Permira se atreve con la Pizza
La firma de 'private equity' acude en ayuda de Ballv¨¦ para sacar del estancamiento a Telepizza
Permira se est¨¢ convirtiendo, igual que otras firmas de su sector, en salvadora de familias empresariales. Unas semanas despu¨¦s de comprar Cortefiel a los Hinojosa, ha vuelto a dar muestras de agilidad con el anuncio de la OPA sobre Telepizza, una operaci¨®n al 50% con las familias Ballv¨¦ y Olcese (Carbal), principales accionistas de la cadena de pizzas a domicilio, con el objetivo de impulsar la compa?¨ªa y despu¨¦s venderla tras cinco a?os de estancamiento.
A Telepizza le ha perjudicado un menor consumo de 'pizzas' a domicilio, la aparici¨®n de otros formatos de comida r¨¢pida y las 'pizzas' refrigeradas
Se dice en el sector que los Ballv¨¦, que compraron Telepizza a su fundador en octubre de 1999, respiraron hondo cuando Permira, dirigida en Espa?a por Carlos Mallo, estamp¨® su firma en el acuerdo que la convertir¨¢ , en el caso de que salga adelante la OPA, en socio de los Ballv¨¦ y los Olcese durante un periodo de tres a nueve a?os, el plazo previsto para lograr la remontada de la empresa.
La operaci¨®n, que los hombres de Permira estudiaron y cerraron en apenas tres semanas y media (algo habitual en su caso), acaba con meses de incertidumbre y rumores de venta en torno a Telepizza, que, seg¨²n un analista, "no se concretaron por cuestiones de precio".
Pese a que la OPA, a 2,15 euros por t¨ªtulo (572 millones de euros si se alcanza el 100%), se financiar¨¢ a partes iguales entre Carbal y Permira, ser¨¢ el equipo de la segunda quien se encargue de buscar soluciones a la ya larga aton¨ªa de la cadena.
Iniciativas frustradas
Todas las iniciativas puestas en marcha en los ¨²ltimos seis a?os por los sucesivos equipos nombrados por los Ballv¨¦ -como la implantaci¨®n de CRM, el nuevo Telekebab o el estreno de nuevos canales como la venta en hoteles- se han estrellado contra la dureza del mercado. La cifra de negocio cay¨® desde 328,6 millones de euros en el a?o 2000 a 291,6 millones de euros en el ejercicio pasado. Y el valor del t¨ªtulo, que lleg¨® a rozar los 10 euros a finales de los a?os noventa y en 2000, se estabiliz¨® a partir de entonces por debajo de los 2 euros. El pasado 17 de febrero, antes de saltar al mercado los rumores de una posible OPA, cerraba a 1,88.
?Qu¨¦ ocurri¨®? "Pues que el modelo original se agot¨®, ya incluso bajo la direcci¨®n del fundador, Leopoldo Fern¨¢ndez Pujals", apunta Nicol¨¢s L¨®pez, de M&G. "El sector est¨¢ estancado, la empresa no tiene margen para abrir m¨¢s tiendas y los consumidores han cambiado su perfil", agrega.
Estos a?os, Telepizza se ha visto castigada por el par¨®n en el consumo de pizzas a domicilio, la aparici¨®n de otros formatos de fast food o comida r¨¢pida (bocadillos, s¨¢ndwiches, kebabs...) y por la dura competencia de las pizzas refrigeradas (entre ellas las de Campofr¨ªo, propiedad de la familia Ballv¨¦), a la venta en los supermercados y m¨¢s baratas.
Sobre Telepizza parecen haberse abatido todos los inconvenientes. Seg¨²n se?alaba un informe de DBK en 2004 "el mercado de comida a domicilio se est¨¢ desacelerando". Igual le ha pasado, se?ala la consultora, a la pizza, estancada, frente a las hamburguesas, que segu¨ªan creciendo ese a?o por encima del 6%.
?Ha medido bien Permira el desaf¨ªo que le espera? Fuentes pr¨®ximas a la operaci¨®n reconocen que les espera un trabajo enorme para que Telepizza vuelva a acelerar su paso y a crear valor. Antes de haber empezado a entrar en harina (dada la rapidez con que todo ocurri¨® no han tenido tiempo de dise?ar a¨²n un plan estrat¨¦gico), est¨¢n ya convencidos de que la soluci¨®n no pasa por incidir en viejos errores cometidos por Telepizza, en especial la entrada en otros formatos de fast food o en restauraci¨®n convencional (el caso de la cadena Piazza). Se trata de f¨®rmulas que no dieron resultado y distrajeron recursos de gesti¨®n de la tarea fundamental; gestionar la cadena de pizzas.
Los nuevos socios de la empresa, que han comprobado ya problemas como la insatisfacci¨®n de los clientes o el mal clima laboral, consideran que la soluci¨®n est¨¢ en volver a convertir Telepizza en una marca lo suficientemente atractiva como para que los clientes vuelvan. Para ello tendr¨¢n que redise?ar la l¨ªnea de productos y su calidad, mejorar la imagen, potenciar los puntos de venta, mejorar el servicio (en la tienda y en las entregas) y revitalizar la imagen. La idea es potenciar Telepizza, no entrar en negocios ajenos. De momento, parece tambi¨¦n decidida la continuidad del actual equipo, que se reforzar¨¢ con el fichaje de profesionales en las ¨¢reas menos din¨¢micas.
No se sabe cuanto tiempo tardar¨¢ todo ello en dar frutos. Se prev¨¦ que una vez que la empresa est¨¦ en mejores condiciones y vuelva a retomar el crecimiento, los actuales socios la revendan, una responsabilidad que posiblemente recaer¨¢ sobre Permira. Para la familia Ballv¨¦ es fundamental elevar el valor de la cadena para poder salir sin p¨¦rdidas de la aventura. La media del precio pagado por los Ballv¨¦, en las tres operaciones de adquisici¨®n de t¨ªtulos (la compra inicial, la venta de Tele-Chef y la operaci¨®n de convertibilidad de bonos), es, seg¨²n los analistas consultados, de 2,70 euros, muy superior a su precio habitual en Bolsa.
Riesgo limitado
?Supone la operaci¨®n un riesgo excesivo para Permira? Los analistas creen que algo de riesgo si hay, pero no ven excesivo. "Ofrecen un precio m¨¢s bien ajustadito", comenta Antonio Castell, analista de Ibersecurities. "De modo que es dif¨ªcil que pase algo grave", agrega.
?ste y otros analistas opinan, adem¨¢s, que Telepizza, dificultades de crecimiento aparte, sigue siendo una empresa muy v¨¢lida, con una fuerte posici¨®n de mercado y una interesante red, que s¨®lo en Espa?a supera los 540 puntos de venta. Y esto no es todo. "La empresa ha llevado a cabo", apunta Castell, "una reestructuraci¨®n (con cierres de negocios como las actividades de Francia y M¨¦xico) que empezar¨¢ a mostrar sus resultados y tiene una gran capacidad de generaci¨®n de caja (m¨¢s de 50 millones de resultado bruto de explotaci¨®n), interesante para cualquier empresa de private equity, lo que tambi¨¦n es una ¨®ptima raz¨®n para comprar. Un "riesgo", pues, bastante controlado. Como debe ser.
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