las v¨ªctimas se familiaricen con la cara del sospechoso. S¨®lo tres mostraron cierta seguridad al se?alar a Tommouhi la primera vez. Otras seis fueron ganando confianza en las sucesivas ruedas, en las que s¨®lo Tommouhi se repet¨ªa. Las otras ocho nunca lo reconocieron.
Segunda. La polic¨ªa condujo a Tommouhi esposado por delante de las v¨ªctimas hasta el despacho del juez, seg¨²n un guardia civil que lo vio. Y el paseo fue doble, porque tuvieron que devolverlo a los calabozos. Muchas v¨ªctimas supieron, antes de identificarlo, que ¨¦l era el sospechoso.
Tercera. Los cebos que acompa?aban a Tommouhi en los reconocimientos no se parec¨ªan f¨ªsicamente a ¨¦l, contra lo que exige la ley. Era el ¨²nico "sin bigote y de complexi¨®n gruesa", seg¨²n el sumario. El ¨²nico que encajaba con las descripciones de las v¨ªctimas.
Tommouhi fue condenado por seis violaciones y un robo con violencia. En uno de los casos se desestimaron por motivos de forma los an¨¢lisis del semen encontrado en la braga de una chica, que lo absolv¨ªan. Y los abogados de oficio que ten¨ªan que recurrir la sentencia ante el Supremo, no lo hicieron. Otro marroqu¨ª, Abderrazak Mounib, fue declarado culpable en dos casos. La ¨²nica prueba fueron los reconocimientos de las v¨ªctimas. Nunca apareci¨® ninguna prueba material que los inculpara.
En la primavera de 1995, otras cinco chicas fueron violadas, de nuevo en lugares apartados de Barcelona y Tarragona. El modus operandi, el mismo que en las violaciones de 1991. La descripci¨®n de los agresores, id¨¦ntica. Tambi¨¦n, supuestamente, hablaban ¨¢rabe y eran "norteafricanos". Se detuvo a uno de los violadores: Antonio Garc¨ªa Carbonell, gitano de Sabadell. Al verlo, a uno de los guardias civiles que hab¨ªa participado en la investigaci¨®n del 91, Reyes Ben¨ªtez, se le vino a la cabeza la cara de Tommouhi. Eran iguales. Sospech¨® que Carbonell pod¨ªa ser tambi¨¦n el autor de las violaciones del 91 y emprendi¨® una nueva investigaci¨®n, concluida en 1996. En lugar de ¨¢rabe, lo que las v¨ªctimas pod¨ªan haber o¨ªdo era cal¨®, lengua que habla Carbonell. La brutalidad de los ataques y la oscuridad con que se cometieron podr¨ªan haber provocado reconocimientos err¨®neos.
El Tribunal Supremo orden¨® en 1997 analizar las muestras de ADN de las violaciones de 1991. S¨®lo se recuperaron restos de una. El resultado los absolvi¨®: ni Tommouhi ni Mounib eran los autores, aunque la chica violada "no hab¨ªa tenido nunca ninguna duda" de que eran ellos, seg¨²n la sentencia. El ADN demostr¨® que los violadores hab¨ªan sido Garc¨ªa Carbonell y un pariente suyo cercano, nunca localizado.
Tommouhi y Mounib intentaron que se revisaran las otras sentencias, pero en Espa?a, cuando hay una condena firme, es el reo quien tiene que demostrar su inocencia. Como no se localizaron m¨¢s restos de ADN, el Supremo desestim¨® su recurso. A¨²n as¨ª, el Alto Tribunal, tras decir que la letra de la ley imped¨ªa absolverlos, recomend¨® el indulto. Y el fiscal jefe de Catalu?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, lo solicit¨® para ambos en 1999 por las "dudas razonables" que existen sobre su culpabilidad. Mounib muri¨® en la c¨¢rcel en 2000, de un infarto.
El expediente de indulto lleva seis a?os sin resolverse. El PSOE, en la oposici¨®n, pregunt¨® al Ejecutivo popular en el Congreso por la demora. Ahora, en el Gobierno, no lo concede. El pasado julio, el ministro de Justicia aleg¨® la "gravedad de los delitos" por los que fue condenado Tommouhi, aunque admiti¨® que el expediente ni siquiera hab¨ªa llegado al Consejo de Ministros. "El Gobierno es muy riguroso", explic¨®. Siete meses m¨¢s tarde, sigue estudi¨¢ndolo.
Ahmed Tommouhi envi¨® en 1991 una carta a su familia en Marruecos. Les contaba que estaba en la c¨¢rcel de Can Brians (Barcelona), pero que esperaba salir pronto. Desde entonces se niega a reconocer nada de lo que le ha pasado. No ha vuelto a hablar con su mujer, que sigue en Nador. "No quiero o¨ªrla llorar", escribi¨® a su abogado. No ha aceptado ning¨²n beneficio penitenciario. No pide el indulto. S¨®lo quiere que se reconozca su inocencia. Hoy, lleva 5.225 d¨ªas preso. Si el Gobierno no lo indulta antes, saldr¨¢ libre el 20 de octubre de 2009.
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