17 millones de italianos siguieron el pulso entre Prodi y Berlusconi

Los italianos saben lo que se juegan en las elecciones del 9 y el 10 de abril. Lo demuestra la audiencia que obtuvo el debate televisivo entre Silvio Berlusconi y Romano Prodi: 17 millones de personas, casi el 53% de los espectadores, asistieron al tenso intercambio entre los dos candidatos. Prodi consigui¨®, seg¨²n la mayor¨ªa de los sondeos, reflejar una imagen m¨¢s positiva que su rival. No hubo estocadas mortales en el debate, y eso tambi¨¦n favoreci¨® al aspirante del centro-izquierda, que cuenta con una ligera ventaja de cuatro puntos en las encuestas de intenci¨®n de voto.

La rigidez de las normas pactadas para el cara a cara (respuestas estrictamente minutadas, sin interrupciones ni movimientos de c¨¢mara) result¨® claramente perjudicial para el presidente del Gobierno, necesitado de ara?ar puntos frente a su adversario. Silvio Berlusconi hab¨ªa memorizado cientos de cifras y trat¨® de acorralar a Prodi con datos concretos sobre los logros de su Gobierno y la vaguedad de las propuestas del centroizquierda.

En algunos momentos, sin embargo, se perdi¨® en un f¨¢rrago de detalles. "Con esas reglas era imposible", dijo Il Cavaliere al abandonar los estudios de televisi¨®n. "He tenido que hacer una s¨ªntesis excesiva, por los l¨ªmites de tiempo, y no me ha sido posible hablar del futuro todo lo que habr¨ªa querido", coment¨® a un grupo de periodistas a las puertas de su residencia romana.

La Casa de la Libertad, la coalici¨®n berlusconiana, dio por claro vencedor a su l¨ªder frente a la "vaguedad" de un Prodi al que Berlusconi acus¨® de ser "una simple fachada, una cobertura de los comunistas". Il Professore, como se conoce al ex presidente de la UE y actual candidato de La Uni¨®n-El Olivo a la presidencia del Gobierno, quiso transmitir serenidad y moderaci¨®n (para no alarmar a los electores de centro) y un mensaje de optimismo. Su conclusi¨®n, con una referencia al derecho de los italianos a disfrutar de "un poco de felicidad", caus¨® impacto.

Berlusconi, en cambio, concluy¨® con un tono frustrado y con un "lo siento" por no haberse explicado todo lo bien que deseaba. Prodi se agarr¨® a esa confesi¨®n final de Il Cavaliere para proclamarse vencedor. "Creo que no hay dudas sobre el resultado del debate porque al final ¨¦l mismo ha admitido la derrota de forma p¨²blica y ya no puede remediarlo", declar¨® ayer Il Professore.

Lo que nadie esperaba eran las alt¨ªsimas cifras de audiencia, propias de un gran partido de la selecci¨®n italiana de f¨²tbol. Clemente Mimum, moderador del debate y jefe de los servicios informativos de RAI 1, hab¨ªa pronosticado horas antes de la emisi¨®n "una buena audiencia, con picos de hasta el 45%", pero se qued¨® corto. Pese al escepticismo general del electorado, tanto de centroderecha (por los discretos resultados del Gobierno de Berlusconi) como de centroizquierda (no es f¨¢cil entusiasmar a los progresistas con un candidato democristiano como Prodi), la atenci¨®n prestada al debate demostr¨® que el 9 y el 10 de abril pod¨ªa esperarse una gran afluencia a las urnas. Los analistas de la Casa de la Libertad aseguraron que eso les favorecer¨ªa, ya que, seg¨²n ellos, una participaci¨®n superior al 80% demostrar¨ªa la movilizaci¨®n de "todos los electores moderados". El mismo argumento, a la inversa, utilizaron los analistas de La Uni¨®n-El Olivo: la participaci¨®n elevada demostrar¨ªa "la voluntad de cambio" de los electores.