Medio mill¨®n de subsaharianos esperan en Mauritania para saltar a Europa

Al menos medio mill¨®n de inmigrantes irregulares esperan en Mauritania su oportunidad para zarpar hacia Canarias como medio de entrar en Europa, seg¨²n estimaciones de fuentes gubernamentales, diplom¨¢ticas y de organismos internacionales con base en la capital del pa¨ªs, Nuakchot. La mayor¨ªa han llegado con lo puesto desde los pa¨ªses subsaharianos de ?frica Occidental, duermen en chabolas o al raso, sobre ra¨ªdas esterillas, y tratan de reunir 1.000 euros trabajando en la econom¨ªa sumergida para embarcar hacia Canarias.

Mauritania nunca ha tenido un censo fiable. Las ¨²ltimas aproximaciones realizadas para las elecciones previstas este a?o rondan los 3,2 millones de habitantes, lo que supone una densidad de tres personas por kil¨®metro cuadrado. A ellos hay que a?adir un n¨²mero indeterminado de n¨®madas y algo m¨¢s de dos millones de inmigrantes subsaharianos, seg¨²n c¨¢lculos de ONG. Medio mill¨®n de esos extranjeros residen en el pa¨ªs de forma irregular y transitoria; tratan de reunir el dinero necesario para llegar a Europa. Y el camino m¨¢s corto pasa por el archipi¨¦lago canario.

Hasta ahora se pensaba que en Mauritania s¨®lo hab¨ªa entre 10.000 y 15.000 inmigrantes aguardando para pasar a Canarias. Incluso, la semana pasada el Gobernador de Nuadibu se?al¨® que hab¨ªa s¨®lo en torno a esa ciudad 12.000 personas esperando para embarcar.

Hace ya varios a?os que el territorio mauritano es utilizado por los inmigrantes subsaharianos. Su extensi¨®n, un desierto de m¨¢s de un mill¨®n de kil¨®metros cuadrados (el doble que Espa?a), y la amplitud y permeabilidad de sus fronteras, una imprecisa l¨ªnea de 2.400 kil¨®metros, les han permitido atravesar el pa¨ªs sin ser molestados por las autoridades.

Hasta principios del a?o pasado, los subsaharianos que entraban en Mauritania se dirig¨ªan hacia la localidad minera de Zuerat. Desde all¨ª, los traficantes de personas les trasladaban hasta las cercan¨ªas de El Aai¨²n, la capital de S¨¢hara Occidental. Para ello ten¨ªan que cruzar el muro minado construido por Marruecos en los a?os ochenta para protegerse frente a los ataques de los independentistas saharauis del Frente Polisario. Traficantes e inmigrantes atravesaban el muro sobornando a militares encargados de custodiar sus puertas. Y, d¨ªas m¨¢s tarde, corromp¨ªan a miembros de la Gendarmer¨ªa Real encargados de controlar la costa, para que no les molestaran al zarpar hacia Canarias.

Pero toda esa red de intereses en torno a los inmigrantes clandestinos en el S¨¢hara comenz¨® a desmoronarse en los primeros meses de 2005, fecha en la que el rey de Marruecos decidi¨® atender las peticiones del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero e impedir la salida de pateras hacia Espa?a. Los sucesos de Ceuta y Melilla, en octubre y noviembre pasado, cuando al menos 11 subsaharianos murieron al intentar saltar las vallas fronterizas, disuadieron a los inmigrantes de pisar cualquier territorio bajo control marroqu¨ª.

El flujo de personas que hasta ese momento se concentraba en Marruecos se dividi¨® en dos ramales. Uno de ellos parte desde Agadez (N¨ªger) hacia Libia, desde donde los subsaharianos tratan de cruzar el Mediterr¨¢neo rumbo a Italia. El otro arranca de Bamako (capital de Mal¨ª) y se dirige a Mauritania.En los ¨²ltimos meses ha cobrado un auge extraordinario una antigua v¨ªa de acceso: el r¨ªo Senegal. Cientos de personas procedentes del sur de ese caudal -de Gambia, Guinea-Bissau, Guinea Conakry, Sierra Leona y por supuesto de Senegal- y del sur del r¨ªo N¨ªger -de Liberia, Costa de Marfil, Burkina Faso, Ghana...- atraviesan cada d¨ªa a nado o en piraguas el cauce que marca la frontera sur de Mauritania. Luego recorren el desierto hacia Nuadib¨², el lugar desde el que zarpan los cayucos a Canarias.

Por otra parte, una embarcaci¨®n a la deriva con al menos 12 cad¨¢veres de subsaharianos fue localizada el domingo por un guardacostas de Cabo Verde a escasa distancia de la isla de Boa Vista, seg¨²n anunciaron las autoridades del archipi¨¦lago, que sospechan que los pasajeros eran inmigrantes que ten¨ªan la intenci¨®n de viajar hasta Canarias, informa Reuters. Un remolcador zarp¨® de Praia, la capital, para conducir a puerto a la patera.