La verdadera conspiraci¨®n

"Silvio Berlusconi declar¨® que detr¨¢s del atentado hab¨ªa una mente espa?ola o alguien con un profundo conocimiento de la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola. No creo que El Tunecino, Lamari, el Egipcio o el Chino tuvieran capacidad intelectual suficiente para llevar a cabo un diagn¨®stico riguroso de la realidad espa?ola. Alguien lo hizo por ellos y los contrat¨® para su ejecuci¨®n. Pero ?qui¨¦n?", se pregunta Jaime Ignacio del Burgo, miembro del Partido Popular en la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M, en su libro sobre el atentado. Tanto le impresiona Il Cavaliere, que el ex comisionado empaca y emprende viaje al interior de la novela negra siciliana: el 11-M ha sido el producto de un contrato. Unos cerebros, lo m¨¢s probable, claro, cercanos a ETA, fueron quienes pagaron a los moritos, como suele llamarles, para que ejecutaran el plan.

Rajoy ha comprado la prueba de cargo que le ha estallado en a?icos horas despu¨¦s

Del Burgo: "No he encontrado respuesta del juez Del Olmo a los enigmas planteados"

He aqu¨ª, en esta conclusi¨®n, todo lo que usted quer¨ªa saber sobre la teor¨ªa de la conspiraci¨®n. Tras el reciente patrocinio personal otorgado por Mariano Rajoy, gente bien intencionada estima que el PP ha atravesado una l¨ªnea roja. La buena memoria escasea cada vez m¨¢s. Hace tan s¨®lo un a?o, mira por d¨®nde, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy iban juntos de la mano en el acto de presentaci¨®n del v¨ªdeo de la FAES sobre el 11-M, durante el primer aniversario. En el segundo, el PP ha seguido con el montaje, esta vez atacando la actividad del juez Juan del Olmo y de la fiscal del caso, Olga S¨¢nchez. Ahora a cuenta de la bolsa de deportes, que no mochila, por en¨¦sima vez.

La bolsa ha sido durante a?os, parafraseando a Ariadna, el ovillo m¨¢gico de hilo dorado para entrar y salir del laberinto del 11-M. Jaime Ignacio del Burgo, confesaba su fascinaci¨®n por el ovillo m¨¢gico, perd¨®n, por la bolsa, en su libro. "No sabemos c¨®mo es posible que la decimotercera mochila [?bolsa!], cargada de explosivos y de quince kilos de peso como m¨ªnimo, cuya desactivaci¨®n fue el elemento esencial de la investigaci¨®n policial, pudo ser trasladada desde los trenes de Atocha hasta la comisar¨ªa de Vallecas sin que ning¨²n Tedax se percatara in situ de su contenido, a pesar de que se hab¨ªan desactivado otras mochilas o bolsas similares. ?Son tantas las cosas que no sabemos!".

Y se sabe que uno encuentra siempre lo que busca. Jaime Ignacio del Burgo crey¨® encontrarlo en el testimonio de un polic¨ªa que, seg¨²n su propia declaraci¨®n, vio una bolsa la tarde del 11-M, cuya imagen le qued¨® en la memoria, pero a cuyo interior nunca tuvo acceso. Adem¨¢s, se march¨® a descansar en el anochecer de un d¨ªa agitado, antes de que, en la madrugada del 11 al 12 de marzo, al conocerse que dentro de una bolsa hab¨ªa una bomba, se procediera a su desactivaci¨®n lo que a su vez permiti¨® llegar a los autores materiales. Y no solo Del Burgo crey¨® haber encontrado la prueba de cargo. Tambi¨¦n Rajoy, que estaba en el ajo, estuvo tan seguro de ello que abandon¨® su prudencia y sali¨® al ruedo. Dur¨® poco. Fue al juez Del Olmo a quien toc¨®, esta vez, desactivar la noticia-bomba. Y lo hizo. Y Rajoy puso pies en polvorosa.

?Por qu¨¦ esa perversi¨®n por la bolsa? Es muy sencillo: si esa bolsa no hubiera aparecido en escena antes del 14-M, el PP sigue estando seguro de que ganaba las elecciones. Y como los atentados del 11-M, ha repetido Aznar el pasado 8 de marzo, "est¨¢n ligados a la voluntad de algunos de provocar un vuelco pol¨ªtico en Espa?a", la mano que meci¨® la bolsa desde los trenes hasta la comisar¨ªa, pues, pretende el PP, es la clave de toda esta historia. Si Rajoy ha comprado la prueba de cargo que le ha estallado en a?icos horas despu¨¦s de exhibirla ello se debe a una raz¨®n muy clara. Por aquello de que el que conozca una raz¨®n para oponerse a la boda hable ahora o calle para siempre, el PP necesitaba desencadenar la campa?a definitiva en las postrimer¨ªas de la instrucci¨®n sumarial del juez Del Olmo.

En su libro, Jaime Ignacio del Burgo ya da cuenta del respeto que le merece el juez. "Yo albergaba la esperanza de que el juez Del Olmo diera respuesta a la mayor parte de las cuestiones aqu¨ª suscitadas... Mi decepci¨®n ha sido absoluta, pues no he encontrado la respuesta a los grandes enigmas planteados y dudo que la haya cuando llegue el d¨ªa de la apertura del juicio oral", se?ala.

Del Burgo ya ha dictado sentencia sobre la instrucci¨®n sumarial de Del Olmo. Y Rajoy, m¨¢s a la gallega, tambi¨¦n. Y, ?por qu¨¦? Porque, parafraseando a Del Burgo "no han encontrado respuesta a los grandes enigmas planteados". Y ?cu¨¢les son esos enigmas? Evidentes: la relaci¨®n entre ETA y los islamistas que cometieron el atentado. Es que, claro, ni Del Burgo ni Rajoy han hallado, en el largo centenar de tomos del sumario, una copia del contrato por el cual la banda terrorista ETA -que seg¨²n insisti¨® Aznar el pasado 8 de marzo "se encontraba en un estado de debilidad in¨¦dita. Les ten¨ªamos contra las cuerdas"- instruy¨® y pag¨® a los radicales islamistas para que ejecutaran el 11-M.

La campa?a contra la instrucci¨®n sumarial tiene en cuenta un calendario elemental. El juez Del Olmo dictar¨¢ pr¨®ximamente el auto de procesamiento y el juicio oral de los acusados ser¨¢ se?alado por la Audiencia Nacional quiz¨¢ para febrero o marzo de 2007. En esas fechas, Espa?a estar¨¢ en plena campa?a de las elecciones municipales y auton¨®micas. El PP, que viene de perder las generales del 14-M, las europeas, de reducir posiciones en el Pa¨ªs Vasco y de ser derrotado en Galicia, necesita ganar las pr¨®ximas municipales y auton¨®micas (que, dicho sea de paso, tambi¨¦n perdi¨® en 2003). El cronograma judicial, pues, le viene mal. ?Y qu¨¦ decir de la circunstancia de que la sentencia de los acusados por el 11-M se acercar¨¢ a las elecciones generales de 2008 caso de que se cumpla la legislatura? El PP dej¨® el Gobierno tras el 11-M y el fantasma de ¨¦ste le perseguir¨¢ hasta las pr¨®ximas elecciones generales. La conspiraci¨®n, la verdadera, no es la de los socialistas, polic¨ªas y periodistas en el 11-M sino la que inici¨® el PP en la ma?ana de ese mismo d¨ªa y que hoy mantiene contra viento y marea.