"El siguiente campo de batalla de las empresas espa?olas es Europa"
Mauro F. Guill¨¦n (Le¨®n, 1964) ha sido testigo de la expansi¨®n de las empresas espa?olas en los ¨²ltimos 15 a?os desde su c¨¢tedra de Direcci¨®n Internacional de Empresas en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania. En su nuevo libro, que lleva por t¨ªtulo El auge de la empresa multinacional espa?ola (de la colecci¨®n Econom¨ªa y Empresa, editada por la Fundaci¨®n Rafael del Pino), este doctor en Econ¨®micas por la Universidad de Oviedo y en Sociolog¨ªa por la de Yale, recoge el balance del proceso de expansi¨®n internacional de las empresas espa?ola.
Guill¨¦n concluye que la ¨²ltima d¨¦cada ha sido un periodo "muy acelerado, fren¨¦tico", que no s¨®lo ha afectado a las grandes empresas, sino a unas 900 firmas que han establecido alg¨²n tipo de presencia estable en el extranjero. Residente en Estados Unidos desde hace 19 a?os, se muestra optimista sobre el futuro de las empresas, aunque no se olvida de las grandes debilidades de la econom¨ªa del pa¨ªs: la falta de competitividad, de productividad y la exigua inversi¨®n en I+D.
"Soy m¨¢s optimista con las perspectivas de China para las empresas espa?olas que con las de Europa del Este"
"Latinoam¨¦rica ha sido una fase muy importante, que ha dado tama?o a las compa?¨ªas, pero est¨¢ concluida"
Pregunta. ?Qu¨¦ consecuencias ha tenido la expansi¨®n internacional de las empresas?
Respuesta. La econom¨ªa espa?ola est¨¢ ahora expuesta a choques ex¨®genos, a crisis de otros pa¨ªses, como se vio en el caso de Argentina. Pero los efectos no han sido tan patentes sobre la pol¨ªtica exterior espa?ola. Nuestra diplomacia no ha despertado a esta nueva realidad. Todav¨ªa creemos que Espa?a no importa en el mundo, y s¨ª que importa. Hasta hace cinco o 10 a?os, si hab¨ªa una crisis en un pa¨ªs latinoamericano, el presidente de ese pa¨ªs iba a Washington, a Nueva York y Londres. Ahora pasar¨ªa tambi¨¦n por Madrid.
P. ?Ha cambiado la imagen de Espa?a en el exterior?
R. Todav¨ªa perdura la imagen de que somos un pa¨ªs atrasado y tradicional, que la gente est¨¢ bailando sevillanas todo el d¨ªa. Es posible que sea a¨²n pronto, que 10 a?os sean pocos para cambiarla. Dentro de Espa?a, sin embargo, la opini¨®n p¨²blica y los sindicatos, por ejemplo, consideran que la expansi¨®n internacional ha sido buena. Hay que tener en cuenta que se ha producido muy poca deslocalizaci¨®n como consecuencia del proceso.
P. ?Qu¨¦ recorrido tienen a¨²n las empresas espa?olas en el exterior?
R. El siguiente campo de batallas de la empresa espa?ola es Europa. Quiz¨¢s despu¨¦s se puede plantear, con m¨¢s medios, acometer la expansi¨®n en Asia o EE UU. Latinoam¨¦rica ha sido una fase muy importante, que ha dado tama?o a la empresa espa?ola, pero est¨¢ pr¨¢cticamente concluida. Habr¨¢ consolidaci¨®n de posiciones, pero nada m¨¢s.
P. Da la sensaci¨®n de que las empresas espa?olas han llegado tarde a mercados como Europa del Este o China.
R. Quiz¨¢s han tenido dos o tres a?os de titubeo. Pero las empresas espa?olas de servicios e infraestructuras van a tener grandes oportunidades en China. Compa?¨ªas como Iberdrola, Telef¨®nica o las grandes constructoras van a ser jugadores naturales en ese pa¨ªs. Soy m¨¢s optimista con las perspectivas de China que con las de Europa del Este, donde los alemanes, los escandinavos o los franceses han tomado posiciones antes que nosotros.
P. Vive en Estados Unidos desde hace 19 a?os y ha visto c¨®mo las empresas espa?olas se han internacionalizado. ?Ha cambiado igual la mentalidad espa?ola?
R. No tanto. Seguimos siendo de los europeos m¨¢s insulares. La gente sigue queriendo conseguir un trabajo en la misma ciudad donde ha nacido. Nuestra universidad es tambi¨¦n tremendamente local y no se est¨¢ acercando a un tipo de universidad m¨¢s conectada globalmente. Otra carencia: los idiomas. ?Cu¨¢ntos cursos de lengua china o japonesa ofrecen las universidades?
P. Despu¨¦s de 20 a?os de crecimiento econ¨®mico en Espa?a, ?existe el riesgo de caer en la autocomplacencia?
R. Tenemos un problema de competitividad, que se erosiona por la inflaci¨®n. No podemos tener una inflaci¨®n que dobla la de Europa. Hay que liberalizar m¨¢s sectores, como el de servicios, hay todav¨ªa muchos precios reguladores, sobre todo en el sector de distribuci¨®n... Adem¨¢s, la productividad crece, pero no tanto como en otros pa¨ªses. Y luego, existe el problema de siempre, el I+D. Llevamos 15 a?os diciendo que, ahora que las cosas van bien, vamos a invertir m¨¢s en I+D, pero seguimos estancados en el 1% del PIB. Estamos a¨²n en un nivel que se queda en la mitad del de los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa y es tres veces inferior al de los pa¨ªses m¨¢s avanzados del mundo: Jap¨®n, EE UU o Suecia. As¨ª no podemos seguir. Estamos hipotecando nuestro futuro.
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