"La realidad supera a la fantas¨ªa"
El escritor y periodista Luis del Val acaba de publicar Cuentos de medianoche en la editorial sevillana Algaida. Sus dos actividades le han valido premios tan relevantes como el Ondas, en dos ocasiones; el Caf¨¦ Gij¨®n; y el Ateneo de Sevilla. Del Val forma parte del equipo del programa Hoy por hoy, de la Cadena SER. Entre sus libros, destacan novelas como Las amigas imperfectas y Volveremos a Venecia.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha titulado su libro Cuentos de medianoche?
Respuesta. Cuentos del mediod¨ªa, que va por la d¨¦cima edici¨®n, eran unos relatos m¨¢s luminosos. En cambio, Cuentos de medianoche son m¨¢s inquietantes, paranormales, del m¨¢s all¨¢ y del m¨¢s ac¨¢.... Muestran aspectos m¨¢s dram¨¢ticos de la vida cotidiana o de los misterios paranormales.
P. El lenguaje de estos cuentos es preciso, contundente, sin divagaciones.
R. No te puedes perder. Si te pierdes en una descripci¨®n por poner dos adjetivos m¨¢s de los necesarios, pierdes espacio para contar lo que vas a contar. Es un ejercicio de humildad. Tras una novela como Volveremos a Venecia, escribir estos cuentos es como meterte en la talla 34. Es casi una cura de humildad que te obliga a depurarte. Cuando luego emprendes el relato largo, te queda la disciplina de que lo que tienes que hacer es contar una historia y no perderte en hojarascas que te puedan resultar agradables, pero que al lector le parezcan innecesarias.
P. En algunos de los cuentos hay mucha tristeza. Recuerdo el del joven que conoce a una chica y pierde su n¨²mero de tel¨¦fono, el ¨²nico punto de contacto con ella.
R. La vida urbana sugiere argumentos que en los ambientes pastoriles ser¨ªan imposibles. Dafnis y Cloe en Manhattan o Sevilla tienen unas posibilidades dram¨¢ticas que me atraen mucho. Por ejemplo, ese latigazo que se produce en la escalera mec¨¢nica de unos grandes almacenes. Mientras una mujer sube y un hombre baja, se miran a los ojos y los dos piensan que van a saltar de la escalera para conocerse. Pero las convenciones sociales impiden eso. Situaciones como ¨¦sa me atraen como escritor. Me preocupa mucho el azar. Como nacemos por azar, nos asombramos de que el azar rija nuestras vidas.
P. En otro cuento, un empleado destruye su carrera profesional por meterle un gol a su jefe en un partido de f¨²tbol.
R. Me parece absolutamente veros¨ªmil. La realidad supera a la fantas¨ªa. Oscar Wilde dec¨ªa que la realidad imita al arte. Eso es falso. La realidad es m¨¢s fant¨¢stica e interesante que el arte. Las realidades de poder en la sociedad democr¨¢tica, occidental y libre se acercan a la moderada esclavitud. Somos esclavos de lunes a viernes para ser libertos de s¨¢bado a domingo. El lunes vuelve la argolla con sonrisas, comidas y viajes con el jefe. Pero ?cuidado con las heterodoxias! Porque te mandan al desempleo.
P. Tras leer sus relatos queda la sensaci¨®n de que el ser humano es muy poquita cosa.
R. Lo primero de lo que tiene consciencia cualquier persona inteligente es de su propia fragilidad. Somos conscientes de esto s¨®lo porque sabemos que nuestra existencia tiene t¨¦rmino. Somos un inquilino transitorio.
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