Bekele tambi¨¦n se divierte en la moqueta
Llegada la hora de las cuentas finales, la anfitriona, Rusia, exhibi¨® sus ocho medallas de oro, sus cinco de plata, sus cinco de bronce; Estados Unidos luci¨® sus siete oros, sus 13 totales; Espa?a su sexto puesto en la clasificaci¨®n por pa¨ªses teniendo en cuenta medallas y finalistas, tras Rusia, Estados Unidos, Alemania, Polonia y Jamaica; y Kenenisa Bekele, por s¨ª solo una gran potencia en el atletismo mundial, una combinaci¨®n, de s¨®lo oros, inigualable. El et¨ªope gan¨® los 3.000 metros y se convirti¨®, con ello, en el primer atleta de la historia que es campe¨®n del mundo, y ol¨ªmpico, en las tres superficies en las que se disputa el atletismo: en campo a trav¨¦s -cuatro veces doble campe¨®n de cross largo y corto, y dentro de tres semanas buscar¨¢ en Fukuoka (Jap¨®n) su quinto doblete-, al aire libre -actual campe¨®n ol¨ªmpico y doble campe¨®n mundial de 10.000- y en la moqueta bajo techo, el t¨ªtulo que le faltaba. El t¨ªtulo que m¨¢s se divirti¨® consiguiendo. "S¨ª, es divertida la pista cubierta", dijo Bekele tras ganar su carrera. "Tras ganar en cross y al aire libre esto es como un pasatiempo".
El et¨ªope, primer atleta de la historia que es campe¨®n ol¨ªmpico y mundial en todas las superficies
Lo dijo as¨ª como quien comenta el tiempo. Lo dijo despu¨¦s de ganar la carrera de las estrellas. Por primera vez se juntaban en una pista Bekele, el keniano Kipchoge, que es el atleta que le derrot¨® en los 5.000 del Mundial de Par¨ªs, y Shaheen, el mito keniano de los 3.000 obst¨¢culos. Y, por si fuera poco, a Bekele le acompa?aba su hermano peque?o, Tariku, 19 a?os, debutante en una gran final. Y por si fuera poco a¨²n, con ellos estaba el irland¨¦s Alistair Cragg, el mejor europeo de la especialidad, el atleta que destroz¨® en Madrid el sue?o de Reyes Est¨¦vez. Y en esa carrera, la mejor del Mundial, la que val¨ªa por todo el Mundial despleg¨® Bekele toda su sabidur¨ªa, que es mucha. Encel¨® a Kipchoge, el del terrible final, y le oblig¨® a tirar a mitad de carrera, cuando Cragg hab¨ªa terminado su primera demostraci¨®n. Despu¨¦s, Bekele pas¨® a la acci¨®n. Unas vueltas de calentamiento, bajando de los 30 segundos, y, a 300 metros del final, el aceler¨®n definitivo. Kipchoge no le pudo responder. Shaheen, fino, de aspecto fr¨¢gil, fue el que m¨¢s se acerc¨®, pero Bekele, Kenenisa, el que m¨¢s se divirti¨®, el que m¨¢s divirti¨® a la afici¨®n.
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