Prodi sale airoso del primer debate electoral con Berlusconi

A Silvio Berlusconi se le torci¨® el debate televisivo. El presidente del Gobierno italiano, que hab¨ªa exigido un cara a cara con Romano Prodi para reducir su desventaja en los sondeos, no logr¨® inquietar anoche al candidato del centro-izquierda y acab¨® reconociendo, frustrado, que hab¨ªa sido incapaz de explicarse. Berlusconi se mostr¨® agresivo y se comport¨®, hasta cierto punto, como si fuera jefe de la oposici¨®n. Los primeros sondeos dieron una nota ligeramente m¨¢s alta al aspirante.

Il Cavaliere tuvo que renunciar a muchas cosas para poder debatir con Prodi. Consciente de sus cuatro puntos de ventaja en los sondeos, el aspirante del centroizquierda exigi¨® Berlusconi que no celebrara una rueda de prensa televisada de fin de campa?a, como ten¨ªa previsto, y que aceptara unas normas muy r¨ªgidas, con minutajes estrechos y absoluta paridad de condiciones. Berlusconi necesitaba la oportunidad de imponerse a Prodi a la vista del p¨²blico y encaj¨® las exigencias.

Al final lo lament¨®. Con dos minutos para responder a cada pregunta y sin poder dirigirse directamente al ex presidente de la Comisi¨®n Europea, el presidente del Gobierno fue incapaz de recurrir a su habitual exuberancia. "No he podido explicar mis ideas y mi programa, lo siento", fueron las ¨²ltimas palabras que pronunci¨®. Un sondeo de la cadena Sky News indic¨® que el 38% de los preguntados daba por ganador a Prodi, frente a un 35% que hab¨ªa preferido a Berlusconi. El resto hablaba de empate.

El presidente del Gobierno culp¨® a los gobiernos del periodo 1996-2001, apoyados por el centroizquierda, del actual desbordamiento del d¨¦ficit presupuestario y de la recesi¨®n. Asegur¨® que su Gobierno hab¨ªa sido el m¨¢s eficaz y reformista "en toda la historia de la Rep¨²blica" y se present¨® como "garante de la libertad" frente a un Prodi al que acus¨® de ser "s¨®lo una fachada, una tapadera de los comunistas".

Gran parte del di¨¢logo indirecto entre los dos candidatos se refiri¨® al pasado. Uno y otro ajustaron cuentas ya viejas y dedicaron poco tiempo a hablar del futuro. En ese aspecto, Prodi fue un poco m¨¢s positivo: prometi¨® una gesti¨®n conciliadora, basada en el di¨¢logo.

Fue, hasta cierto punto, un di¨¢logo de sordos. Cada uno habl¨® a su propio electorado, sin cruzar fronteras ideol¨®gicas. Prodi se situ¨® a la defensiva cuando Berlusconi insisti¨® en la presencia de comunistas y trotskistas en su candidatura. "Incluso el Wall Street Journal nos considera serios y capaces de desarrollar una gesti¨®n fiable", se?al¨®.

Fue un debate a la vez crispado y r¨ªgido, encorsetado por las normas pactadas por los equipos de ambos candidatos, quienes a su vez tomaron como modelo los debates de las ¨²ltimas elecciones estadounidenses.