Novillada blanda y noble que mereci¨® m¨¢s
La novillada de Luis Algarra sac¨® matices de calidad, destil¨® nobleza a chorros, pero ?ay! le faltaron las fuerzas. De no ser por esto ¨²ltimo, hubiera sido novillada de notable alto. Se le cortaron tres orejas, pero bien pod¨ªan haber sido dos o tres m¨¢s. Hubiera sido lo l¨®gico, desde luego.
Porque fue novillada para estar a gusto delante de ella. No s¨®lo por su noble condici¨®n, sino tambi¨¦n porque de presencia resultaba muy agradable. Los tres primeros, por ejemplo, fueron tres calcos. Los tres, bajos y apenas ofensivos de cara. La segunda mitad tuvo mayor entidad, estuvieron m¨¢s hechos. M¨¢s rematados. El sexto, con sus 525 kilos, fue de guapa seriedad.
Con tales condiciones f¨ªsicas, el tercio de picar fue mero tr¨¢mite. O menos que eso. El sexto fue el ¨²nico que se emple¨® en la primera entrada. A los otros cinco se les dio luz verde sin apenas castigo. Todo se?alado. Suerte de varas simulada.
Algarra / El Javi, Mart¨ª, Savalli
Novillos de Luis Algarra. Justos los tres primeros y de mayor entidad el resto. Tuvieron nobleza pero adolecieron de fuerzas. El Javi: m¨¢s de media (oreja); media -aviso- y seis descabellos (silencio). Ra¨²l Mart¨ª: pinchazo -aviso- (silencio); estocada (oreja). Medhi-Savalli: estocada -aviso- y descabello (oreja); entera -aviso- (vuelta). Tras el pase¨ªllo se guard¨® un minuto de silencio en memoria del ganadero Luis Algarra. Plaza de Valencia, 13 de marzo. 3? de feria. Media entrada.
Al novillo que abri¨® plaza le falt¨® nada para volver a los corrales. Muy protestado en principio fue, sin duda, el de menos valor f¨ªsico del encierro. Pero se salv¨®.Muy bondadoso, aunque le costara caminar, fue material muy comestible para la muleta. El Javi, refugiado en terrenos de adentro para defenderse del viento, se asent¨® c¨®modo. Unas formas de listo, de sab¨¦rselas todas. Los muletazos arrancados uno a uno. Jaleados por el propio torero. Y muy h¨¢bil con la espada.
El cuarto manse¨® en la segunda entrada al caballo. Un detalle que anunciaba su poca entrega en la muleta. Fue el novillo dispar de tan dulce novillada. Protest¨® y se quit¨® la tela de encima con leve violencia. Hasta que dijo basta y se par¨®. Antes de esto, El Javi le busc¨® las vueltas. Sin pasar apuros, tambi¨¦n sin agobiarse, se meti¨® con ¨¦l en un forcejeo muy vistoso de cara a la gente. Torero listo este Javi.
Ra¨²l Mart¨ª atac¨® muy de cerca a su primero, al que acab¨® rob¨¢ndole el aire. Se asent¨® m¨¢s por el lado derecho, el bueno, y resultaron fallidos los intentos por el izquierdo. Por este pit¨®n, el novillo se venci¨® sin esconderse. Labor larga, trabajada, pero de escasos recursos.
Entendi¨® mejor al quinto. Novillo que apunt¨® de principio signos defensivos y que termin¨® entregado. Tambi¨¦n lo trabaj¨® muy de cerca Ra¨²l Mart¨ª. La faena mantuvo un nivel discreto hasta que Mart¨ª se ech¨® la muleta a la zurda. Un aislado natural, con el novillo muy enroscado a la cintura, le sirvi¨® para descubrir las mejores opciones del novillo. Despu¨¦s vino una serie completa. Muy lograda. Y vuelta a buscar el norte de una faena que no estuvo mal planteada, pero a la que le falt¨® mayor inteligencia.
Medhi-Savalli recibi¨® al tercero a porta gayola, de rodillas, con una larga. Todav¨ªa de hinojos, otra larga y un farol en el tercio y, en los medios, dos faroles m¨¢s. Al espect¨¢culo con la capa le sigui¨® otro en banderillas. Esta vez menos acertado. Mucha voluntad pero poco acierto. Un inicial pase cambiado le pon¨ªa etiqueta de inter¨¦s a una faena que se apag¨® antes de encenderse. El noble novillo apenas caminaba y Savalli opt¨® por poner lo suyo y lo de su oponente. Unos circulares invertidos pusieron remate a una faena de m¨¢s aparato que otra cosa.
El sexto, novillo con hechuras de toro, le dej¨® cuajar un tercio de banderillas con mayor acierto. El de Algarra se vino a menos en la muleta, pero la faena de Savalli, de nuevo muy directa hacia el tendido, mantuvo su l¨ªnea de popularidad. Novillo al paso, algo frenado, mas para Savalli importaba poco. ?l a lo suyo. Muletazos enteros, medios, unos enganchados, otros que le sal¨ªan limpios. Y la gente encantada. Voluntad fue lo ¨²nico que no falt¨®. Las carencias fueron otras.
Babelia
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